'*Yulia'
Quizas es el embarazo, pues jamás me he encontrado con tan pocas ganas de levantarme.
Pese a que en estos momentos deseara quedarme en la cama y seguir disfrutando de mi amado descanso, eso era algo imposible.
Debido a que aún no he llegado a los 8 meses de embarazo para solicitar mi descanso, tendré que seguir con el nuevo caso que se me a otorgado por el mismísimos juez.
Luego de levantarme flojamente de la cama y de ducharme, me encuentro lista para iniciar mi día.
Primeramente Veré a Withey y luego prepararé mi desayuno para ya luego por fin, dirigirme a mi lugar de trabajo, en el cual mi nuevo cliente tiene la cita otorgada.
Entre preguntas que me hacía a mi misma y respuestas que no encontraba, llegue a la cocina, oliendo un agradable aroma a chocolate recién hecho y pastel de vainilla recién horneado.
- Buenos días Cariño. - Dijo Max al verme y sonreí para luego caminar en su dirección y rodear su cintura con mis brazos.
- Buenos días. - Respondí. - Creí que ya estarían en el trabajo y..
- Deje que Ihan se ocupara hoy de los asuntos pendientes mientras que yo me ocupo de mi hermosa esposa. - Contestó girándose a mi y regalándome el primer beso de la mañana.- Pasaremos un gran día juntos. - Añadió y lo vi con una sonrisa.
- Me temo que eso no será posible, señor Stirling. - Comenté, rodeando su cuello con mis brazos. - Hoy vuelvo a iniciar mi día laboral y hasta los ocho meses me veo obligada a seguir trabajando.
- Mmm bueno, digamos que he hablado con tu jefe y pues..
- ¿Que?
- Cielo, sabes que me preocupo mucho por ti y nuestra pequeña y.. prefiero que estés en casa o de compras, el trabajo suele ser sofocante y puedes desmayarte en cualquier lugar y...
- Max. - Lo interrumpí viendolo con seriedad. - ¡Si quiera me hubieses avisado! - Conteste molesta. - Yo quería seguir durmiendo. - Añadi con un pequeño puchero en mis labios, sacando una hermosa sonrisa de mi adorado esposo, quién me toma por la cintura y deja otro tierno beso en mis labios.
- Lo siento mi amor, pero de igual manera tenías que levantarte, tenemos compras por hacer. - Respondió él y suspire asintiendo luego. - Anda, te preparé un delicioso desayuno.
- Veré primero a Withey y luego desayunaremos. - Respondi, viendo asentir a mi esposos para luego dejar un corto beso en sus labios.
Luego de verificar que el pequeño Withey estaba perfecto y descansando, Volví junto a mi esposo y disfruté el delicioso desayuno que había preparado con amor.
(...)
'
Narradora'
Media hora más tarde se encontraban en el centrocomercial, viendo y apreciando todo lo que había a su alrededor.
- ¿Para que quieres comprar nueva vestimenta? - Preguntó Yulia con curiosidad, pues no había pasado ni siquiera una semana desde la ultima vez que fueron de compras.
- Es que hoy tenemos una cena en casa de el abuelo. - Respondió para luego suspirar. - Unos familiares de mamá vienen de visita y... pese a que no deseo verlos, mamá insiste en que debemos estar presentes.
- Lo dices como si no te llevaras bien con ellos. - Comentó Yulia.
- Luego de que mi padre partiera de éste mundo, todo se complico para nosotros. - Contó, tomando la mano de su esposa y seguir con el camino. - Recurrimos a ellos por ayuda pero.. jamás nos tendieron una mano, siempre ponían excusas tontas por las cuales no podían ayudar y, desde entonces, me he jurado luchar para sacar a mi madre a delante y devolverles el favor. - Voltea a verla. - Y no creo que ésta visita repentina sea solo porque si, ellos deben querer algo de nosotros y por eso vienen a buscarnos.
- Mi amor, tal vez solo quiera disculparse por no haberlos apoyado antes y..
- ¿Porque esperar a que pase tanto tiempo para disculparse? - Preguntó. - No, para mi hay algo más en todo esto.
- Entonces asistiendo a dicha cena sabras si es así o no. - Respondió ella viendo asentir a Max. - Anda, busquemos lo mejor de el lugar y dejémoslo con la boca abierta.
- Esa idea me gusta. - Contestó con una sonrisa, para luego entrar a una de las tiendas más caras y lujosas.
*Entre buscar y probar, llegó la hora de almorzar por lo que Max decidió llevar a Yulia a uno de los restaurantes que estaba por allí cerca, uno al cual visitó desde que era un universitario y el cual.. Dudaba que le gustara a su esposa.
"Cuando pensó en llevar a Gloria a dicho restaurante, ésta le había dejado claro que no era el tipo de lugar que a ella le gustara frecuentar, pera sabía que su hermosa esposa era totalmente distinta a esa mujer*."
- No puede ser. - Escuchó decir a Yulia una vez detuvieron frente a la puerta. - Max, éste lugar..
- ¿No te gusta? - Preguntó él, viendo aparecer una sonrisa aparecer en el rostro de su esposa.
- Si te lo digo no me vas a creer. - Respondió ella para luego ingresar sin esperarlo.
Luego de buscar una mesa y de acomodarse, Max ve a su esposa observar todo a su alrededor con una sonrisa, algo que llamó su atencion.
- Cielo, ¿Porque miras todo con tanto cariño? - Preguntó.
- Es que.. Han remodelado todo desde la ultima vez que lo visité. - Respondió sorprendiendo a Max.
- ¿Venias aquí? - Volvió a preguntar, viendo a su esposa asentir con una sonrisa.
- Cuando comencé la universidad a la cual Ingresé gracias a la ayuda del juez, solía venir a éste lugar como espía. - Contó, dejando a su esposo confundido.
- ¿Como espía? - Preguntó, oyendo a su esposa reir.
- Me gustaba un muchacho de la universidad, unos años mayor que yo pero.. Muy guapo. - Contó nuevamente, viendo a su esposo cruzar sus brazos y abrir su boca ofendido. - Él siempre venía a éste lugar para almorzar o al salir de la universidad y.. yo venía para verlo. - Agregó escuchando una falsa risa de su esposo. - No te pongas celoso, es tiempo pasado.
- Pero hablas de él como si todavía estuvieras esperando a que llegara. - Respondió, volteando su mirada y sonriendo al recordar que él tambien visitaba éste lugar cuando asistía a la universidad.
- Él debe de estar casado ya. - Contestó ella. - Pues luego de terminar la Universidad no he vuelto a verlo.
- Mm sería feliz al saber que ya está casado y que no sería un problema para mi. - Respondió riendo junto a Yulia.
- ¡Max!- Oyó decir a esa voz familiar. - ¡Que lindo es verte por aquí otra vez! No has venido en años. - Comentó la mujer.
- Señora Linda, tambien me da gustó volver a verla. - Respondió él poniéndose de pie, para luego abrazar a la mujer. - Fueron muchos años llenos de trabajo.
- Puedo imaginarlo, siempre que venias te la pasabas estudiando. - Respondió la mujer, viendo sonreir a Max.
- Dejeme presentarle a mi esposa. - Comentó tomando la mano de Yulia, quien no podía creer tanta coincidencia. - Ella es mi esposa...
- ¡Yuli! - Dijo la mujer con felicidad, para luego abrazarla. - Oh Dios mio, tu también apareciste despues de tanto tiempo, pero mírate nada más, éstas tan hermosa.
- Gracias señora Linda, tambien me hizo feliz volver y vela una vez más después de tanto tiempo. - Respondió, viendo sonreir a la mujer.
- Veo que Después de tanta admiración y enamoramiento, por fin te le declaraste. - Comentó, viendo la confusión en la muchacha.
- ¿Como? - Preguntó.
- A Max. - Añadió señalandolo. - ¿O es que no recuerdas las veces en que lo seguías desde la universidad hasta aqui solo para verlo desde la distancia? - Preguntó y ambos se miraron sin poder creer lo que oían. - Dejame decirte que él tambien sabía que lo seguías y siempre que te veía, te sonreía. - Añadió riendo. - Mi esposo y yo siempre decíamos que iban a terminar juntos y mira ahora, hasta con un bebé en camino.
- ¿Eras tú? - Dijeron ambos al unísono para luego reir sin poder creerlo.
*Resultó ser que sus caminos se habían cruzado muchos años antes y ninguno de los dos pudo reconocerse.
(...)
Despues de ese almuerzo lleno de sorpresas, ambos regresaban a casa muy felices, sintiéndose una y otra vez sin poder dejar de pensar en aquel pasado donde solo eran ellos dos*.
- ¿Has tenido noticias de Ihan?- Preguntó Max mientras tomaba la mano de su esposa.
- Por lo que he sabido, Brad estubo con él cuando habló con sus padres y dijo que se tomaron la noticia sin sorpresas. - Respondió. - Pero.. más allá de todo, Brad aún no está dispuesto a volver con él, lo lastimó mucho y.. Lo puedo comprender, pese a que hacen una bonita pareja, puedo ponerme en su lugar y entender de que no es tan simple como Ihan piensa.
- También lo entiendo, las disculpas no son suficiente para sanar la herida que le provocó, Tendrá que luchar mucho para volver a ganarse su corazón y confianza. - Añadió Max y Yulia asistió. - Apuesto a una semana.
- ¡Que va! De seguro en dos días ya estaban juntos otra vez. - Respondió ella.
- Bien, el ganador será beneficiado por el perdedor. - Propuso viendo a su esposa asentir para luego reir en su compañia.
Al llegar a casa, se encontraron con los nombrados, quienes se habían ofrecido para cuidad de Withey está noche.
- ¡Hola! - Dijo Yulia feliz mientras abría la puerta tracera del carro y dejaba bajar a Withey; a quien habían dejado para un control con el veterinario.
- ¡Yuli! te extrañé. - Dijo Brad mientras se dirigía a ella y la abrazaba. - Hay tanto de que hablar. - Añadió mientras caminaban juntos a la puerta de la casa.
- Ihan.
- ¿Como estás Max?
- Yo bien ¿Y tú? no parecer muy feliz. - Respondió mientras caminaba junto a éste.
- Todo se ha complicado cada vez más. - Contestó mientras colocaba ambas manos en su bolsillo. - Pese a que me he disculoado un millon de veces, él no cede, dice que ya me supero y lo pero es que se la pasa el tiempo completo con ese entrenadorsucho.
- Mm me parece buen tipo. - Respondió viendo a su amigo voltear a verlo con molestia. - Oh vamos, tu solito lo arruinaste y se lo serviste en bandeja, no tienes porque culparlo ahora.
- ¡En ningun momento se lo dejé servido! él se metio donde no debía. - Respondió oyendo a Max reír. - ¡No es gracioso!
- Si lo es. - contestó Max para luego entrar y buscar a su esposa con la mirada. - ¿Donde se metieron?
- De seguro están en la habitación cuchicheando como dos viejas chismosas. - Respondió Ihan siendo golpeado con un libro.
- ¿¡A quien le llamas vieja chismosa!? - Preguntó Yulia con molestia, motivo suficiente para que Ihan comenzara a correr. - ¡Ven acá pedazo de cobarde!
- Estos dos nunca cambiaran. - Dijo Brad viendo asentir a Max.
Y volvía a pensar en ello, en esas personas a las que realmente no deseaba ver. ¿Como se sentirá Yulia al conocer a sus despreciables parientes? ¿Porque su madre decidió darles ésta oportunidad despues de todo? - No lo sabía, pero se sacaría esa duda una vez estuvieran allí.
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("Si no recuerdas la locura en la que el amor te hizo caer, es que no has amado.) - Anónimo.
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Comments
Momys.rub
Cuando dos alas están destinadas a estar juntas, los cuerpos se buscan!!!!
2024-08-27
0
Maris Benitez
Jajaja 😂😂 jajaja 🤣🤣 jajajaja Se espiaban de jóvenes y no se reconocieron de adultos,y de igual manera terminaron casados 🥰😍 a éso se llama, ( "Destino") 😍😍😍
2023-11-22
4
Marita Peña
EL MUNDO ES UN PAÑUELO
2023-11-19
2