Maximiliam llegó hasta la alcoba en la que descansaba luego de hacer sus labores como empleado de su propio hogar, eso no le molesta, ya que está acostumbrado al trato indiferente de su padre y de ese maldito al que llama hermano.
- Joven Max, que bueno que regresó, su padre el Emperador lo necesita en su despacho - *Dijo una sirvienta*
- Oh tranquila, voy en un momento - *Dijo Max sonriendo*
La sirvienta se fue y en el momento que esa mujer salió de su vista, el cambio totalmente su mirada alegre a una sombría y llena de odio, él también retrocedió en el tiempo, debido a que el conjuro necesita la sangre de la persona que deba volver el tiempo atrás, pero debido a que la sangre de Amarilis se mezcló con la suya hizo que él también volviera en el tiempo.
Maximiliam a diferencia de Amarilis que estaba dispuesta a aceptar su destino, él no lo haría, buscaría la forma de que eso no suceda, tratara de salvar su vida y la de Amarilis, ella es lo único que necesita en esa vida tan rota y podrida para ser feliz.
En cuanto a su padre sabe que le pedirá hacer una expedición a la frontera del bosque sangriento, esto es para que él muera de una vez, en su otra vida si, casi muere, pero gracias a unos plebeyos el logro sobrevivir fue por ello que tardo más tiempo en conocer a Amarilis.
Max ya se hartó de vivir a merced de su padre y de Augustus que por celos lo mató así que él se quedará con Amarilis, no con el trono, pero si hará que esté no tenga heredero nunca más.
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...En La Otra Vida...
Maximiliam fue el hijo que el Emperador engendro con una amante que tenía escondida en la capital, esto porque el matrimonio entre el y la emperatriz fue arreglado por sus familias, fingía amar a la emperatriz y ella ingenuamente también lo amo, hasta que llegó una mujer de cabello negro, sonrisa burlona y cuerpo seductor ante ella, esa mujer era la amante del Emperador y para colmo la hermana de la emperatriz, ella quedó destrozada al verla pues la mujer era acosada y maltratada por su familia y más por su hermana, ya que no se parecía a ninguno de su familia, así que creían que ella era una bastarda y le dieron el trato que merecía un bastardo.
Para todos los nobles eso fue un chisme caliente, saber que las hermanas compartían al mismo hombre fue algo de que reír y burlarse por parte de la emperatriz, la amante fingía que su hermana fue la que se interpuso entre ella y el Emperador, haciendo que la reputación de su hermana quedará por los suelos, Augustus quien era un niño de 4 años solo miraba desde lo lejos como su madre lloraba todas las noches por esa traición, por lo que un gran odio nació en esa amante y más al bebé que ella tuvo con su padre, porque si la amante llegó con un bebé en brazos el cual era idéntico a su majestad.
No fue hasta que en una noche Augustus sin razonamiento alguno asesino a la amante de su padre en su alcoba y estuvo a punto de acabar con la vida de Maximiliam el cual al verlo solo sonrió, esto detuvo por un momento a Augustus, pero recordar a su madre sufrir hizo que no le tuviera piedad a ese niño y antes de acabar con el, la emperatriz entre, quedó horrorizada, aunque al enterarse el motivo porque lo hizo ella solo rio por ello de una manera desquiciada, felicito a su hijo y le pidió ser ella quien acaba con el bastardo que nació de su hermana y antes de hacer algo los guardias entraron y se la llevaron a los calabozos.
Todos en el imperio se enteraron de que la emperatriz asesino a su hermana y por poco acabo con la vida del segundo príncipe, así que fue condenada a la guillotina, Augustus vio en persona como mataron a su madre sin misericordia alguna, fue entonces que aprendió a no tenerle piedad a alguien, su madre quien siempre fue buena con él murió de la forma más cruel y humillante posible, el solo mirar a Maximiliam con vida hacía que su odio aumentará cada vez más, anciana matarlo, hacerlo sufrir peor de lo que sufrió su madre.
El nunca amo a Amarilis, solamente se obsesionó con ella, porque su hermano la amaba, pero si fuera por el la hubiera dejado tirada moribunda sin importarle, pero no un poco esos eran sus pensamientos retorcidos.
Maximiliam sabía que culpa de lo que le pasó a la emperatriz, quien era su tía fue culpa de el y su madre, así que vivió a la sombra de Augustus, ya que el y su padre le metieron en la cabeza que todo ese desastre ocurrió por qué el llegó a este mundo, el acepto la culpa y nunca deseo nada, ningún acosa, pero fue Amarilis quien le hizo querer vivir, estaba dispuesto a dejar todo por ella y ella también, querían irse a un lugar y ser felices, ya que nada los ataba a sus familias, solo eran bastardos entre la nobleza, pero ahora todo cambio Maximiliam no se dejará vencer por Augustus, nunca fue culpa suya nacer jamás lo pidió, en todo caso fue el Emperador culpable no solo de dejarlo a merced de Augustus, sino de traicionar a la emperatriz y el se lo haría ver a todo de una buena vez.
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Comments
Lenita
Que bien, Max peleará por su felicidad
2024-03-08
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