El poder da la creación.

Después de la ceremonia de la primera división, pasaron tres días y llegó el día en que el conde Ching atacó el ducado Fleur, matando a sirvientes, guardias y a la preciosa familia Fleur, a excepción del joven duque que se encontraba entrenando. Esto dejó al emperador y la emperatriz de Mackenna devastados por aquella terrible noticia, al haber perdido a sus queridos amigos de la infancia y a su adorada ahijada.

Una sensación rara de inquietud, un amargo sabor en mi paladar, se apoderó de mí.

—Tengo un mal presentimiento - dije en voz alta sin darme cuenta, causando que Rose pusiera su atención en mí.

—¿Qué le abruma, Keren? -dijo Rose.

Medité sus palabras en un breve momento y tuve un debate conmigo misma sobre si decirle o no, porque podría ser considerada loca.

—Siento que algo grave va a pasar, Rose - dije mirando mi taza de té fijamente.

—Señorita, usted es todavía muy joven para tener esos tipos de pensamientos - dijo Rose y solté un suspiro.

"Claro, ¿cómo mierda va a tomar en serio a una niña de tres años?" , dije en mi mente.

—No son pensamientos, Rose - dije levantando la taza de té, dándole un sorbo y dejándola en su lugar de nuevo, con modales y elegancia digna de un noble - es un presentimiento.

Rose solo se me quedó viendo un rato y siguió haciendo sus deberes.

Me levanté, miré el gran reloj y caí en cuenta de que faltaban unos minutos para que fuera la hora en que tenía que pasar tiempo en familia.

Me dirigí hacia la sala donde debían estar mis padres esperándome hasta que llegara y pasé inclinando la cabeza por respeto.

—Saludos padre y madre. - dije dirigiéndome a la pequeña mesa donde mis padres estaban sentados y hice una mueca.

—¿Por qué esa mueca, Keren? - dijo mi madre.

Mi padre ponía caras extrañas por estar aguantando sus ganas de reír y solo cerré los ojos como advertencia.

—Por dos razones - dije con total indignación - la primera porque solo hay dos sillas y se ve claramente que ustedes las están usando - hice un puchero que a los ojos de mis padres era adorable - la segunda es que descubrí que tengo un poder curioso.

"Por no decir único, quiero seguir teniendo humildad", dije en mi mente.

—¿Poder? —dijo mi padre, dándose una mirada significativa con mi madre, algo que tan solo ellos sabían por qué. No tenía ni idea de lo que significaba.

—Keren está claramente sabido que los que tienen sangre de la élite manifiestan su poder o magia al mismo tiempo que su guardián eclosiona del huevo —dijo mi madre.

—Tú ya tienes magia desde que naciste, tienes mucho maná como todo integrante de la élite, pero tu magia despierta cuando el huevo de tu guardia nace —dijo mi padre.

—Eso ya lo sé, padres —dije, mirando mis pequeñas manos—. Les recuerdo que casi termino de leer toda la biblioteca. —Cerré los ojos, imaginé los sofás y dónde querían que se ubicaran.

Me dirigí hacia el sofá y me senté con elegancia. "Si estuviera sola, me hubiera tirado y desparramado por todo el sofá", dije en mi mente.

—Tomen asiento y les cuento cómo lo descubrí - les dije bien tranquila, como si eso fuera normal.

Mis padres estaban con los ojos abiertos y sorpresa clara en sus rostros, con la boca abierta formando un pequeño círculo con sus labios.

Me levanté del sofá y chasqueé mis dedos enfrente de sus caras para que despertaran de su asombro.

Lo hicieron, se levantaron y se sentaron cada uno en un sofá diferente, y yo hice lo mismo.

—Esto me pasó ayer en la noche. Estaba paseando en el jardín y vi una flor plateada. Les podría decir que era del mismo color de la luna. Miré esa flor extrañada, ya que era la única flor de su especie ahí.

Mis padres escuchaban atentamente todo lo que contaba.

—Apenas la toqué, la flor emitió un brillo blanco y desapareció. Me pareció extraño, pero igual cerré los ojos e imaginé que aquella flor ahora aparecía y estaba en mis manos - dije y toqué levemente el sofá donde me encontraba sentada. - Y así fue, abrí los ojos porque sentía que tenía algo en mi mano y estaba aquella flor.

—¿Tienes aquella flor? - preguntó mi padre y negué lentamente con la cabeza.

—Apenas toqué los pétalos de la flor, emitió ese mismo brillo blanco y desapareció - dije ocultando en mi voz un deje de tristeza. No entendía por qué me sentía de ese modo.

La puerta se abrió de golpe, ocasionando que tanto mis padres como yo volteáramos casi al instante a mirar a aquella persona que ocasionó ese sonido tan brusco al abrir la puerta.

—Perdón la interrupción, duque, duquesa y la pequeña princesa Romanova. Nos ha llegado un mensaje de emergencia del emperador y decía con urgencia que necesitaba al duque junto con sus caballeros en las fronteras del imperio - dijo uno de los guardias.

Tenía la respiración agitada y solo podía llegar a la conclusión de que vino corriendo hasta acá apenas recibió la información.

—Oh no, lo olvidé por completo - dije en voz baja para mí misma - ¿Cómo pude olvidar algo tan importante? - me seguía auto regañando a mí misma.

—El imperio Kratos vino con un ejército de aproximadamente 570 personas a atacar un pueblo pequeño cerca de las fronteras del imperio y está habiendo una masacre - dijo el emperador que usted es el único en quien puede confiar para poner en orden ese problema - dijo el guardia.

Según la historia, Kratos atacó a ese pueblo por dos razones: la primera, para distraer a la gente del imperio Zakary y Mackenna del suceso que va a pasar con la familia Fleur; y la segunda, porque ese pequeño pueblo llamado Cristal tenía una mina a unos pocos kilómetros antes de las fronteras. Pero no era una mina normal, tenía piedras preciosas, y no solamente eso, esas piedras contienen mana, y es lo que más necesita el imperio Kratos.

El imperio Zakary no estaba consciente de que aquella mina existía, ni los mismos pueblerinos sabían de aquello. Simplemente aparecieron de la noche a la mañana, y esa noticia llegó antes al emperador de Kratos que al emperador de Zakary.

Apenas terminó de hablar el guardia, mi padre se dirigió hacia la puerta, se disculpó con nosotros, y mi madre y yo le dimos un sentimiento dando a entender que lo entendimos. Tan pronto se volvió para ir, se pidió un informe a su guardia de la situación.

—Madre, creo que puedo crear algo para ayudar a mi padre y sus caballeros a controlar la situación en la frontera del imperio.

—¿Qué idea tienes? - dijo mi madre con curiosidad clara.

—Tengo varias opciones de ideas, pero tengo que buscar la mejor - me levanté del sofá y me dirigí a la puerta. Hice una reverencia - Con permiso, me retiro, madre.

Salí de aquella habitación y aceleré el paso a mi habitación. Una vez llegué, pedí hojas para hacer mi boceto de las posibles ideas.

Empecé dibujando armas de alto alcance, como francotiradores, y de corto alcance, como un fusil o revolver.

Terminé de dibujar y guardé los dibujos en un cajón. Por ahora, no los voy a necesitar porque no tengo el tiempo suficiente para entrenarlos y enseñarles cómo se usa un arma.

Una idea cruzó por mi cabeza, pero no sabía cómo mostrarles cómo funcionaba una granada de humo ni cómo se usaba apropiadamente un casco con mira térmica.

—Ya pensaré algo de camino —dije y me levanté de la cama donde estaba sentada. Cerré los ojos, junté varias ideas con el mismo casco y ya lo tenía en la mano cuando volví a abrir los ojos.

Sabía perfectamente que mi padre se encontraba ahora mismo en el lugar de entrenamiento escogiendo y dando órdenes para contratar al imperio de Kratos.

Caminaba por los pasadizos del cuartel de la caballería de sangre plateada.

—Vaya, qué grande es el lugar - empecé a escuchar voces de un cuarto del pasadizo que estaba pasando, no le tomé importancia y pensaba seguir de largo hasta...

—Sí, señor, todo salió de acuerdo al plan - parecía seco "¿plan? ¿Pero qué?" - está bien, dile al emperador de Kratos que tan pronto como sepa la estrategia del duque le informaré y le daré una mala ubicación para que lo estén esperando para atacarlos antes.

Cierro los ojos y creo una mochila para poner ahí el casco, lo guardo y me concentro en crear unas esposas que, aparte de inmovilizar los brazos, te impidan usar magia.

Una vez lo tengo en mis manos, lo sostengo en la mano izquierda, las abro y escondo en mi espalda.

—Es hora de actuar - dije para mí misma en voz baja y entré a aquella habitación y traté de aparentar ser como una niña de 3 años. - Disculpe, señor, ¿usted sabe dónde se encuentra mi papá? Es que quiero despedirlo, ¿me podría ayudar? - dije con voz suave y haciendo ojitos "maldita sea, quiero crecer".

—Saludos a la pequeña princesa - hizo una reverencia - con gusto la llevo hacia allá - me dejé guiar hasta que llegamos al campo de entrenamiento.

—Disculpe, señor, ¿puede voltearse y colocar sus manos atrás? Es para poder subirme y ubicar mejor a mi papá. - dije con voz tierna.

—Como usted ordene, princesa - hizo lo que le indiqué, puse la mochila con cuidado en el piso y con velocidad me dirigí hacia él, saqué las esposas y se las puse.

—¡¿Maldita mocosa qué me pusiste?! - dijo volteado hacia mi dirección, llamando la atención de varios caballeros.

Con velocidad me acerqué a él, me puse en guardia y con la pierna izquierda le di una patada en la entrepierna, ocasionando que se doble hacia delante y grite maldiciones hacia mí. Más y más personal pusieron su atención en lo que estaba haciendo y sentí la mirada de mi padre. Antes de pensar más, con agilidad di una vuelta y antes de siquiera pisar el suelo con la pierna derecha, le di una patada en la pierna, ocasionando que caiga de rodillas hacia el suelo.

—¡Escuchen bien porque no lo voy a repetir! - dije dirigiéndome a todos - ¡Y vean con atención lo que se le hace a los traidores!

Caminé hacia donde estaba mi padre y le dije que les dijera a sus caballeros que se alinearan y dieran 42 pasos atrás. Mi padre les ordenó que lo hicieran.

—Padre, crea un plan y estrategias para acabar con los atacantes del pueblo cristal - le conté lo que descubrí sobre el infiltrado y para quién trabajaba - primero les enseñaré lo que traje.

Saqué el casco con visión térmica y se lo mostré. Mi padre me miró extraño y antes de que preguntara, les di una breve explicación.

—La mira térmica emplea rastros de calor para ayudarles a encontrar a los enemigos ensombrecidos más fácilmente. Esto incluye a los enemigos que se ocultan entre el humo, la oscuridad, los arbustos, etc. -dije tranquilamente señalando la mira térmica.

—Previene el contacto directo entre el cráneo y el objeto que hace impacto, al actuar como una barrera mecánica entre la cabeza y el objeto -dije señalando el casco -Esto lo agregué al casco - dije señalando la máscara de oxígeno - Les va a permitir respirar por el mismo casco. La granada de humo y la bomba lacrimógena les voy a dar un ejemplo.

Colocaron al infiltrado en medio del campo de entrenamiento y sus ojos mostraban claro enojo y odio hacia mí.

—Te voy a dar tiempo para que puedas tratar de escapar. Si logras salir de la mansión sin que te encuentre nadie, no te buscarán fuera de la mansión y podrás irte vivo por lo menos. - sus ojos demostraban burla y confianza. - Pero solo vas a tratar de escapar después de que tire estas cosas ¿entendido?

Asintió con la cabeza y procedí a enseñarles cómo le saco el seguro de la granada de humo y la bomba lacrimógena. Las tiré a los pies del infiltrado.

—Me pongo el casco y la mira térmica me permitirá saber dónde está el objetivo a través del humo - me lo coloqué y dije fuerte para que me escucharan - veo el lugar de color grisáceo, pero veo una forma humana de color blanco a través del humo.

Pasé 15 minutos aproximadamente, cerré los ojos y me concentré en crear mi arco y flechas de mi vida pasada.

Apunté directo al corazón y lancé la flecha. El humo se esparció a los pocos minutos. Me acerqué, señalé su cara y dije:

—La inhalación de gas lacrimógeno puede producir una intensa sensación de quemazón, inflamación y producción de mucosidad. - Me alejé y me acerqué a mi padre. - Eso es lo que ocasiona la bomba lacrimógena. Todo lo que mencioné está en el almacén. Ya expliqué cómo funciona.

Me quité el casco y se lo entregué. Lo puse en las manos de mi padre y le dije:

—Es tuyo. Espero que te sirva, padre. - Hice una reverencia de despedida y me alejé del campo de entrenamiento.

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Comments

Ivon Caraballo

Ivon Caraballo

jajajaja menos mal que existe la magia pues si no sería muy difícil de explicar...me encanta esa es la actitud

2024-07-03

0

Gallardo Adriel

Gallardo Adriel

esta muy buena la novela espero la termines y no hagas como otras autoras que se demoran en actualizar y al final no la terminan ,bendiciones

2023-07-08

6

Mega Valo

Mega Valo

esta muy buena, estaré esperando los próximos capitulos con ansias

2023-04-14

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