Una boda, muchas visitas

(Narra Mariana)

En medio de mi dolor, vi la figura de dos personas que siempre veía en mis sueños, yo seguía en brazos de Benjamin.

Vi como la mujer de cabello morado se acercó a mi, colocó sus manos sobre mi cuerpo, era como si tratara de sanarlo. Sentí que mi ojos se cerraban y caí en un profundo sueño.

Desperté en la habitación de Benjamin la cual ahora era mía también, mire a mi lado y estaba mi bello hombre durmiendo a mi lado.

- Cariño… dije

- ¡Mariana ! Gracias a Dios que despiertas. Dijo Benjamin

- No recuerdo muchas cosas, dime si es verdad que mis padres llegaron, pregunté

- Asi es, ellos están abajo, los llamaré para que hables con ellos, ¿Si es que así lo deseas ? Pregunto

- Antes de que los llames dime ¿Como está Abi? Pregunté

- Bien Cariño solo tiene un pequeño golpe en el labio. Respondió

- ¿Podrías traerla? Pregunté

Vi como Benjamin se fue, volvió un par de minutos después con Abi, detrás venían mis ahora llamados padres.

- Mariana!! Grito mi madre

Mi padre me abrazó, solo escuchaba su llanto, me decía que me amaba que yo era todo en su vida.

Benjamin salió de la habitación y nos dejó hablar en privado.

- Tienen muchas cosas que explicarme, por muchos años creí que estaba loca. Mencioné

Mi padre puso su mano en mi frente, poco a poco llegaron las visiones, eran las mismas que una vez vi pero ahora sabía todo, mi vida en realidad como Mariana de Zenda.

-¿Como llegaron aquí? Pregunté

- Te hemos buscado por alrededor de 1000 años , no teníamos pistas claras sobre ti, hace unos días sentimos tu aura, tuviste que tener alguna experiencia fuerte para que se activara, dijo mi madre.

-Bueno lo único fuerte y diferente es que perdí la virginidad… mencione

- ¿Te uniste a un mortal? Dijo mi padre

- ¿Un mortal? Un humano como yo. Dije

- Mariana nos tenemos que ir, este no es nuestro mundo, somos de uno lleno de magia, aquí no somos fuertes, casi no te puedo sanar, tu eres fuerte más que el promedio, pero no posees ni la mitad de magia que en algún momento tuviste. Así que quiero que sepas que no perteneces aquí. Dijo mi madre

- ¿No se quedarán? A penas los encontré y ya se van? Dije llorando

- Solo se nos permitió venir por unos días, volveremos, pero debemos advertirte algo, el mundo de donde venimos nos llama, tarde o temprano te llamará a ti y debes volver. Dijo mi Padre

- ¿Irme? ¿ Que pasará con Benjamin y Abi? Los puedo llevar? Pregunté

No me respondieron, solo vi como desaparecieron.

Benjamin entró, venía con una charola de comida.

- Benjamin debemos hablar, dije

- Lo se, puedo jurar que sentí que estaba en esta habitación, escuché todo. Respondió

Tome sus manos, Abi seguía en mi regazo.

- Escúchame bien Benjamin, te amo más que a mi vida, no solo a ti, también a mi pequeña Abi, no los dejare por nada. ¿Lo entiendes? Pregunté

Benjamin se acercó, sentí su abrazo, era fuerte pero a la vez lleno de inseguridad.

De alguna manera debía hacerle sentir que yo estaría junto a él siempre.

Mi suegra entró, venía con llanto en sus ojos.

- Mi niña que alegria verte bien!! Decía

- Lo estoy, discúlpame si te cause agobio, no pensé , solo corrí detrás de Abi sin mirar las consecuencias. Dije

- Comenzare con las llamadas para cancelar la boda, con todo esto no he tenido tiempo para hacerlo, mencionó

- No!! No lo hagas, yo estoy bien, mis padres me han curado, no se notan los golpes, dije

- ¿Estas segura Mariana? Podríamos esperar, dijo Benjamin.

- No! Hoy es el día más especial de mi vida, no sabes cuánto deseo ser la señora Madox, respondí

Había todo un alboroto en la casa, no podían creer que después de lo que pasamos, se celebraría una boda.

Yo estaba alistándome en la habitación, Benjamin estaba esperándome abajo para iniciar.

Ayer no alacance a elegir un vestido, así que mi suegra lo hizo por mi, en el momento que me lo entregó lo amé, era tan sencillo, ella conocía perfectamente mis gustos.

Salí de la habitación en busca de mi futuro esposo, él estaba como siempre en el teléfono, hasta última hora trabajando, estaba preocupado por la seguridad, así que envío a redoblarla.

Lo vi y mi corazón se aceleró, yo nací para amar a ese hombre.

Eran pocos los invitados, solo el círculo más cercano, vi a Laura sentada, pensaba que no vendría pero ella no me dejaría sola en este día tan importante.

Camine hacia el, el delegado nos esperaba para dar inicio a la ceremonia. Benjamin me recibió, sus manos eran cálidas.

- Estás hermosa, dijo besando mi frente

- Tú igual, estás muy guapo señor Madox.

Vi como sonrió

Comenzamos con la ceremonia, pronto me convertiría en la señora Madox. Mi corazón estaba dividido, estoy feliz por casarme con Benjamin, pero por otro lado descubrir que no soy huérfana y que mis padres no estén aquí, me causa tristeza.

Nos declararon Marido y mujer, Benjamin me besó con tanto amor, sentía como se aferraba a mi, como si temiera que esto no fuera real.

Todos los presentes pasaron a darnos sus felicitaciones.

Laura se acercó y me abrazó, paso al lado de Benjamin sin esperarlo, le lanzó un golpe en el rostro a mi esposo.

- Te dije que debías cuidarla!! Si le pasaba algo te golpearía!!! Dijo Laura enojada

- Laura… Benjamin no me lastimo lo sabes… dije

- Lo se, pero él debía protegerte!! Espero no me despida señor Madox, dijo Laura

- No, no lo haré, lo merezco, yo debía protegerla. Respondió Benjamin sobándose su mejilla.

La fiesta comenzó, todo era hermoso en ese lugar, de verdad mi amada suegra había puesto todo su amor aquí.

Yo bailaba con Benjamin, era como si danzáramos sobre las nubes.

Al fondo vi como una mujer entraba, estaba vestida de negro, evocaba la muerte con su presencia. Me miro y levantó su copa en forma de brindis.

Benjamin la miro, vi como frunció su ceño.

-¿Alguna ex, esposo? Pregunté

-Se llama Gabriela, diría que estuve a punto de casarme con ella. Respondió

La mujer se acercó, a nosotros, la atrevida pasó por el medio de la pista, sin importarle qué estábamos en un momento íntimo.

- Benjamin, no puedo creer que estuvieras tan desesperado, después de estar conmigo, lo minimo es que tuvieras una mujer decente a tu lado. Dijo La mujer

- Gabriela, nadie te invito, y te puedo asegurar que mi esposa es mucho mejor que tú, no le llegas ni a los talones, no tienes permitido estar ante ella. Respondió Benjamin.

- Benjamin he vuelto, vine a recuperar lo mío, y tu querido eres mío, lo mejor es que me escuches ahora, te interesa saber que vine a a decirte, dijo Gabriela.

- Que bueno que las “viejas” amigas vengan a verlo, pero ahora no podrán hablar, debo llevarme a mi esposo, estoy tan excitada en este momento que deseo que mi esposo me tome con rudeza, esa que me vuelve loca. Te recomiendo agendar una cita en una semana más o menos, para esa fecha ya hemos terminado con nuestra faena. ¿Me imagino que tú sabes muy bien de lo que hablo? Dije

Bese el lóbulo de Benjamin y le hablé.

-Cariño no tienes idea cuan mojada estoy en este momento, te deseo tanto, no me hagas esperar.

Benjamin me levanto en sus brazos y me saco del lugar. Mientras me marchaba, me despedí de Gabriela por encima del hombro de mi esposo.

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