Capítulo 10: Llanto

En El Presente...

Annabelle había dejado de llorar, pero sus ojos aún estaban rojos del llanto, se levantó de la cama e iba en dirección a la puerta para salir al jardín.

Pero al momento de abrir la puerta se encontró con Amarilis la cual se notaba sorprendida de verla en ese estado y como no Annabelle no dejaba que nadie la mirara en su forma más vulnerable ya que si quería heredar el Condado de su padre debía actuar de manera ruda e insolente para lograr o eso era lo que pensaba ya que su padre no quería que se convirtiera en un ser sin emociones solo por el mísero título.

- Annabelle estás bien?? - *Dijo Amarilis preocupada*

- ¿Que?, no yo estoy bien solo me lastima la luz del sol - *Dijo Annabelle con un rostro mucho más serio de lo normal*

- No mientas, tu cuarto está en completá oscuridad no hay forma de que haya lastimado el sol - *Dijo Amarilis con su mirada seria*

Annabelle miro otra vez su cuarto y era verdad lo que decía su cuarto está en completa oscuridad por lo que su excusa era completamente errónea.

- Dime una cosa Amarilis - *Dijo Annabelle con su rostro agachado*

- Eh, claro dime - *Dijo Amarilis confundida pero segura de sus palabras*

- Porque lo hiciste - *Dijo Anabelle mordiéndose los labios*

- Hacer que?? - *Dijo Amarilis confundida*

En ese momento Annabelle estallen llanto y se dejó caer al suelo ya no le importaba si ella la miraba de esa forma tan penosa, sentí tanto cansancio en su alma, ella misma se sentí como una completa inútil por querer competir contra la perfecta Amarilis ya que podría no ser la más inteligente y ser completamente ingenua pero por eso mismo todos la querían mucho y eso le dolía ya porque ella siempre se esforzaba por ser amada por alguien más, porque en sus adentros no valía la pena saber si sus padres la amaban.

Por eso mismo fue tras el principe heredero, quería demostrarle a todo el mundo que ella podría ser amaba por alguien importante, pero como siempre todo el mundo quiere a su hermana con solo verla, incluso el principe.

- Porque o como haces para que todo el mundo te ame, yo quiero recibir ese amor que todos te dan aunque sea un poco - *Dijo Annabelle cubriendo su rostro con sus manos para que Amarilis no viera su llanto*

Amarilis al escuchar esas palabras se quedó callada preguntándose a qué se refería, en sus adentros Annabelle parecía la favorita de todos y ella simplemente era una sombra sin uso ni voto, pero ahora que volvió se a dado cuenta que entre ellas no solo está ese muro que pusieron para odiarse, si no para ya no seguir lastimandose una a la otra con sus inseguridades.

Amarilis se agachó a su altura y le dió un abrazo, el cuál Annabelle acepto, porque era lo que más necesita en ese momento.

- Perdóneme, a decir verdad yo creí que tú eras a la más amaban y yo solamente era un estorbo para tí - *Dijo Amarilis quien también comenta llorar*

- Creí que si me alejaba de tí, yo podría dar felicidad, pero me di cuanta que al hacerlo te quito la tuya y no quiero eso, también mereces ser feliz - *Dijo Amarilis aferrándose a su hermana*

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Annabelle y Amarilis estuvieron toda la tarde hablando sobre sus problemas, el como se sentía la una y la otra, hasta llegar en dónde comenzó el odio innecesario entre ambas.

- Entonces todo eso ocurrió - *Dijo Amarilis molesta*

- Si, siempre que pedía una explicación las doncellas y mucamas me decían que nunca me invitaron a ninguna reunión familiar o incluso que se habían olvidado de mi - *Dijo Annabelle abrazando una almohada*

Amarilis se molestó bastante y también con ella misma por nunca haberse dado cuenta lo que ocurría con su hermana, era obvia sus razones para odiarla si es que todo lo interpretaba como ella, sentirse olvidada por tu familia, traicionada por ti hermana que creías intachable y para colmo la servidumbre hablando pestes de ti, cualquiera comenzaría a odiar todo de su entorno.

- Te juro que madre siempre te busco y tus doncellas le decían que enfermabas o que estabas muy ocupada con tus estudios, aún con todo esto nunca desistió, el día que tú me empujaste durante la cena, cuándo madre supo de tu vendrías se emociono tanto que le dijo al chef que preparara tu comida favorita - *Dijo Amarilis, queria que Annabelle supiera el brillo que había en los ojos de su madre aquel día*

Annabelle comenzó a llorar nuevamente, ya que ella siempre creyó lo que la segunda esposa decía, que sus padres no la querían y que el único motivo que su padre la quería era por pura lastima, esto hizo que se aleja de ellos y no los volviera a buscar, era claro que ella fue manipulada por Miriam solo para arruinar su vida o porque quería algo más.

- Annabelle escucha, padre, madre y yo te queremos mucho de eso no lo dudes, ven haya que ir con padre para aclarar esto - *Dijo Amarilis tomando sus manos*

- Pero yo tengo miedo - *Dijo Annabelle triste y temblando del miedo*

- Descuida yo estaré cuidándote como cuando éramos niñas - *Dijo Amarilis abrazándola*

Annabelle correspondido y suspiro de felicidad ya que por fin pudo saber la verdad y ahora trataría de recuperar el tiempo perdido con las personas que amaba.

Pero detrás de la puerta, una doncella que trabaja sirviendo a Lady Miriam las está escuchando, ella lucía molesta y algo asustada por la reacción de su señora al enterarse que la primogénita del Conde había salido de su control y que la bastarda de Amarilis les sería un obstáculo para los planes de su ama.

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