Espere por ti.

Benjamin nos regaló un lindo espacio para los tres, recorrimos la ciudad los tres.

Al llegar a casa, Abi había quedado profunda así que la llevamos a su habitación.

Yo no quería soltarla, era increíble que tuviera a mi hija en mis brazos.

- No sabes lo feliz que estoy al ver como amas a Abi, dijo Benjamin

- No tienes idea de cómo la amo, ella es mi hija, dije

Tome de la mano a Benjamin, le dije que necesitaba hablar algo importante con el.

En nuestra habitación le conté todo lo que me había dicho Abi, en otro escenario otro diría que estoy loca, pero se que él me creería.

Omití la parte donde siempre tengo un final cruel, se que todos llegamos a esta vida para lograr una misión y luego morimos, diríamos que es la ley de la vida. Pero al parecer yo siempre moría de la manera más trágica, no se me tiene permitido ser feliz. A este punto mi miedo iba en aumento pues yo era extremadamente feliz, estaba viviendo tiempo extra.

Benjamin estaba feliz de saber que la conexión con Abi iba más allá de este mundo.

Escuché como tocaban la puerta, fui a atender. Era Susan quien traía un paquete para mi, desde aquel incidente la había convertido como mi asistente personal, sabe muy bien que si hace un paso en falso, acabo con ella.

- ¿Qué traes ahí? Pregunto Benjamin

No quise responder, saqué del paquete unas esposas, se las puse a Benjamin atándolo a la cama.

Mientras me marchaba al baño, lo escuchaba hablar pero no le puse atención.

Salí vistiendo un diminuto traje de policía, traía un látigo es mis manos.

Coloque música y comencé con un baile lento, trataba de dejar a la vista mis partes íntimas para que mi esposo se desesperara. Escuchaba como las esposas golpeaban la cama.

Me subí en su pecho y comencé a desvestirlo.

-Nena suéltame, quiero tocarte, decía

- No se equivoque señor. No soy tu nena, soy una oficial y vengo a castigarte. ¿Dime eres un chico bueno o malo? Dije, luego bese su virilidad.

- Soy malo!! Muy malo respondió

Comencé a darle placer con mi boca, con cada movimiento Benjamin lanzaba un gruñido. Aumenté mi ritmo cuando sentí que llegaría el clímax.

Escuchaba a Benjamin suplicar para que lo soltara así que decidí hacerlo.

A penas le quite las esposas, Benjamin me dio vuelta y me dejó debajo suyo, mis piernas quedaron en cada uno de sus hombres y sin espéralo me embisto. A este punto diría que la cama pronto se caería. Las embestidas de mi esposo era fuertes. Creo que recorrimos toda la cama en muchas posiciones, definitivamente había creado un demonio.

Después de tanto amor acabamos en la bañera, mi espalda estaba recostada en el pecho de Benjamin, yo miraba mi mano, era irreal que tuviera una argolla puesta, sentí como me puso su mano sobre la mía. Era hermoso ver nuestros anillos juntos.

-Cariño quiero preguntarte algo, dijo Benjamin

- Dime

- ¿Antes de mi no tuviste novio? Pregunto

- Lo tuve, pero creo que tú verdadera pregunta es. ¿ Por que seguia siendo virgen? ¿Verdad?

- Eres muy astuta, respondió

Me di vuelta y me senté sobre el.

-Si tuve un novio y algunos pretendientes, pero el destino no quiso que me acostara con el, quizás ya estaba escrito que mi elegido serías tu, respondí

- Me halaga saber que esperaste por mi, pero también me avergüenzo de no haber esperado por ti. Dijo Benjamin.

- Amor te contaré mi trágica vida amorosa, también quiero que sepas por que el destino no permitió que perdiera mi virtud hace tiempo.

- Adelante respondió

- Como bien sabes por mi supuesto problema de locura y el uso de los supresores dejé a un lado el tema del enamoramiento.

En la universidad conocí a un compañero, su nombre era Gael, un chico lindo y tierno, nos hicimos amigos, Laura también se unió a ese loco trío de amistad.

Un día me confesó que sentía algo por mi, yo solo lo veía como un amigo, aún así quise intentar tener una relación con el. Pensé que quizás al estar juntos comenzaría amarlo.

Las cosas iban bien, salíamos y nos dábamos un par de besos, jamás sentí las mariposas en mi estómago. Nunca le dije como me sentía pues me daba pena por el. Después de unos meses el me dijo que quería tener intimidad conmigo, yo la verdad no me sentía bien con eso. Gael insistió tanto que al final dije que si. Llegue a pensar que quizás después de estar juntos iba a sentir algo por el.

Quedamos de vernos en su casa, él me entregó las llaves como voto de confianza, dijo que llegara después de las 8pm , él me esperaría en la habitación, me tendría algo especial.Yo quise también ser especial, así que llegue un par de horas antes de nuestro encuentro. Llevaba bolsas con comida, un vino, quería hacerle una cena y luego si que pasara lo que tenía que pasar.

Tan pronto llegue a su casa escuché algunas voces así que rápidamente me escondí detrás del sofá. Escuché a unos chicos hablar, uno hablaba con alguien en el celular, el horror llegó al saber que era Gael es que estaba al otro lado de la línea.

Según escuché le decían que las cámaras ya estaban listas en la habitación, que habían colocado una más en la sala y cocina por si quería hacerlo ahí también. Le advirtió que se encendería Justo a las 8pm así que debía esperar hasta esa hora para iniciar. El hombre colgó, luego comenzó a grabarse con su celular.

Se colocaron unas máscaras de osos y comenzaron con un en vivo. Decían que esta noche tendrían un capitulo más de su sesión especial, la llamaban “las puritanas en verdad son unas zorras”. Esta noche en Oso gris le quitaría la virginidad a una mojigata universitaria. Invitaba a seguirlos en su página.

Yo solo me tapaba la boca, tenía tanta rabia que quería gritar.

Escuché como se marcharon, solté todo lo que traía y lloré, no es por el echo que lo amara y me lastimara, era el tema de mi dignidad, estaba siendo engañada.

Llame a Laura y le conté todo, ella quería ir a buscarlo y romperle la cara, tuve que tranquilizarla, le propuse un mejor plan.

Iniciariamos una venganza épica…

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