Una vez que Zero y Ana abrieron el bar Dana&Zack, Zero le dijo a su IA, Alfred: "Alfred, estamos listos. Quiero que envíes notificaciones de recomendaciones y publicaciones a todos los empleados de la empresa y a algunos residentes cercanos. Mándales notificaciones en sus móviles mostrando publicidad del bar. Será la mejor manera de atraerlos". Alfred respondió: "Entendido, Zero".
Mientras tanto, Ana estaba practicando cómo atender a los clientes y aprendiéndose la carta. Zero se acercó a ella en tono de broma y le preguntó: "¿Amada mía, estás lista?". Ana se sonrojó y le respondió: "Abstente de decir cosas vergonzosas mientras no hay clientes". Zero se rió y le aseguró que solo estaba bromeando.
La noche cayó y el bar comenzó a llenarse de gente, principalmente empleados de la empresa Robots X y otros ciudadanos que se habían ingresado del nuevo lugar en la zona. Los clientes se encuentran con un lugar azotado y que se acumulan las expectativas de un largo día de trabajo.
Dana, que en realidad era Ana, se movía entre las mesas con habilidad y gracia, ateniendo a los clientes con una sonrisa en el rostro. Mientras tanto, Zack, también conocido como Zero, se encuentra en la cocina preparando platillos deliciosos que hacían agua la boca que pasara cerca.
Los platillos que salían de la cocina eran una delicia para los sentimientos. El aroma de las especies y los ingredientes frescos llenaba el aire, mientras que los colores brillantes de los platos atraían la atención de los comensales. Los sabores erán una explosión en la boca, combinando sabores dulces, salados y picantes de una manera única y deliciosa.
Mientras los clientes discutaban de la comida y la bebida, los nano micrófonos instalados en cada mesa capturaban cada conversación y pequeño detalle, permitiendo a Zero y Ana obtener información válida sobre la empresa y sus empleados.
Entre las mesas, los empleados de Robots X comentaban sobre sus trabajos y sus jefes, mientras que otros ciudadanos hablan sobre sus vidas personales y sus problemas. Pero todos ellos compartían una cosa en común: la felicidad en sus rostros mientras desfrutaban de la comida y el ambiente del bar.
En la cocina, Zero se detuvo por un momento para observar el bar lleno de gente. Se sintió satisfactorio de ver a los clientes desfrutando de su comida y de saber que está más cerca de su objetivo de obtener información sobre Robots X. Pero también sabía que esto era solo el comienzo de su plan y que habría muchos desafíos por delante.
Mientras tanto, nuestro hacker estaba concentrado en la cocina preparando un plato especial para la mesa de los empresarios. Los aromas de la cocina se mezclaban en el ambiente del bar, creando una sensación de bienestar en los clientes. Uno de ellos se acercó a la cocina y preguntó curioso "¿qué estás cocinando?", a lo que respondió con una sonrisa "un platillo especial para los clientes más exigentes".
Mientras los clientes disfrutaban de sus bebidas y comidas, Ana y Zero seguían escuchando las conversaciones a través de los micrófonos. De repente, Ana notó que la conversación de los empresarios se volvía más tensa y en un susurro le dijo a Zero "escucha, están hablando de algo importante". Zero detuvo lo que estaba haciendo y prestó atención.
Fue entonces cuando escucharon la frase "el plan está en marcha, pronto la ciudad será toda nuestra". Zero y Ana intercambiaron miradas de preocupación, mientras Alfred seguía captando cada detalle de la conversación. De repente, uno de los empresarios hizo una pregunta incómoda a Ana, lo que provocó su respuesta contundente.
La tensión en el bar aumentó cuando los empresarios se levantaron de la mesa y se marcharon, dejando a los demás clientes y a los dueños del bar con un mal sabor de boca. Zero y Ana se quedaron pensando en lo que habían escuchado.
Los clientes del bar estaban tensos y callados mientras observaban el extraño comportamiento de un grupo de hombres que habían entrado poco antes. Dana, la camarera del lugar, notó la incomodidad de los clientes y decidió poner algo de música para aliviar el ambiente. Uno de los clientes se acercó a ella y le pidió que pusiera algo de música para relajar la situación.
"Dana, ¿podrías poner algo de música?", preguntó el cliente.
"Por supuesto", respondió Dana, colocando una canción tranquila que inundó el bar.
Mientras tanto, Zero, se comunicó con Alfred, su asistente virtual.
"Alfred, dime que lograste identificar a cada uno de esos hombres que salieron del bar", dijo Zero por el micrófono.
"Si, resulta que son la mano derecha de Simon Baker", respondió Alfred.
Zero escuchó atentamente y luego continuó hablando. "Necesito que recopiles todo lo que sabes de ellos y me mantengas al tanto", ordenó Zero.
"Entendido, Zero", respondió Alfred.
Mientras tanto, los pedidos seguían llegando y Dana cantaba con alegría las comandas a Zack, El ambiente se fue calmando poco a poco y volvió a ser constante y laborioso, hasta que finalmente todos los clientes del bar se fueron.
Después de que la última clientela se fue del bar, el ambiente cambió drásticamente. El bullicio y la algarabía se transformaron en silencio y tensión. Zero y Ana, los dueños del bar, se prepararon para cerrar y limpiar el lugar cuando un hombre corpulento y de rostro feroz entró en el bar. El hombre se sentó en la barra y dirigió su mirada directamente hacia ellos.
"Parece que has cambiado tu profesión Zero", dijo el hombre con una sonrisa irónica en su rostro.
Zero se puso nervioso al escuchar su nombre, pero Ana intervino rápidamente y le dijo "Creo que se confunde, él es Zack, mi esposo y es el chef de este bar". El hombre no pareció creerles y continuó observándolos.
"Parece que tienes esposa, eso sí que es revelador" con un tono sarcástico. Zero detallaba al hombre mientras le pedía a Alfred que lo analizara, pero no encontró datos sobre la identidad de este hombre. Entonces, el hombre volvió a hablar y dijo: "Hasta cuando vas a fingir, Zero y Ana. Ambos en un bar con identidades falsas, lo sé todo".
Mientras Ana se preparaba para sacar el arma que tenía debajo de la barra, el hombre habló de nuevo y dijo: "No soy su enemigo. Ya te olvidaste de mí, Zero? Soy Hydra, aquel que te contrató". El aire quedó en suspenso y Zero no podía creer que aquel hombre misterioso estuviera allí, revelando su rostro y apareciendo como si nada. "Hydra... imposible", dijo Zero, todavía en shock.
El hombre se mostró seguro de sí mismo y se presentó a sí mismo como Hydra. Zero y Ana no podían creer lo que estaba sucediendo. Zero recordó el trabajo que Hydra le había ofrecido en el pasado, un trabajo que lo había llevado a renunciar a su vida anterior y comenzar una nueva identidad.
El hombre comenzó a hablar con una voz más baja y profunda "parece que sus objetivos, son también los míos. Entonces porque no colaboramos de nuevo... como en los viejos tiempo, no te parece, Zero el fantasma"
Zero y Ana se miraron el uno al otro, sabiendo que no podían evitar este destino. La tensión era palpable en el aire mientras Hydra continuaba hablando y ambos intentaban procesar lo que estaba sucediendo.
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