Capítulo 8: Joyas

De Regreso Al Presente...

Amarilis vio como su padre miraba un punto fijo de su escritorio, ella al mirar lo que este tenía era una foto de la Condesa Nelly quien tenía entre sus brazos a su hermana y a ella, de verdad parecía muy feliz por tenerlas a las dos y fue entonces dónde recordó que en esos tiempos en el que ambas eran niñas fueron las mejores amigas del mundo y nunca se fijaban en la diferencia de sus ojos y cabello.

Para ese momento ella se preguntó cómo había cambiado todo ambas se adoraban y prometieron cuidarse y protegerse entre ambas, claramente esa promesa se rompió pues ella en un futuro la asesinara simplemente por ambición.

- Amarilis me puede jurar algo - *Dijo el Conde con un rostro relajado pero suplicante*

- Claro dime padre - *Dijo Amarilis tomando las manos de su padre*

- Por favor prométeme que si algo llega a pasarme, quiero que protejas a tu madre Nelly, se que Anabelle está tratando de acerle algo junto a Miriam, pero por más que busco no encuentro nada y eso me tiene asustado - *Dijo el Conde mientras ocultaba su rostro*

Amarilis no lo pensaría y claro que la protegería, pero también trataría de protegerlo a el, ya que en su rostro se ve su sufrimiento y una enorme angustia que jamás había visto en el, ni siquiera en su otra vida, su padre siempre se mostró seguro, tranquilo, recto hasta incluso furioso, pero jamás asustado o angustiado, eran obvias sus preocupaciones así que buscaría la forma de arruinar los planes de ambas y así librarse de su destino.

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Annabelle estaba en camino a ver a su madre Nelly quería saber el motivo por el cual su padre la habría castigado, ya que escucho de las sirvientas que ella junto a Amarilis incriminaron a Miriam y quería oírlo con sus propios oídos antes de sacar conclusiones.

Al pasar por un pasillo vio como una sirvienta entraba a la habitación de Amarilis pero con mucho cuidado como si no quisiera que alguien la encontrará, así que ella fue tras ella.

Al entrar vio como está tomaba joyas e incluso un vestido con mucha seda, aquel vestido era el más costoso que tenía Amarilis por lo que supuso que lo robaría, lo mejor sería irse y que Amarilis arregle las cosas por cuenta propia pero algo en ella le dice que debe impedir aquello.

- Hey que haces ladrona - *Dijo Annabelle molesta*

- Eh, bueno yo... solamente iba a lavar este vestido - *Dijo aquella mujer muy nerviosa*

- Me crees estúpida, todos saben que la ceda hay que lavarla con vapor y solamente lo puede hacer alguien experto, oh también necesitás lavar las joyas que escondite en tu vestido - *Dijo Annabelle molesta y azotando la puerta*

La mujer en ese momento se asustó muchísimo ya que nunca había visto a la heredera tan enojada y como muchas mucamas le habían dicho que ella odiaba a su hermana ilegítima no le importaría si le robaba cosas a la bastarda.

En ese momento Amarilis abrió la puerta y al ver la situación le sorprendió un poco ya que recordó que desde ese día muchas de sus cosas desaparecían, ella siempre creyó que Annabelle era quien las tomaba solamente para molestarla, pero ahí estaba ella molesta y una mucama que nunca había visto.

- Annabelle que está ocurriendo aquí - *Dijo Amarilis con su rostro serio*

- Lo que ocurre es que esta mujer entro a tu habitación a robar tus pertenencias, vio como entraba muy sigilosamente a tu habitación, estaba por llevarse un vestido que padre te regalo y unas joyas que guardo en su vestido - *Dijo Annabelle molesta*

- Oh ya veo, Annabelle podrías ir por los guardias - *Dijo Amarilis*

- Claro - *Dijo Annabelle y se marchó*

Al poco tiempo Annabelle regreso junto a tres guardias y a su padre el cuál quería una explicación de la situación.

- Hija dime qué ocurrió - *Dijo el Conde Magnus*

- Bueno ella quería llevarse algunas de las pertenencias de Amarilis y cuando la encontré comenzó a dar excusas estúpidas por el cual se las quería llevar - * Dijo Annabelle*

- Como te atreves a querer robarle a esta familia, guardias lleven la al calabozo, estará en ese lugar durante 60 días, solamente denle pan y agua, luego de tu condena serás despedida - *Dijo el conde furioso y llendose del lugar*

Los guardias hicieron caso y se llevaron a rastras a la mujer la cula pedía piedad por ello, diciendo que comedio un error pero que no la despidieran ya que al momento de despedirla su currículum quedaría manchado y sería casi imposible conseguir trabajo como mucama.

Con todo esto Amarilis y Annabelle se quedaron solas en aquella habitación, fue en ese momento que Amarilis le pregunto el motivo por el cuál ella estaba cerca del lugar, porque era algo sospechoso para ella.

- Yo quería ver a mi madre, me dijieron que el conde la encerró por difamación, así que quería saber si era verdad - *Dijo Annabelle sin mirarla a los ojos*

- Oh bueno, en realidad ella se sintió mal y el conde le pido ir a descansar solamente fue eso - *Dijo Amarilis ya que notó preocupación en la mirada de Annabelle*

- Bueno gracias por decirmelo yo iré a verla - *Dijo Annabelle tratando de irse*

- Gracias hermana - *Dijo Amarilis sonriendo*

Annabelle al escucharla se detuvo ya que desde hace 10 años no le había vuelto a decir hermana, no volteo la mirada pero sonrió por ello.

- No fue nada pequeña Amis - *Dijo Annabelle por último y llendose de la habitación de su hermana*

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Annabelle iba directo a la habitación de Nelly ya que estaba preocupada por ella, pero fue interrumpida por Miriam que al verla se soltó a llorar en sus brazos algo que dejó desconcertada a Annabelle.

- Madre Miriam que ocurre - *Dijo Annabelle confundida*

- Yo estaba muy preocupada por tí, tu padre me encerró por lo que tu madre y hermanastra dijieron sobre mí - *Dijo Miriam colocando sus manos en su boca*

- Ya descuida hablaré con el, seguramente entenderá que fue un mal entendido y nadie será castigada - *Dijo Annabelle tratando de calmarla*

- No creo que sea una bueno idea, tu padre antes de encerrar a tu madre oí que le reclamo por haberte tenido, le dijo que ojalá y tú no fueras su hija el ya te hubiera votado de la mansión junto a tu madre porque ustedes son la desgracia de el - *Dijo Miriam llorando más fuerte*

Al levantar el rostro pudo ver cómo lágrimas caían de su rostro, así que Annabelle solamente tomo su vestido y se fue muy rápido del lugar llendo directamente a su habitación en dónde se encerró y comenzó a soltar su llanto en la almohada que tenía para que nadie la escuchara.

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Hola mis lectores, una enorme disculpa se que estoy dejando mucho tiempo entre cada capítulo, no es mi intención hacerlo y tampoco falta de imaginación, solamente es la falta de tiempo y por ello me disculpo.

También porque quería mandarle un saludo a:

🩷 Budespenser 💕.

Muchas gracias por leer mi novela besos y abrazos. 🥰

Sin más hasta el próximo capítulo besos.

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