El dragon legendario de la luna.

Una vez salí de ese lugar, fui directamente a mi habitación. Una vez llegué, me dirigí hacia la cama con clara intención de dormir, hasta que me di cuenta de que la había dejado sin hacer.

—Ay no - tomé asiento en la cama y me golpeé levemente la sien - ¿Keren Romanova, serás idiota? Dios, ¿por qué no pensé en eso?

Cómo cualquier persona normal, empecé a regañarme a mi misma por andar haciendo cosas sin pensar.

—Agh, con razón todos me miraban raro y yo pensando que lo hacían por que en estos tiempos la pelea cuerpo a cuerpo no existe. -dije un poco molesta conmigo misma.

"Aparte de que también solo tengo 3 años y sé todo eso".

—Si después de esto me miran como si fuera una loca, no los voy a juzgar. Agh, no quiero pensar más, mejor me voy a dormir.

En el continente, por no decir en todo el mundo, no existían las peleas cuerpo a cuerpo. Normalmente, la espada era el arma que dependía de tu vida. Si se rompía, la tiraban lejos de ti o si se te caía en batalla, se sabía claramente que morirías.

Los arcos y flechas no se habían descubierto todavía en esos tiempos. Después de que la familia Romanova Skiler fuera exiliada del imperio, una persona mostró su increíble invento a la familia real de Zakary y Mackenna, cuyos imperios estaban inestables por la constante batalla por el trono de los príncipes. Fue una gran ventaja para distraer a los nobles con el nuevo invento de aquella persona.

Tampoco estaban avanzados con la tecnología. Todavía no habían descubierto la luz, ya que el imperio de Zakary y Mackenna, junto con todo el continente, dependía de la magia y sus recursos.

Por esa misma y más razones, la familia real y los nobles de alto rango del imperio de Kratos envidiaban y codiciaban la abundante magia de los imperios de Zakary y Mackenna durante siglos.

También se contaba en los libros antiguos que el imperio de Kratos era el primer puesto en población con magia y seres místicos. El segundo era Zakary y le seguía Mackenna.

Pero un día, el segundo príncipe del imperio de Kratos se escabulló en el bosque místico con clara intención dePor otra parteer un contrato con el legendario dragón de la luna. Pero no contaba con que el dragón sabía sus intenciones de querer arrebatarle el trono al príncipe heredero y tener un imperio lleno de tiranía.

Ya que el Dragón de la Luna poseía un don que le entregó la Dama Infernal, el don de leer los pensamientos de los demás, tener una gran intuición y además ver en sus sueños partes del futuro.

El grandioso dragón plateado descrito en los libros antiguos decía que tenía los ojos de un profundo gris eléctrico y escamas color plateadas y una gran diamante blanco incrustado en la frente, alas con escamas también de diamantes blancos.

El dragón se rehusó totalmente y duramente cuando el segundo príncipe le propuso un contrato. El segundo príncipe, enojado por ser rechazado por aquel dragón, se abalanzó contra el dragón con clara intención de cortarle sus alas.

El dragón legendario era el rey del bosque místico. Todos en el Imperio Kratos le tenían un profundo respeto porque él había sido el principal causante de que la mayoría de la población naciera con magia.

Era un guardián esencial del Imperio Kratos y se creía que si le cortabas las alas al dragón y lo unías a tu cuerpo con tu magia, podrías tener un poder nunca antes visto y serías tan poderoso que podrías conquistar imperios y reinados con solo un aleteo de sus alas.

El dragón, furioso por tal hazaña ya que ningún ser humano se había atrevido a llegar a tanto, claro que lo codiciaban, pero el miedo que le tenían era tan grande que no se atrevían a hacerle algo.

Recordó las palabras de la Dama Infernal, su creadora, y gritó fuerte que en todo el Imperio Kratos logró escuchar: "¿Cómo te atreviste, muchacho? Yo, el Dragón de la Luna, dejo de ser el guardián de Kratos llevando conmigo toda la magia que di como bendición al Imperio Kratos. La pequeña Dama Infernal acabará con el descendiente y actual emperador en ese entonces, tu descendiente".

Y se fue, desapareció literalmente como el humo. Al poco tiempo, todos en el Imperio se desmayaron, incluyendo la familia real y el segundo príncipe. Una vez lograron abrir sus ojos, se sentían extrañamente débiles y probaron desesperadamente usar su magia.

Después de ese suceso, el Imperio Kratos cayó en desgracia y el segundo príncipe decidió revelarse cuando el imperio estaba tan vulnerable, matando así a toda la familia imperial y convirtiéndose en emperador. El ahora emperador de Kratos, molesto, decidió ir detrás del legendario dragón plateado, pero falló en la búsqueda y quedó entre los ciudadanos como una leyenda.

Pasó tiempo y el emperador de Kratos en ese entonces dirigió su imperio lleno de tiranía, pobreza y solo dando lujos a los que compartían su misma ambición, rompiendo los tratados de paz con los imperios Zakary y Mackenna en busca de obtener sus imperios, fracasando en el proceso. Crió a sus hijos para ser unos completos tiranos como él y así pasó generación tras generación, manteniendo la guerra con los imperios Zakary y Mackenna.

—Dios, ¿eso fue recuerdo de la novela? - dije levantándome de la cama y cogiendo papel y tinta - los voy a apuntar para no olvidarme ningún detalle, me puede servir en el futuro.

Estaba tan concentrada escribiendo que, una vez terminé, me quedé leyendo y repasando lo que decía aquella hoja hasta que sentí una mano en mi hombro. Me tensé y enseguida fiché dónde estaba mi arco y flecha. Le doblé la mano hasta que soltó un grito. Apenas me soltó, fui hasta donde se encontraba mi arco y le puse una flecha apuntando.

—¡Regístrate antes de que hagas un movimiento en falso! Esta flecha atravesará tu corazón y llevará a tu muerte - dije con voz firme, entrecerrando los ojos por la oscuridad de la habitación y calculando que ya eran las 5 de la mañana por cómo se iluminaba el cielo, aunque seguía un tanto oscuro.

—Señorita, soy yo, Dante - dijo dando un paso adelante y pude identificar su cara. Solté un suspiro de alivio.

—Pido disculpas, me encontraba con la guardia baja y cuando sentí que alguien me agarró por atrás, me puse a la defensiva - dije saliendo al balcón y me di cuenta de que estaba con mi vestido para dormir.

—¿No tiene alguna duda del por qué vine tan rápido? - dijo Dante con confusión.

—Bueno, se puede deducir rápidamente - me apoyé en la barandilla del balcón-. Lo más lógico sería que mi padre te haya enviado un mensaje de emergencia para que vuelvas inmediatamente. Además, es probable que hayas utilizado un collar de teletransportación para llegar aquí apenas terminaste la misión.

Suponía eso, pero trataba de mostrarme indiferente y con cara neutra para ocultar mi nerviosismo.

—Tienes toda la razón, hice exactamente todo lo que mencionaste anteriormente -dijo Dante. Casi suelto un suspiro de alivio, pero lo suprimí y seguí con mi cara neutra. Con voz tranquila, dije:

—Qué bueno, Dante. Hice un movimiento de mano y apareció esto:

Me senté tranquilamente como si fuera lo más normal del mundo lo que acabo de hacer y Dante abrió la mandíbula y frunció el ceño con confusión. Le dije que tomara asiento antes de hablar y, desorientado, hizo caso. Levantó la mano como si pidiera permiso para hablar y solo asentí con la cabeza.

—Tengo dos preguntas - dijo Dante bajando la mano - La primera, ¿cómo fue que hiciste eso? Y la segunda, ¿qué o cómo se llama en lo que estamos sentados?

Antes de responder a sus preguntas, empecé a balancear la hamaca. Al principio, Dante se sorprendió y estaba temeroso, y cuando sentí que empezó a relajarse, dije:

—Respondiendo a tus preguntas, logré hacer "esto", como le dices, porque hace un día descubrí este poder poco común. Y antes de que preguntes cómo tengo poderes sin tener un guardia, la respuesta es que no lo sé, ni yo. - dije para evitar que me interrumpiera - Y lo que estamos sentados se llama hamaca y sirve para sentarte, balancearse y relajarte, también te cubre del sol.

—Mm, bueno -Dante parecía un poco confundido y le dejé pensarlo unos minutos - Señorita Romanova, vengo a darle mi informe de la misión que me dió.

Se levantó y se arrodilló delante mío y dijo:

—Lo siento, princesa, las cosas se complicaron en el ducado Fleur y solo pude salvar a la pequeña princesa Fleur. Logré infiltrarme en el Palacio de Mackenna y dejarla en la alcoba del emperador y la emperatriz. La pequeña princesa Fleur lloraba. Lograron despertarlos, pero solo pudieron ver una sombra antes de que desapareciera.

—¿Pero cómo solamente pudiste salvar a la princesa? ¿El duque y la duquesa qué? - cuestione rápidamente y el sentimiento de culpa pronto apareció en mi pecho

—Princesa Romanova, era imposible salvarlos, cuando llegue la Duquesa estaba envenenada por una daga que le clavaron, el duque había ingerido el veneno también al tocarla, estaban completamente rodeados por el fuego.

-Informo de manera rápida y breve.

—Quiero cada detalle de lo sucedido en la misión, comandante -Ordene tragando apenas el nudo en la garganta que tenía.

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Comments

Tina Ixchiel Puthod

Tina Ixchiel Puthod

vaya!!!! en la primera misíon q manda ya le fallaron?

2024-07-09

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Alejandra Bonilla

Alejandra Bonilla

Entonces que pasó, se supone que por eso lo mando antes, para evitar la muerte de toda la familia 👪

2024-05-14

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Mirna Luz Sierra Sanchez

Mirna Luz Sierra Sanchez

jummm xq no a todos si ya sabían lo q iba a pasar
?

2024-02-24

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