Capítulo 17 Una oferta

Zero se encontraba en una noche estrellada junto al gran anciano Yang. El ambiente era tranquilo y sereno, solo se escuchaba el sonido de la brisa que soplaba y el crujido de las hojas secas bajo sus pies. A lo lejos, se podía ver la aldea que era iluminada por el resplandor de las antorchas.

El anciano se giró hacia Zero y con una mirada profunda y llena de sabiduría, le dijo: "Aunque te trajimos a la fuerza, era la única manera de que entendieras que hay más cosas por las cuales luchar y por las cuales entregarse, el amor, la devoción y la rectitud, este es el camino de Los Guardianes de Kadosh."

Zero se sentía desconcertado, pero era imposible para él no sentir curiosidad. Era como si algo lo estuviera llamando y las palabras del anciano fueran esa vía. "No sé qué decir, gran anciano. Tampoco sé por qué lucho, solo creía en una justicia donde cada instante en Cyferworld se ve gobernada por la injusticia y la falta de privacidad, como ovejas esperando ir al matadero. Solo son lobos abriendo que nunca se llenan", dijo Zero.

El anciano Yang observó la frustración del joven y le propuso: "¿Qué tal si hacemos un trato? Te propongo que te quedes una semana en la aldea, aprendas y observes el estilo de vida, y también intentes comprobar si puedes desarrollar una conexión espiritual. Quizás el arte de la espada te atrape... Si después de una semana no sientes nada, serás libre de hacer lo que quieras, incluso Zang Lu te escoltará al bosque."

Zero, intrigado por la propuesta, asintió con la cabeza y se comprometió a seguir las normas de los Guardianes durante una semana. Con una sonrisa en el rostro, el anciano Yang lo guió hacia la aldea para comenzar su entrenamiento.

Después de que Zero asintió y aceptó la oferta del anciano, mientras caminaban de regreso a la aldea, el anciano Yang dijo: "Te dejaré en las manos de Zang Lu. Es nuestro menos guerrero, pero sé que aprenderás mucho de él".

Zero asintió y le agradeció al anciano por la oportunidad. Mientras caminaba con Zang Lu, este le preguntó: "Entonces, ¿qué haremos a partir de mañana?

Zero se encogió de hombros, todavía tratando de asimilar todo lo que había sucedido. "Supongo que seguiré tus instrucciones", dijo.

Zang Lu asintió. "Lo primero será presentarte a Ku lu. Es nuestra instructora en el arte de la espada. Es joven y tenaz, y también es mi hija jaja".

Zero miró a Zang Lu con sorpresa. "Tu hija es la instructora en el arte de la espada", preguntó Zero.

Zang Lu asintió con una sonrisa en su rostro. "Sí, mi hija Ku es una de las mejores espadachines de la aldea. Ella también es la más joven de los instructores, pero no te dejes engañar por su juventud. Ella tiene mucho conocimiento y habilidad que compartir contigo".

Zero asintió, sintiéndose cada vez más intrigado por la cultura de la aldea. "¿Y qué haremos después de conocer a Ku?", preguntó.

"Bueno, después de eso comenzarás a entrenar en el arte de la espada con ella. También te enseñaré sobre la conexión espiritual que tenemos con la naturaleza y cómo esto influye en nuestro combate. Y si tienes alguna habilidad especial que quieras compartir con nosotros, estaremos encantados de aprender de ti también", respondió Zang Lu.

Zero se sintió emocionado por todo lo que estaba por venir. Parecía que finalmente había encontrado un lugar donde podía aprender y crecer como guerrero, y tal vez incluso encontrar un propósito en su vida.

Mientras caminaban hacia la aldea, Zero observó a su alrededor, notando las luces brillantes de las casas y la gente que caminaba por las calles. Parecía que la aldea estaba viva incluso en la oscuridad de la noche.

Finalmente llegaron a la entrada de la aldea y Zang Lu le indicó a Zero cuál era su alojamiento. "Descansa bien, mañana será un día lleno de aprendizaje", dijo Zang Lu antes de despedirse.

Zero entró en su alojamiento, emocionado por lo que le esperaba en los próximos días. Se acostó en su cama, mirando al techo mientras pensaba en todo lo que había sucedido. Se dio cuenta de que esta era la primera vez en mucho tiempo que se sentía esperanzado por el futuro.

Al día siguiente, Zero se levantó temprano y se encontró con Zang Lu en la aldea, como habían acordado. Juntos se dirigieron al campo de entrenamiento, donde Ku, la hija de Zang Lu, les estaba esperando. A medida que se acercaban, Zero pudo ver a Ku en el centro del campo de entrenamiento, con un traje samurái tradicional y cabello negro recogido en una coleta. Su semblante era serio y concentrado, como si estuviera lista para enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

Zang Lu presentó a Zero a su hija, quien lo saludó con una reverencia formal. Zero se sintió intimidado por su presencia imponente, pero a la vez se sintió atraído por su fuerza y determinación. Ku le explicó que ella sería su instructora en el arte de la espada, y que estaba dispuesta a enseñarle todo lo que sabía.

Durante el entrenamiento, Zero se sorprendió por la habilidad de Ku con la espada. Sus movimientos eran precisos y elegantes, y cada golpe que daba parecía tener una intención clara y definida. A medida que avanzaba la sesión de entrenamiento, Zero se dio cuenta de que tenía mucho que aprender de ella

Zero se quedó maravillado al ver a Ku desplegar su habilidad con la espada. En un momento, ella concentró su energía espiritual en la hoja y de repente, ésta se iluminó con un intenso color verde. Ku se colocó en posición de combate y con un solo movimiento de su espada, lanzó una onda de energía verde que golpeó un objetivo a unos metros de distancia. Zero se quedó boquiabierto al ver la demostración de la fuerza de Ku.

"¿Qué acabas de hacer?", preguntó Zero asombrado.

"Es un ataque con energía espiritual", respondió Ku con calma mientras guardaba su espada. "Es un método de combate de los Guardianes de Kadosh, una forma de usar la energía espiritual para aumentar el poder de nuestra espada y permitirnos atacar a distancia".

Zero estaba fascinado con esta nueva habilidad que acababa de ver.

Al final del entrenamiento, Ku se acercó a Zero y le dijo con voz firme pero amable: "Tienes mucho potencial, pero también tienes mucho que aprender. Estoy segura de que juntos podemos hacer grandes cosas. ¿Estás listo para trabajar duro y convertirte en un verdadero guerrero?" Zero asintió con determinación, sabiendo que estaba en el lugar correcto para encontrar su verdadero propósito.

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