El comienzo del plan.

[un día antes de ceremonia de la primera división en el Palacio Real]

Narra Keren:

Mañana es el día de partida de mi hermano Samuel después de la ceremonia.

Y si mal no recuerdo tres días después de la partida de la primera división hacia la en el imperio Mackenna hubo un trágico incendio en el ducado Fleur Salvatore durante la

madrugada desgraciadamente muriendo en ese terrible incendio el duque, duquesa y la pequeña princesa de Fleur.

—Y yo Keren Romanova voy a mandar a alguien para salvar a la familia Fleur salvatore, voy a destrozar el plan del emperador de kratos y evitar un infiltrado en la PDLE.

Susurre para mi misma en voz baja creando unas estrategias mentales para evitar ciertas acciones del emperador de kratos.

—Rose - llame a mi niñera a cargo ella se acercó hacía mi, para después hacer una inclinación la cabeza como muestra de respeto y con su típica voz neutral dijo.

—¿Me mando a llamar, señori..? - La mire fijamente con mis ojos violetas tan característicos, diciéndole como advertencia - quise decir ¿desea algo, Keren?

—Si, Rose - dije desviando la mirada para no intimidar a mi niñera, por mirarla con estos ojos. - Deseo que mandes a llamar a él caballero Dante el comandante al mando de la caballería de sangre plateada.

—Como ordene, Keren. - dijo Rose e hizo una reverencia de despedida antes de irse a cumplir lo mandado.

Dante un plebeyo rescatado por mi padre, Dante fue encontrado cuando era un niño de 12 años luchando un oso en el bosque Tluw, padre lo encontró justo cuando él le cortó la cabeza de aquel oso, pero el había sido herido por las garras del oso afortunadamente padre pudo tratar su herida a tiempo y logró salvar su vida, desde ese día Dante fue entrenado formalmente para aprender el arte de la espada y juro lealtad a la familia Romanova skiler.

Actualmente, Dante tiene 21 años y es uno de los mejores caballeros, en el libro dijo que su padre confiaba plenamente en Dante que incluso después de que la familia Romanova Skiler fue expulsada del imperio Dante los siguió como su leal caballero.

El sonido de la puerta de mi habitación abrirse me llevó de vuelta a la realidad, que tan patéticamente me vi mirando fijamente un punto en la mesa mientras estaba pensando.

—Ay que vergüenza - dije en voz baja y me cubrí la cara con las manos.

Quite las manos de mi cara y alce el menton y enderece la espalda.

—Saludos a la princesa Romanova - dijo Dante con un hilo de emoción en su voz y al mismo tiempo haciendo una reverencia.

Dante es un joven atractivo con sus cabello rosado intenso y esos ojos parecido a las aguas marinas, tiene facciones delicadas, pero con toques masculinos, unas cejas abundantes y pestañas largas y rizadas.

Uy que envidia, ya, pero seriamente ¿por que los hombres siempre tienen tan hermosas pestaña sin quererlo y nosotras las mujeres las queremos y pocas las tenemos? , Dios se nota tu favoritismo.

Apareció una pantalla color azul de la nada, literalmente y había unas letras color doradas que decía.

< Dios de la creación: yo no tengo favoritismo por nadie. >

Alce una ceja y en mi mente conteste.

< Keren: ¿Así? Entonces porque nosotras las mujeres nos desangramos una vez al mes ¿eh? >

< Keren: pues dile a ese maldito sistema que se deje de estar cometiendo errores, cada que respira por qué me encargaré de destruirlo yo misma. >

Me levanté e hice una perfecta reverencia por respeto.

—Saludos al comandante - Dije y tome asiento - por favor tome asiento.

El comandante un poco confuso hizo caso sin rechistar.

—Rose, por favor retiraré junto con todos aquí a excepción del comandante.

—Como ordene, princesa. - la miré fijamente y después negué con la cabeza - estaré afuera por si me necesita.

Rose hizo como si no me hubiera visto y se retiró junto con todo el personal que había en mi habitación.

—Comandante, ahora mismo eres la única persona que puedo confiar para este trabajo.

—¿Que desea que haga? princesa. - dijo el comandante con un brillo de curiosidad en sus ojos.

—Deseo que salves a la familia fleur. - dije con voz firme.

—¿Qué? Pero princesa si la familia fleur está perfectamente bien. - dijo con voz vacilante.- además la familia fleur es del reino Mackenna.

—Es difícil de explicar - obviamente no le voy a decir que lo leí en un libro y ahora estoy dentro del libro - tuve un sueño.

Pensé en una mentira un poco absurda pero igual es eso o dejar que muera la familia fleur.

—En ese sueño una persona vestida con túnica blanca me dijo donde y cuando va a ocurrir, también me dijo que si no salvo aunque sea a uno de aquella familia en el futuro el imperio zakary y Mackenna va ser atroz y pronto va a dejar de existir.

De cierto modo no fue del todo mentira, mientras esperaba una reacción de Dante que tenía una cara inexpresiva , pero sus ojos lo delataron estaba lleno de miedo.

—¿Qué tengo que hacer? - dijo Dante sin vacilar.

— Una semana después de la partida de la primera división, la mansión donde dormían el duque, duquesa y la princesa fleur durante la madrugada va a ocurrir un incendio - dije y mire a los ojos al comandante.

—Mi misión es salvar a la familia fleur, eso ya lo comprendo pero ¿una vez pase eso donde los dejó? -Hablo el comandante con duda.

Pensé el emperador Mackenna y el duque fleur son amigos de infancia y si mal no recuerdo el emperador y el duque hicieron una promesa de niños que era cuando uno de ellos muera tiene que cuidar a la familia del otro como si fuera su propia familia.

Fue unos de los recuerdos que tuvo el emperador con su amigo de la infancia cuando se enteró que él falleció en aquel incendio con su familia a excepción del joven heredero.

El emperador se prometió que protegería a toda costa a la única familia que le quedaba del recuerdo de su amigo de infancia.

—El emperador y el duque son amigos de infancia, el emperador no va a dudar en ayudarlos así que déjalos en el Palacio imperial.

—Como ordene, princesa - dijo el comandante.

—Yo me encargo de mi padre para que no sospeché de la misión que te di y recuerda siempre mantener oculta tu identidad al momento de salvarlos.

—Sí, princesa - dijo Dante.

Me puse de pie junto con el comandante y el hizo una reverencia de despedida y se fue de mi habitación.

Me quedo una hora tratando recordar todos los sucesos del libro, salí de mi habitación y fui hacia el lugar donde trabaja mi padre una vez llegue y toque la puerta.

—Adelante - dijo mi padre.

Me adentro a su oficina y creo que mi oficina en mi vida pasada ni siquiera se acerca a ser la mitad de lujosa y elegante.

—Saludos, padre - dije haciendo una reverencia.

—Keren, ven aquí hija mía - dijo mi padre abriendo los brazos para que vaya a abrazarlo.

Me fui hasta donde él estaba y correspondí a su abrazo.

—Padre tengo que pedirte algo - dije separando me de aquel abrazo y retrocediendo un pasó.

—¿Qué deseas, Keren? - dijo mi padre sentándose en su ¿silla? Eso parece un trono.

—Le di al comandante una misión, pero necesito que apruebes el permiso para que se ausente de su puesto por unos días. -hablé sin miedo alguno, después de todo sabía que mi padre iba a ceder.

—¿Puedo saber de qué se trata esa misión? - dijo mi padre.

–No - dije quizás me pase de fría porque alzó ligeramente ambas cejas con asombro por mi respuesta, solté un suspiro y dije - es una misión de rescate.

—¿okey? Sí, es tan importante para ti, le voy a dar el permiso. - dijo mi padre ya recuperándose de su asombro. - ¿Qué comandante es?

Hice una reverencia de despedida y justo cuando estaba a punto de salir de la oficina dije

—Es Dante.

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