El duque Fleur mandó a implementar un cuarto en su misma habitación y con ventana propia, donde en aquel cuarto dormía la pequeña princesa Fleur.
El duque sospechaba que su hermano menor tramaba algo y mandó hacer ese cuarto con personas de confianza. Solo el duque, la duquesa y la encargada de cuidar a la princesa Fleur sabían que dormía todas las noches en ese cuarto. Todos en el ducado pensaban que dormía en la habitación para ella, que era tipo una tradición en el ducado, que los hijos durmieran en su propia habitación solos a los tres años.
Como todos los días, después de que todos los empleados en la mansión durmieran, a excepción de los guardias que estaban cambiando de turno, la nana y la pequeña Fleur se dirigían a la habitación de sus padres para dejarla en su habitación implementada de los padres de la pequeña Fleur. En aquel cuarto tenía un hermoso ventanal que, si te acercabas, podías apreciar la hermosa vista del bosque del imperio de Mackenna. El Palacio imperial de Mackenna era bien conocido por ser construido en el centro del bosque.
El bosque encantado era muy conocido en el imperio Zakary y Mackenna. Poseía animales extintos hace décadas por la gran caza indiscriminada a esas especies. Solo algunos que pudieron escapar se refugiaron en aquel bosque, que eran bienvenidos a todo tipo de animales, pero no eran bien recibidos los humanos.
A excepción de la familia Imperial, claro está. En aquel bosque tenía un guardián, era el único fénix en todo el mundo. Por lo tanto, el imperio Mackenna solía ser representado por una bandera completamente roja y un hermoso fénix dorado en aquella bandera.
El fénix dorado mataba a cualquier intruso que entrara con malas intenciones al bosque, ya sea para tratar de cazar un animal del bosque o intentar hacer daño a la familia imperial.
El fénix creó una barrera de protección por todo el bosque, incinerando vivo a cualquier ser viviente que venga con intenciones no permitidas, y antes de tan solo pisar el bosque por dentro de la barrera, era volviendo en cenizas.
El fénix hizo un trato con el primer emperador a cambio de su protección, diciendo estas palabras: "Uno de tus descendientes será el elegido de portar a mi hijo como su guardián y gobernará al lado de la pequeña dama infernal en el imperio actualmente arruinado en ese entonces. Pasarán por muchas dificultades juntos, pero sé que podrán lograrlo. Confío en ellos". Después de esas palabras, dejó confundido a aquel emperador, pero sin dejarlo preguntar, desapareció en la profundidad de la cueva.
El primer emperador todavía confundido por tales palabras ordenó escribirlas en papel y tinta. Al poco tiempo, mandó a tallar tales palabras en un muro que hasta la actualidad se considera una reliquia imperial.
Poco a poco, tales palabras parecían relacionarse a sucesos y hechos en la actualidad, pero supusieron que debía relacionarse con algo que iba a pasar en el futuro.
Se decía que el imperio Mackenna esperaba con ansias el nacimiento de aquella persona que iba a tener de guardián al increíble hijo del fénix dorado, aquel que ayudó al primer emperador.
Muy bien se sabía que extrañamente aquellos que pertenecían a la élite nacían niños con el mismo color de cabello que los progenitores, pero sus ojos eran totalmente distintos. Aquellos niños nacían con colores de ojos según el color que desprendía al usar su magia.
Por ejemplo, la pequeña princesa Romanova nació con ese morado eléctrico en sus ojos que para muchos eran temerosos cuando te miraban fijamente por mucho tiempo, pero se tenía claro que el poder que tendría la princesa sería del mismo color que sus ojos.
Por ese mismo hecho, la mina que se encontraba entre las fronteras del imperio Zakary y Mackenna, cuya piedra extraída era transparente, apenas tocaba el cuerpo de su portador, se volvía del color de sus ojos. También era conocido que aquella piedra era inútil con personas que no pertenecían a la élite.
Muchas personas desbordaban envidia por aquella piedra que era solo portada por miembros de la élite, queriendo sentirse del mismo nivel se escabulleron en la mina y robaron algunas de aquellas piedras, pero por más que intentaron distintos métodos ninguno funcionaba, dándose por vencidos, pero aún así alardeaban que tenían en su poder aquellas piedras únicamente portadas por la élite.
La élite, al enterarse de tal suceso con ayuda de uno de los integrantes élite que poseían la magia de controlar la mente, borraron los recuerdos de la gente de la identidad de la élite. Sólo se conocía en la actualidad que aquellos integrantes de la élite eran muy importantes en el imperio. Solo sabían que la élite existía, más no qué familias pertenecían a la élite. Tenían ligeras sospechas de quiénes eran, pero al momento de querer hablarlo se les borraban aquellas sospechas.
Bueno, a lo que venimos, ese día fue como siempre llevaron a la princesa Fleur a aquella habitación. Dante llevaba una túnica completa que le cubría todo el cuerpo de color negro, a excepción de los ojos. La túnica le fue de gran ayuda para escabullirse por la mansión justo cuando estaba por subir las escaleras para lograr llegar a la habitación del duque, duquesa y princesa Fleur. El conde Ching bajó por aquellas escaleras y Dante se puso en guardia. Rápidamente logró esconderse en uno de los muros.
Vio como el conde Ching bajó y se dirigía hacia la salida de la mansión. Una vez el conde Ching salió de la mansión, Fleur, Dante salió de su escondite y subió las escaleras con sigilo y agilidad. Se acercó a la habitación y un fuerte olor a humo llegó a sus fosas nasales. Lo debilitó rápidamente ya que su debilidad era el fuego, porque su elemento dominante es la naturaleza.
Quería decir que dominaba todo tipo de plantas, flores y no tenías que ser muy listo para entender que el fuego mataba las plantas. Dante aprendió a dominar su debilidad mientras era entrenado como caballero por el duque, pero no quería decir que podía evitar el efecto de dolor de cabeza que sentía.
Abrió la puerta de la habitación y pudo contemplar al duque y la duquesa en un rincón de la cama, ya que estaban totalmente rodeados por el fuego.
El duque Fleur se puso en guardia cuando escuchó la puerta abrirse, pero no podía hacer mucho, ya que tenía a su esposa, la duquesa moribunda, en sus brazos.
—¿Quién eres? - gritó el duque totalmente a la defensiva y con el miedo que carcomía su corazón de que hubieran mandado a matar también a su preciada hija. - ¡Contesta! - gritó desesperado.
Dante salió del estado de shock y se apresuró rápidamente a entrar a la habitación. Por más que intentaba buscar una solución para sacar de ese incendio al duque y la duquesa, no podía.
—Soy Dante, el comandante de la
caballería de sangre plateada - dijo mientras movía rápidamente los ojos por todos lados tratando de buscar una solución para sacarlos de ahí - vengo por parte de la princesa Romanova. Dijo que quería que los salvara por un sueño que tuvo.
Al principio creía que sólo era una broma de mal gusto o paranoia de mi señorita, pero lo que veo aquí es muy real.
—Da igual - dijo la duquesa con sus últimas fuerzas - nosotros ya estamos demasiado débiles para salir de esta.
Levantó el brazo del duque que estaba apretando fuertemente su estómago y dijo:
—Me hirieron con una daga venenosa y mi esposo ingirió el veneno también. Apenas tocó la herida para evitar que me desangrara - dijo con su último aliento - solo salva a mi hija.
La duquesa Fleur cerró sus ojos para no abrirlos nunca más y el duque soltó un grito desgarrador lamentándose su pérdida.
—Perdóname, cariño, por no ser lo suficientemente fuerte para protegerte - dijo mientras besaba su frente y miraba fijamente con sus increíbles ojos verdes - salva a mi princesa, por favor.
—¿Pero qué hay de usted, duque? - dijo Dante tratando de acercarse al fuego para poder salvarlo, pero el duque soltó un grito.
—¡Yo no tengo posibilidad de vivir, salva a mi hija! - dijo y miró a su esposa que yacía muerta en su regazo - No podría vivir esta vida sin mi amada esposa. Mi niña se encuentra detrás de esa puerta - dijo señalando la puerta a unos metros de la cama y el fuego todavía no llegaba hacia ese lugar.
Se apresuró a llegar y abrir la puerta, encontrando a una hermosa niña pelirroja llorando en un rincón de la habitación, asustada.
Aquella niña vio a una persona entrar y, con miedo, dijo:
—¿Papi? - se acercó cuidadosamente con aquellos ojos verdes llorosos.
—Hola, pequeña, no soy tu papá, pero soy amigo de tu papá y he venido a rescatarte para mandarte con tus padrinos, ¿está bien? - dijo agarrando a la niña en brazos, que pataleaba llorando porque quería a sus padres.
—¡Mi niña, haz caso a mi amigo! ¿Sí? - dijo el duque usando sus últimas fuerzas - ¡Te amo, mi princesa, y a mi pequeño príncipe nunca lo olvides, ni que tu hermano lo haga!
—¡Papi! - dijo aquella niña dejando de patalear - ¡¿Papi, por qué no vienes conmigo y mami?!
—¡Mami está durmiendo profundamente y Papi quiere acompañar a mami para que no se sienta sola! - dijo el duque soltando lágrimas silenciosas - ¡A partir de ahora te van a cuidar el tío y la tía, ¿sí? ¡Tus padrinos!
—¡No quiero! - dijo la niña llorando aún más - ¡quiero quedarme con ustedes, no pueden dejarme! -Grito la joven pelirroja entre sollozos.
—¡No te quiero dejar, mi vida, pero es inevitable! - dijo el duque cerrando poco a poco sus ojos - ¡Recuérdalo, cariño, mami y papi aman con cada partícula de su ser y cada trozo de su alma a tu hermano y a tí! ¡Eres mi pequeño tesoro!
Así fue como el duque agarró la mano de su amada esposa y cerró sus ojos dispuesto a seguirla, diciendo en voz baja:
—Gracias, princesa Romanova, por salvar a mi tesoro, The dy my benwy i e mys hego
Dijo dando sus poderes hacia ellos antes de fallecer.
Dante abrió el gran ventanal y saltó con la niña en brazos, usó sus poderes de la naturaleza para que lo sostuvieran antes de que cayera al suelo, se soltó y corrió hacia el bosque.
Se encontraba débil por usar sus poderes, abriéndose paso entre las plantas, y le rompía el corazón escuchar aquel llanto desconsolado de la pequeña niña.
—Quítate la túnica de la cara - dijo la pequeña con voz suave, pero temblorosa, parando de llorar - me das miedo con la máscara.
—Como puedes ver, estoy ocupado ahora, pero puedes quitármelo tú ¿trato? —dijo Dante corriendo entre el bosque. No se detuvo a pensar en el miedo de atravesar la barrera, pero lo hizo logrando pasar vivo.
La pequeña le quitó la máscara de su salvador y tocó su pelo rosado.
—Es muy bonito —dijo distrayéndose y sintiendo sus ojos pesados, por tanto, llorar.
—Duerme, pequeña. Pronto llegaremos con tus padrinos y primos —dijo viendo a la pequeña pelirroja cansada.
—Soy Lucía Fleur Salvatore, nunca lo olvides —dijo cerrando sus ojos con sueño—. Cuando sea grande, te recompensaré por salvarme.
—Yo solo sigo órdenes —dije para que me escuchara.
—¿Quién te ordenó salvarme? —dijo Lucía a punto de dormir.
—La pequeña princesa Romanova —dijo Dante, pero Lucía solo pudo escuchar "princesa" porque se quedó dormida.
Llegó al palacio imperial casi al amanecer. Se escabulló como pudo, llegando a la habitación del emperador y dejando a la pequeña Lucía durmiendo entre la emperatriz y el emperador, saliendo sigilosamente del lugar.
Apenas regresó al bosque, una piedra de teletransportación y una nota aparecieron en sus manos.
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Comments
Ivon Caraballo
que triste despedida del emperador y emperatriz con la pequeña Lucía...tan lindo Dante
2024-07-03
1
Alejandra Bonilla
Pues yo sigo sin entender porque no llego antes, se me hizo una negligencia de parte de Dante, se supone que por eso lo enviaron antes
2024-05-14
2
Vanessa Ibáñez Fernández
oohh yo pence que será el 1er príncipe de zacary jajajaja
2023-06-13
4