El sol que más alumbra

Buen día señor, dijo Joaquin abriendo la puerta de la casa, yo lo mire con ganas de responder ¿que tiene de buenos? Pero él era como mi padre, ha trabajado para nosotros por más de 40 años, es un hombre sabio.

- Joaquín hoy es no es un buen día, respondí tocando su hombre.

-Señor claro que lo es, en su rostro veo un destello de luz, eso debe ser por algo en especial. Respondió y se marchó.

Mi destello de luz se llama Abigail, ella es el sol que más alumbra en esta casa.

Fui en búsqueda de mi madre, ella estaba en su invernadero, la veía arreglar sus plantas, se que ella lo hacía para despejar su mente, este lugar era su refugio. Me quede en la puerta un momento, no sabía como iniciar una conversación.

- ¿Era ella verdad? Pregunto mi madre

- Lo era, respondí seguido con un suspiro.

Vi como mi madre se quitaba sus guantes, dejó sus implementes de jardinería y se acercó a mi.

- Al menos ya no nos tenemos que preocupar por el paradero de Amanda, ya sabremos donde está. Dijo y besó mi mejilla.

Tenia razón, mi hermana era un caso perdido, siempre tan ausente, tanto dinero pagado a detectives para que la encontraran, tantos pagos a personas de mala reputación. Amanda reposara en una tumba, en ese lugar podríamos visitarla por el resto de nuestras vidas.

Madre, debemos iniciar un proceso por Abi, quería pedirte ¿si es posible que yo puede ser su tutor legal? Pregunté

- No se dice Tutor legal, se dice, Su padre. Respondió mi madre con una sonrisa en medio de su dolor.

Yo solo asentí

Ese día no fui a la empresa, miles de llamadas aparecían en la pantalla de mi celular, Laura mi asistente personal llegó a mi casa, le pedí que se encargara de todo lo qué Industrias Madox, mientras que mi madre y yo le dábamos el adiós a Amanda.

Me reuní con mi abogado, necesitaba que iniciaría de inmediato las labores de adopción, por ahora nos dejaron a Abi, servicios sociales eran conscientes que estaba bien bajo nuestro cuidado.

2 semanas tardo el proceso de adopción, las pruebas de paternidad eran positivas, El tal Andrés era el padre legítimo de Abi, el juez citó a él hermano de Abi, el único hijo vivo de anterior Matrimonio de Andrés. El dejo en claro que no quería saber nada de Abi, desistió de su derecho. Al menos no habría una pelea por eso.

Legalmente Abi era mi hija, desde hoy era la heredera de Benjamin Madox.

Esa misma noche, llegue a mi casa, en mi portafolio estaban los papeles de adopción, los guardias en mi caja fuerte como el tesoro más grande. Entre un momento a la habitación de Abi, como cosa rara Nani dormía, la verdad no entendía cuál era su función en la noche.

Tome en mis brazo a mi pequeño sol y salí de ahí.

La lleve a mi cuarto, me senté en el sofá, puse por un momento las noticias, que grave error, hoy el tema principal era el mal llamado, Crimen de un amor prohibido. La periodista informaba que habían encontrado tres cuerpos en una casa de la ciudad. Al parecer el hombre se había vuelto loco y asesino a su esposa y amante, luego él acabó con su vida. Le llamaron en nombre del amor pues según los chismes amarillistas, las dos mujeres habían decidido abandonarlo, así que el tomó la decisión de llevar su amor al otro mundo. ¿En que momento pasó eso? Nadie supo exactamente qué se habló en esa reunión. La gente si que inventa historias solo para atraer a los espectadores.

Cambie el canal, había un programa de unos perritos en caricaturas que hablaban, vi como Abi ponía atención, no sé en qué punto yo también me concentre en el programa. Creo que en ocasiones era yo el que más reía de las ocurrencias de esos personajes. No sé en qué momento pero los dos quedamos profundos, me despertó los rayos de Sol que entraban en mi habitación, vi sentada a Nani a mi lado, no me lo creerán pero estaba dormida. Me surgían preguntas, ¿Como llegó aquí? ¿Que tanto sueña ?.

Yo tenía una cobija que cubría mi cuerpo y en mi pecho seguía Abi dormida, Nani tuvo que venir a media noche y abrigarnos.

Me levante con cuidado, Nani se despertó, le pase a Abi y me dirigí alistarme para ir a la oficina, estos días habia abandonado la empresa por mi hermana y Abi.

El desayuno estaba listo en la mesa, mi madre estaba a mi lado, hoy se veía con un semblante más tranquilo.

- ¿Como estas ? Le pregunté

- Bien mi amor, anoche tuve una linda noche, respondió apretando mi mano.

- ¿Me dirás por qué? Pregunté

- Té lo dire, anoche escuché muchas carcajadas en esta casa, hace años que no lo hacías, me tranquiliza saber que de ahora en adelante será así. Este lugar se convertirá en un verdadero hogar, mencionó mi madre.

Creo que fui muy escandaloso anoche con mi risa, me sentí un poco avergonzado pero rápidamente ese pensamiento salió de mi cabeza al ver la emoción en mi madre.

Laura llegó para decirme que estábamos a tiempo de salir, en una hora teníamos una reunión, pese a los problemas que habíamos tenido en casa, la vida me estaba diciendo que yo estaba vivo, que debía continuar.

Me despedí de mi madre. Salí de la casa, vi como Laura me abrió la puerta de mi auto, antes de subirme mire hacia atrás, en la parte alta estaba de nuevo Nani con Abi, pude ver ese pequeño bracito en movimiento, puedo jurar que vi que se despedía. Me subí al auto, comencé a pensar que es imposible ella solo tenía unos meses de nacida, no podría ser tan consiente de las cosas.

Laura hablaba de los mil pendientes que tenía, era una locura este lugar, me ausento unos días y esto se vuelve un caos.

Entramos a Industrias Madox, era un gran edificio, se componía de 25 pisos, 20 eran para la producción y los últimos 5 eran administrativos, yo ocupada el último piso, era exclusivo para mi. No se por que pero no me gustaba mucho el tema del compañerismo, odiaba el hecho de tener que escuchar chismes, tragedias o chistes de los demás.

- Buen día, dije sin mirar a nadie.

- Señor Madox buen día, bienvenido, escuché decir a la recepcionista.

Pase de largo hacia el ascensor, ella había sido amable quizás yo debí saludar mejor, quise devolverme para responder cordialmente cuando escuché, como le decía al guardia de seguridad. Que yo, con la pérdida de mi hermana y siguia siendo un hombre de piedra.

- Señorita, este hombre de piedra le pide que recoja sus cosas y pase por recursos humanos, Está despedida dije sonriendo. Volví hacia el ascensor. Antes de subirme dije.

Ah!! Y gracias por la bienvenida.

Marque el piso 25…

Laura solo hablaba de los pendientes…

Yo solo sonreía por dentro, creo que arruine el día de la recepcionista.

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