Capitulo 10

En una cueva, oculta tras una cascada, un gorila morado alertaba a toda la tribu de un posible ataque. Sus sentidos detectaron la mirada curiosa de un desconocido y, por su experiencia, un ataque era inminente.

El gorila no pertenecía a la tribu, se hizo con ella cuando derrotó al líder y fue nombrado uno. Procedía de un bosque pantanoso, lleno de peligros que pusieron a su especie al borde de la aniquilación y abajo en la cadena alimenticia. No obstante, su condición le permitió protegerlos de amenazas mucho mayores. Hasta que la desgracia sucedió, la lucha de una gran pitón arcoíris y una madre gorgona devastó la mayor parte del hábitat y todos murieron excepto él.

El objetivo del gorila morado es ascender a su especie en la cadena alimenticia. No permitiría que sufrieran como su anterior tribu. Esta vez les daría todo lo que se merecían. Y si eso significaba destruir todo en su camino, lo haría con la mayor alegría del mundo.

El alfa revisó la entrada de la cueva y regresó al no encontrar nada fuera de lo común. Unos segundos después, sus sentidos le alertaron de una pequeña presencia en las rocas y la buscó.

—Poison Fireball(Bola de fuego venenosa).

El gorila morado apuntó hacia una roca mediana y lanzó una bola de fuego con color morado oscuro. La esfera chocó con su objetivo y la derritió por completo. Al no observar ni sentir a nadie, dio una última mirada por toda la zona y se adentró en el túnel.

En una roca cercana, Arthur camufló su aliento y presencia con el entorno. Pensó en hacer un ataque sorpresa, pero los sentidos del alfa frenaron su ataque y tuvo que ocultarse en otra roca.

Hace unos segundos, se había infiltrado en la cueva. Con ayuda de las rocas, estalactitas y estalagmitas del túnel, se ocultó de la vista de los gorilas y pudo entrar en la cueva. Ellos poseían un olfato y fuerza desarrollados, pero su vista dejaba mucho que desear. Aunque parecía que ese no era el caso del alfa.

–Como creí: la piel morada representa glándulas venenosas. Su propiedad de derretir tiene un área muy grande y no es muy fuerte–analizó al ver la roca derretida.–También, está el problema de que todos se reúnen adentro de la cueva. Si la pequeña aldea es un indicio, quieren llevar la pelea a su territorio y eliminarme.

Arthur sonrió por la decisión de Alfa: llevar la pelea a su territorio. Una táctica excelente para eliminar a una cantidad superior de enemigos con el conocimiento del territorio. No obstante, el Alfa olvidó que la cueva misma es una trampa de doble filo. Tal vez se trataba de su inexperiencia en vivir en estos ecosistemas o tenía un plan en mente.

pensó. Agarró dos botellas de color morado de su sello y las arrojó al interior del túnel.

Los dos recipientes se rompieron y expulsaron un humo morado. El humo se expandía por las dos direcciones, acercándose a un Arthur que respiraba hondo.

—Breath of the Wind(Aliento del viento).

Arthur expulsó una cantidad considerable de viento y empujó la nube de humo. Se aseguró de que todo se adentraba al interior y corrió al exterior de la cueva para preparar sus otras trampas.

Al mismo tiempo, el Alfa estaba en el centro de la cueva en espera del contrincante. Los demás gorilas se habían dividido en tres grupos: los ocultos en las estalagmitas, los ocultos en los otros túneles y los acompañantes del mutado.

El túnel llevaba a una gran cueva de quinientos metros cuadrados. La cueva tenía múltiples túneles que conducían a rutas de escape, suministros subterráneos de agua y una cantera llena de minerales preciosos.

El Alfa olió un olor extraño en el aire. Sus músculos se debilitaron a cada segundo y sus párpados se cerraban. Mordió su boca para despertarse y alertó a los demás para que escaparan. El aire estaba contaminado con esporas de sueño.

Los gorilas en la ruta de escape se movilizaron, pero se toparon con una gran pared de tierra. Golpearon con sus puños las paredes, sin tener un solo resultado. En cuanto a los gorilas en el techo, se durmieron y cayeron hacia su muerte.

El Alfa gruñó por la situación y ordenó escapar por la salida principal. Los dos tercios de la manada restante avanzaron hacia la salida mientras movían sus brazos para remover todo lo posible el gas.

Cerca de la salida, los gorilas respiraron más cómodos al no oler más el gas. Su alegría se desvaneció cuando sus pies sintieron agua. Los más lentos no se salvaron, una corriente eléctrica los electrocuto hasta la muerte. Los sobrevivientes, un tercio de la manada y el alfa que saltaron y sujetaron en las estalagmitas, se columpiaron en ellas hasta salir de la cascada y sumergirse en la laguna.

Los gorilas nadaron bajo el agua para sorprender al causante del ataque. Pero ellos fueron los sorprendidos, ya que varios tentáculos de agua agarraron las extremidades de muchos y los sumergieron hasta la profundidad. La sangre consiguiente y los movimientos en la oscuridad, revelaron que las criaturas del sitio los devoraron.

De los treinta y cuatro gorilas que lograron salir de la cueva, solo cuatro sobrevivieron. El alfa fue el primero en salir y dio un golpe furioso al exterior que despejó ochocientos metros de bosque. Sin ver ningún rastro, habló a los tres restantes para vigilar sus inmediaciones.

—Thunder Bird(Ave trueno)

—Poison Fireball

El alfa envió una gran bola de fuego al origen de la voz y derritió una docena de árboles. Su furia por la muerte de su nueva tribu lo cegó de la situación, y él junto a los restantes pagaron con una electrocución provocada por un rayo con forma de ave.

Para el momento en que el ataque terminó, el único vivo era el alfa. La ira lo inundó y golpeó su pecho entrando en un estado de frenesí. Sus nuevos y mejorados sentidos le permitieron bloquear un ataque detrás suyo y golpear al causante.

—... Resistencia, veneno, inteligencia y... estado de frenesí—comentó Arthur con sangre en su boca. Utilizó heal para curarse y desactivó su invisibilidad.—Este combate aumentó su dificultad.

Arthur se levantó y miró los ojos del alfa. Tomó una postura de combate con sus dos dagas y se puso serio.

Ninguno atacó. Uno se movía con furia y el otro estaba calmado. Sus miradas de reto y enojo enviaron su deseo al otro. Y con el chapotear de un pez en la laguna, ambos se lanzaron al ataque.

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