Mi hija

( Narra Mariana)

Pasamos unos días en familia, compartimos con Abi y mi suegra.

Mi amado esposo no quería dejarme salir de la habitación a este ritmo ningún método anticonceptivo iba a funcionar, me dejaría embarazada y de 10 mínimo.

Volvimos a la compañía, Benjamin quería que trasladara mi oficina a su piso pero me negué, cada uno necesitaba su privacidad, todos sabían que ahora era la señora Madox, se sentía como la forma de hablar de todos los empleados era con más respeto, aunque había uno que otro comentario de que yo era una trepadora.

Las visiones de mi antigua vida pasaron, ahora tenía una conexión con Benjamin, podíamos hablarnos sin usar el teléfono. Era nuestro propio medio de comunicación.

Sabía que él podía ver lo que yo veía si así lo quería, le jugaba muchas bromas, a veces iba al baño y me desvestida enfrente del espejo, comenzaba a tocarme de una manera muy sexy. Sabía que Benjamin estaba en reuniones pero en un minuto estaba en mi oficina, hacia que todos abandonaran el lugar y me reclamaba como suya ahí mismo. Yo le llamo mantener la llama del matrimonio encendida.

Los días eran buenos, yo llevaba a Abi conmigo siempre, se que ella amaba estar en producción envuelta de telas.

Sentí que Benjamin abrió la conexión, eso solo significaba que estaba ansioso por que viera algo.

Estaba en una cena de negocios, había llegado Gabriela, según decía venia a realizar un contrato, pronto tendría un lanzamiento y quería los insumos de compañía Madox.

-Gabriela no sabía que vendrías a esta reunión, dijo

- Ben mi amor solo son negocios, no te asustes, dijo Gabriela sentándose

Vi como cruzo las piernas de manera sensual, esa maldita definitivamente se quedaria sin cabello después de que yo la sujete para arrastrarla. Pensaba

- La verdad no deseo hacer negocios contigo Gabriela, lamento que tú venida sea en vano, respondió mi esposo.

- ¿Acaso tu mujer no te da permiso? ¿Eres su perro faldero? Dijo Gabriela con burla.

Vi como los demás socios soltaron la risa, mi pobre esposo estaba siendo una burla.

- No le veo el chiste, si ustedes tuvieran una esposa como la mía, vivirían arrastrado a sus pies. Gabriela tu jamás sabrás que se siente que un hombre te idolatre, así como yo lo hago con mi esposa. Si me disculpan señores, me debo retirar debo ir a besar el piso por donde mi esposa camina, dijo Benjamin y se marchó

- Amor!! Todo eso que dijiste… fue espectacular dije

- Mariana lamento mucho que tengas que escuchar esto, pero quiero que no tengamos secretos. Respondió Benjamin.

- Gracias, me siento muy amada, te voy a dar un regalo, me vestiré de policía e iré hacer una captura!! Dije

- Mariana me vuelves loco!!! Dijo Benjamin

Sabía que mi esposo tenía más compromisos ese día y yo tenía que adelantar mucho trabajo.

Había algo que me intranquilizaba, Abigail era una niña muy avanzada, ella cumpliría dos años y ya entendía muy bien, podía tener una conversación real con ella.

¿Será como yo? Vendrá de otro mundo, solo he visto la misma chispa y picardía en otra persona y esa era yo.

- Abi mi amor, ven quiero hablar contigo, dije

- Si mami, respondió mi turrón

- Abi, ¿quiero que me digas la verdad, tú no eres una niña común verdad? Pregunté

Vi como Abigail sonrió…

-Te demoraste mucho en preguntar, respondió

-Lo sabía!! Señorita que escondes dije

- Mami llévame por un helado, te contaré todo. Respondió

-Abigail me estás asustando, ¿no eres un ente maligno verdad? Pregunté colocándole su chaqueta, afuera hacía frío, la verdad no entendía por que quería helado.

Salimos de la empresa, Benjamin me había puesto más de 10 hombres para que me cuidaran, era un exagerado pero no se lo discutiría.

Llegamos a la cafetería central, vi mensajes de Benjamin, le dije donde estábamos, por si salía temprano nos viniera a recoger.

- Bueno Abi, suéltalo todo dije

- Empezare por decir que esta es mi primera vida real, siempre estuve en un lugar llamado de paso, yo debí nacer hace más de mil años en el mundo mágico de donde vienes. Tú eres mi madre en realidad, solo que yo no pude ver la luz de sol en ese mundo. Dijo

-¿Que? ¿Pero yo en la otra vida no tuve hijos? Ni siquiera tuve un novio como tal, respondí

- Te contaré toda la historia, Mamá.

Comenzó el relato Abigail…

Como te decía yo no vi la luz del sol ya que jamás se completó la unión tuya con mi padre, el destino ya estaba escrito, tú encontrarías un hombre el cual se uniría, fruto de esa unión quedarías embarazada de mi. Por desgracia no lo llegaste a conocer.

Mi padre era el hermano de sangre de Camilo, después de que ti cometieras el acto atroz de lanzar a su hija por ese acantilado, tú te lanzarías también, no ibas a morir pero si te desaparecías por un tiempo del radar de los Zenda.

Años después te encontrarás con un hombre de cabello azul, muy parecido a Camilo, en un acto de venganza te meterías con el, te uniste, lo usaste, sabías que él quedaría prendido a ti por siempre, mi padre se llamaba Leonardo.

Tú lo envenenaste diciendo que él era un despreciado por Samuel y Camilo, le creaste odio en su alma, le diste indicaciones de cómo atacar a los Zenda pero lastimosamente murió, tú te enteraste que estabas embaraza, ya tenías un embarazado avanzado cuando tu hermano Camilo te encontró. Él tenía dolor de todo lo que le causaste, tuvieron una batalla, él jamás se dio cuenta que en tu vientre estaba yo.

El tío Camilo nos dio fin ese día, es una lástima que tu destino está escrito, existe tantas líneas alternas pero en todas está tu muerte marcada.

No se por que llegue a este mundo, no me adapte tan rápido, al principio pensé que solo fue una vida que me dieron como premio de consuelo ya que no tuve una. Pero poco después te conocí, sentí en mi interior que tu eras mi madre, vi tanto amor en tus ojos que fácilmente me conecté, aun tenía episodios donde mi conciencia iba y venía, así que en ocasiones era una niña normal para mi edad.

El día del secuestro, despertó por completo mi conciencia, la verdad pensé que Dios nos dio una oportunidad de estar juntas, que esta vida si era la buena, pero vi como te golpeaban, también trataron de hacerlo conmigo, llegue a pensar que de nuevo estábamos en una línea alterna donde de nuevo íbamos a morir.

Me protegiste como una leona a su cachorro, yo suplicaba a Dios que nos diera una oportunidad, yo quería vivir a tu lado en este mundo, luego vi como los abuelos llegaron. Te curaron y también me curaron a mi.

Mi corazón sufre desde el día que los escuché decir que en algún momento el otro mundo te va a reclamar, es probable que nos abandones, yo amo a mi padre, a Benjamin y no quiero verlo sufrir por tu partida.

Cuando los abuelos te curaron, mi padre al ver que no reaccionabas estaba desperado, el llanto de ese hombre se escuchaba en todo la bodega, yo lloraba solo al ver el sufrimiento de el.

Mamá solo dire que el día que te marches mi padre morirá.

Termino el relato…

- Abigail no puedo creer que en verdad eres mi hija, pero al mismo tiempo quiero que sepas que te amo demaciado, ayúdame a encontrar una manera para que me pueda quedar aquí, yo deseo estar junto a ti a Benjamin, si por alguna razón me arrastran a ese mundo, juro que los buscaré. Dije besando sus manos.

Abigail se recostó en mi pecho, sentí que Benjamin llegaba al lugar. Dejo todo tirado solo por estar con nosotras un rato.

- Lo que más me preocupa es que el destino es caprichoso, sea la vida que elijas siempre la muerte te alcanzará. Dijo Abigail

Juro que encontrare la manera de cambiar esta línea de tiempo. No moriré… le susurré a Abigail

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