Era un momento crucial e importante. Los nervios estaban a flor de piel y el tiempo se agotaba rápidamente. Zero y Hydra se encontraban en el centro del campo protector, rodeados de explosivos y armas pesadas. Los ciudadanos se mantenían resguardados, observando desde la distancia y esperando lo mejor.
Zero le preguntó a Hydra si tenía los explosivos y armamento pesado que había utilizado para hacer explotar los helicópteros. Hydra asintió con una sonrisa y dijo que él y su equipo tenían todo lo que pudiera necesitar. Zero sacó un ordenador portátil que tenía guardado y pidió que le dieran las armas con mayor potencia de fuego, como granadas y bombas.
Hydra y su equipo le proporcionaron una variedad de explosivos y armas tecnológicamente avanzadas. Cada arma contaba con un puerto de conexión y programación que permitía intensificar o disminuir el poder de fuego dependiendo de su procesador. Zero conectó un cable a cada arma y explosivo y los conectó directamente a su portátil. Comenzó a ejecutar códigos de programación con temporizador y ajustó la potencia de fuego para ciertos propósitos.
Hydra observaba con atención lo que hacía Zero mientras tecleaba letras y comandos. El tiempo se les acababa y le preguntó a Zero qué estaba haciendo. Este le respondió que todo estaba calculado y le pidió paciencia. Mientras tanto, su IA, Alfred, le informó que solo tenían alrededor de tres minutos antes de que la energía del campo se debilitara y los guardianes pudieran acceder al campo protector.
La tensión en el ambiente era palpable. Todos esperaban con ansias el momento crucial que estaba por llegar. Zero y Hydra se preparaban para lo peor, pero esperaban lo mejor. Los ciudadanos observaban desde la distancia, con la esperanza de que todo saliera bien. El tiempo se agotaba rápidamente y pronto se enfrentarían a una lucha por la supervivencia.
Una vez que su IA Alfred le avisa a Zero sobre el tiempo que le quedaba, este termina sus preparativos y dice: "Listo, esto es lo que haremos", dirigiéndose a Hydra y Ana. "Estas granadas y explosivos los programé con un temporizador para que a la hora de explotar creen un campo de ondas electromagnéticas que dejará a los guardianes indefensos e incapacitados por una considerable cantidad de tiempo. No vamos a enfrentarnos a ellos, ya que la ciudad está repleta de androides y policías. Tendremos que escapar".
Ana le dice a Zero: "Pero Zero, no hay donde escapar. Estamos en una fábrica abandonada y solo hay campo a nuestro alrededor. Nos atraparían con facilidad".
En ese momento, la sonrisa de Zero brilla con resplandor y dice: "No te preocupes, Ana. Para eso están las armas con una gran potencia de fuego. Dentro de esta fábrica hay unas alcantarillas que nos ayudarán a escapar. Hydra y tú deberán volar las escotillas y profundizar un poco más, abriéndose paso hasta encontrar las alcantarillas subterráneas. Y una vez hecho eso, sacar a toda la gente de aquí. Yo me encargaré de volar la fábrica en pedazos con el resto de explosivos normales".
Zero tomó un respiro profundo y siguió hablando: "Una vez que hayan evacuado a la gente, procederemos a salir por las alcantarillas, estas nos llevaran a un río que esta a unos kilómetros de aquí, donde nos debería estar esperando un bote que he preparado, el cual nos llevara a un lugar seguro, una base oculta que tengo en el bosque en caso de grandes emergencias como estas, ahí nos reuniremos y prepararemos nuestro próximo movimiento".
Hydra asintió y dijo: "Lo tengo claro, Zero. Voy a encargarme de volar esas escotillas y abrir camino para que podamos salir de aquí".
Ana parecía un poco preocupada y preguntó: "¿Y qué hay de los guardianes? ¿Qué pasa si nos descubren?".
Zero la miró con determinación y dijo: "Confía en mí, Ana. Mis planes son infalibles. El campo de ondas electromagnéticas los mantendrá alejados mientras escapamos. Además, las armas con alta potencia de fuego nos darán la ventaja si es que tenemos que enfrentarlos. Ahora, ¡vamos! No tenemos tiempo que perder".
El equipo se movió rápidamente para prepararse. Hydra y su equipo prepararon las granadas y explosivos programados mientras Ana aseguró que los civiles estuvieran a salvo en un lugar seguro.
Zero, con su portátil en mano, ajustaba los detalles finales del plan. Una vez que terminó, se lo guardó en su mochila y miró a Hydra. "¿Estás listo?", le preguntó.
Hydra le sonrió y sacó su arma, "Siempre lo estoy".
Zero sonrió de vuelta y dijo: "Entonces, ¡vamos a hacer que esto suceda!".
Los cuatro se pusieron en posición y esperaron el momento adecuado. Una vez que el temporizador de Zero llegó a cero, Hydra lanzó las granadas y explosivos programados. El campo de ondas electromagnéticas estalló en un instante, y los guardianes en el perímetro se derrumbaron.
Zero se apresuró a salir de la fábrica junto con Hydra y Ana, mientras las bombas electromagnéticas seguían haciendo su efecto en los guardianes, dejándolos inoperantes por un tiempo prolongado. El sonido de las explosiones era ensordecedor mientras se abrían paso hacia las escotillas que conducían a las alcantarillas subterráneas.
Ana y Hydra trabajaron en equipo para abrir las escotillas y bajar por la escalera que conducía a las alcantarillas. Zero llegó rápidamente y les ordenó que se apresuraran. Mientras tanto, Zero terminaba de colocar los explosivos estratégicamente en la fábrica, asegurándose de que cada rincón y área importante estuvieran cubiertos.
De repente, Ana habló por el micrófono, "Zero ya tenemos esto listo, dirígete aquí, estamos todos saliendo por las alcantarillas". Zero se apresuró a salir de la fábrica antes de que los guardianes recuperaran sus funciones y se adentraran en la fábrica. Una vez afuera, Zero activó el detonador y la fábrica explotó en una gran bola de fuego y escombros.
Hydra y Ana se cubrieron detrás de un muro mientras observaban cómo la fábrica se desintegraba en pedazos. Zero, por su parte, permaneció impasible mientras veía cómo su plan se llevaba a cabo a la perfección.
La explosión sacudió el suelo y levantó una gran nube de polvo y escombros. Los tres corrieron hacia las alcantarillas y comenzaron a descender por la escalera que conducía al subterráneo. La oscuridad se cernía sobre ellos y solo podían confiar en la débil luz de sus linternas.
Finalmente, llegaron a la entrada de las alcantarillas y comenzaron a adentrarse en ellas, escapando de la escena de la destrucción que habían dejado atrás. Mientras avanzaban, podían escuchar el sonido de las sirenas de la policía acercándose y el rugido de los motores de los androides que seguían patrullando la ciudad.
Antes de que pudieran avanzar unos kilómetros más para llegar al bote que estaría esperando en el río, Hydra hace una pausa y le dice a Zero y Ana: "Hay otro asunto que debemos encargarnos. Cada ciudadano aquí tiene chips de ubicación puestos por el gobierno, no importa donde escapemos, siempre nos ubicará. ¿Qué vamos a hacer al respecto, chico?"
Zero frunció el ceño y se llevó las manos a la cabeza, pensando en una solución. Después de unos momentos, exhaló un suspiro y dijo: "Tendremos que sacarlos a la fuerza y será algo doloroso. Ana, ve y diles a todos lo que tendrán que hacer. Deberán abrir la zona donde está el chip y sacarlo a la fuerza. Podremos aprovechar y redirigir los chips para que nos rastreen a otro lugar, haciéndoles perder la pista".
Mientras tanto, Ana se acercó a los ciudadanos y comenzó a explicarles lo que debían hacer. Muchos estaban nerviosos y asustados, pero ella los tranquilizó y les aseguró que todo estaría bien.
Hydra y el resto del equipo comenzaron a prepararse para sacar los chips a la fuerza. Prepararon herramientas y suministros médicos para tratar las heridas. La tarea no sería fácil, pero sabían que era crucial para asegurar su libertad.
Finalmente, Zero regresó con un plan. Les indicó a los ciudadanos que se pusieran en fila y comenzó a dirigir la operación. Con cuidado y precisión, los chips fueron retirados de los cuerpos de los ciudadanos. A medida que avanzaban, los ciudadanos comenzaban a perder el miedo y ganar confianza.
Hydra y su equipo trabajaron rápidamente para sellar las heridas y evitar infecciones. A pesar de los momentos difíciles, el equipo de Zero logró sacar todos los chips y redirigirlos hacia otra ubicación. Con los chips fuera del camino, pudieron avanzar hacia el río y encontrar el bote que los llevaría a la seguridad.
El ambiente era tenso y la situación peligrosa, pero Zero y su equipo habían demostrado su valentía y habilidad para superar cualquier obstáculo. La vegetación densa y el terreno accidentado no fueron suficientes para detenerlos, y lograron cumplir su misión de escapar del control del gobierno.
Zero miró hacia el río, donde la luz de la luna se reflejaba en el agua y creaba un ambiente mágico. Había árboles y arbustos en la orilla, y se podía escuchar el sonido del agua corriendo en el fondo. Pero la tranquilidad se vio interrumpida cuando Ana le preguntó sobre el bote.
"Zero, ¿dónde está el bote? ¿Dijiste que habría un bote?", dijo Ana con preocupación.
Zero se mantuvo tranquilo y trató de calmar a los demás. "Tranquilos, pronto estará aquí", dijo mientras ponía su mano en el micrófono y se comunicaba con su IA Alfred.
"Alfred, ¿en qué ubicación está el bote y cuánto tiempo estimado de llegada?", preguntó Zero.
"Está llegando a tu posición", respondió Alfred en su voz suave y mecánica.
De repente, un bote de gran tamaño apareció en el río. Estaba camuflado y no se podía ver fácilmente, pero se movía solo, dirigido por la IA de Alfred.
"Bien hecho, Alfred", dijo Zero con una sonrisa de satisfacción.
El bote se acercó a la orilla y se detuvo justo en frente de ellos.
"Suban a bordo, tenemos que partir", dijo Zero
Zero y los demás subieron al bote y se sentaron en los asientos acolchados. El bote era lo suficientemente grande como para que todos pudieran sentarse cómodamente.
Mientras tanto, Alfred tomó el control del bote y comenzó a navegar por el río.
El viento soplaba suavemente y la luna brillaba en el cielo. La noche era tranquila y todos estaban agradecidos de haber encontrado un medio de transporte para escapar. Zero se sentó en silencio, contemplando lo que había sucedido hasta ese momento y pensando en el futuro.
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Comments
Alberto Herrera Gómez
wow. ni un ajedrecista avanzado.
2024-10-03
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