Reencuentro

A lo lejos, vio a Antonio que la miraba fijamente, pero no se acercaba. Decidió acercarse ella. "Gracias por ir a verlo, significó mucho", dijo Alejandra con una media sonrisa.

"No te preocupes, hermosa, después de todo, él fue un maestro para mí", respondió Antonio, dándole una palmadita en la espalda.

Terminado el evento de honores para su padre, Alejandra volvió a la mansión Santamaría con su madre.

"Mamá, desde hoy quiero que vengas a vivir aquí, por favor, ahora te necesito mucho más", dijo Alejandra.

Amanda se sorprendió por la propuesta de Alejandra, pero aceptó encantada. Había esperado poder volver a estar más tiempo con su hija.

Alejandra ordenó a Ronaldo que se encargara de traer las pertenencias de su madre esa misma noche. Luego le pidió a Aida que preparara una deliciosa cena para su madre.

Se sentaron a disfrutar de los exquisitos platos en completo silencio, pero era un silencio cómodo, de tranquilidad. Ambas se daban consuelo aún sin hablar.

...

Alejandra se encontraba ya en su cama, bajo las sábanas, cuando miró el móvil. Lo tomó y vio varias llamadas perdidas de Neil, pero estaba tan triste que no se emocionó. En el correo de Queen, también le había escrito Neil, pero ella simplemente lo ignoró.

Se dispuso a ojear comentarios y algunas partidas pasadas para hacer una autocrítica. Esa era la forma de relajarse; sin embargo, no dejaba de pensar en su padre, no dejaba de extrañarlo.

Se culpó por haberle mentido tantas veces. Miró su ordenador y sintió culpa.

...

Neil intentó llamar a Queen tres veces para saludarla. Tenía dos días sin saber de ella y estaba tan atraído de esta misteriosa mujer. Era su colega y ahora había incertidumbre sobre la colaboración, ya que pospusieron la fecha sin haberle dado una razón. Tenía que hablar con Queen para que le aclarara sus dudas, pero no le respondía las llamadas ni los correos electrónicos.

Esta vez llamó a Alex. "Hey, bro. ¿Cómo estás? ¿Has sabido algo de Queen? Estoy intentando localizarla y no he tenido éxito".

"Yo estoy bien, pero Queen va a necesitar algo de espacio. Es una razón sumamente personal", dijo Alex con cautela.

Neil lo entendió de inmediato y decidió aguardar hasta que ella lo contactara.

...

A la mañana siguiente, Amanda llegó a la habitación de Alejandra con una bolsa llena de sus ponqués favoritos. Alejandra abrió los ojos con sorpresa. Era algo que había querido comer desde que llegó a Miami. En España había probado algunos, pero jamás se compararían con los de su panadería favorita.

Al probar los ponqués, recordó a su dios de los videojuegos, Neil. Se asomó una pequeña sonrisa en la cara.

"¿Qué pasa? ¿Tanto te gustan?" preguntó Amanda al verla sonreír. Se alivió al ver que el semblante de su hija había mejorado, así sea un poco.

Alejandra negó con la cabeza, soltando una carcajada. Amanda también se echó a reír y terminaron su desayuno.

Alejandra se duchó y se puso pijama. Estuvo todo el día en su cama. No tenía ánimos de nada.

...

Dos semanas después:

Alejandra se encontraba en la sala de juntas en Industrias Santamaría, esperando a los accionistas para poder tomar al fin el puesto de su padre. Se vistió bastante formal con un saco color crema, pantalones clásicos color gris y zapatos blancos. Su cabello estaba bien peinado y su perfume era sobrio.

Concluyó la votación. Alejandra era oficialmente la nueva presidenta de Industrias Santamaría, siguiendo orgullosamente los pasos de su padre.

"Esto debemos celebrarlo", dijo Gustavo, uno de los accionistas. "Iremos más tarde al restaurante Luxegold para cenar. Nos gustaría que nos acompañe para celebrar su ascenso", continuó.

"No me parece mala idea. Allí estaré", dijo Alejandra con una sonrisa amable.

...

Eran eso de las 7 pm cuando Alejandra llegó al restaurante. Subió al segundo piso donde los señores Gustavo Saldoval y Sergio Atena la esperaban en un salón privado.

"Buenas, espero no haberlos hecho esperar tanto", dijo Alejandra mientras les extendía la mano para saludarlos. Se percató de una figura masculina que estaba mirándola hacia su derecha.

Era Neil, abrió los ojos como platos. De repente recordó que el lugar era de uno de sus amigos. Se quedó boquiabierta por un minuto y le dio una breve sonrisa y volvió su mirada a las personas que tenía en frente. Disfrutó de su cena y brindó por el futuro de Industrias Santamaría. Luego de haber despedido a los dos señores, buscó rápidamente a Neil que había salido del salón privado hacía apenas un par de minutos, pero ya había salido. Alejandra tomó su bolso, se acomodó sus zapatos y salió. De repente sintió un brazo halándola de la cintura. "Por fin te veo", dijo Neil mirándola directo a los ojos. Alejandra tragó saliva al ver la cercanía de los dos. "También me sorprende verte", dijo Alejandra tratando de acomodarse el cabello. Se quedaron callados un par de minutos. No se percataron de que había una persona observándolos a lo lejos. Alejandra y Neil hablaron por un momento y quedaron en volver a verse. Alejandra caminó al auto, pero sintió unos ojos encima de ella y no precisamente eran los de Neil. Volteó hacia el otro lado de la calle, pero estaba muy oscuro que no logró ver nada. No le dio tanta importancia, así que solo subió a su auto y se limitó a conducir de vuelta a casa.

Tomó el móvil. "Debemos hablar sobre la colaboración", le escribió a Alex. "Tú solo llega a la oficina cuando puedas y charlamos", respondió Alex casi de inmediato. Alejandra fue a la cocina donde estaba Aida y le pidió un poco de té para poder dormir plenamente y toda la noche. Aida amablemente le preparó el té y se lo ofreció. Alejandra se bebió todo el té y le agradeció cálidamente a Aida. Subió a su habitación para ponerse el pijama, pero llegó una notificación en su móvil. "Espero poder saber de ti pronto, aunque respeto tu espacio. Neil Pérez", decía el mensaje. Alejandra, al ver el mensaje, sonrió y a la vez se le llenó la mirada de nostalgia. Extrañaba mucho a su padre, extrañaba verlo en las mañanas tomando el té, extrañaba escucharlo cantar cuando estaba feliz, extrañaba hasta sus peleas sin motivo, extrañaba simplemente que existiera.

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