15-

'Yulia'

"Ya 6 hermosos meses, 6 de los cuales disfrutaba en toda su gloria. Entre satisfacer los antojos, hasta ver a Max salir en la madrugada para comprar lo que nuestro bebé quería en ese momento."

No seré la típica mamá que se queda con ganas de comer por no querer subir de peso, no, yo me comeré todo lo que tenga  ganas así suba 30 kilos o más.

Max me molesta diciendo que llegaré a pesar más que una ballena ("Cosa que hace solo para que me enoje.") , pero eso no me importa, mientras yo me alimente bien, mi bebé estará más saludable.

Hoy por fin sabríamos el sexo de nuestro pequeño o pequeña y ambos estábamos muy emocionados con esto.

Ihan decidió ocuparse de la empresa para permitirle a Max estar presente en la eco que nos revelaría lo que estuvimos esperando. El abuelo y mi suegra estaban igual de ansiosos, pero debido a el pedido de mi esposo al decir ("Solo nosotros iremos.") decidieron esperar en casa con Withey.

De camino a la clínica, sentía que mis nervios aumentaban muchísimo, pues Max no dejaba de decir cuanto ansiaba con un niño, uno con el cual pueda jugar a las peleitas, la pelota y muchas otras cosas más, al cual pueda llevar a la empresa y el día de mañana presentarlo como futuro CEO. Pero, ¿y si es una niña? ¿Algo cambiaría en él? ¿Que pensaría?

- Por fin sabremos si es niño o niña. - habló, sacandome de mis pensamientos. - Espera que abro tu puerta. - y bajó sin siquiera dejarme decirle lo que pensaba.

Vi la puerta abrirse y dirigí mi mirada a el piso, con temor a que no sea lo que él espera, con miedo a que jamás pueda darle ese niño con el cual viene haciendo planes.

- ¿Cariño? - Volvió a hablar y levanté mi mirada triste a él. - ¿Que sucede, mi vida? ¿Te sientes mal? - preguntó y negué.

- No, es solo que..

- ¡Mejor entonces! Andando. - me interrumpió con una sonrisa mientras tomaba mi mano y se encaminaba dentro de la clínica. - Buenos días, tenemos turno con el obstetra. - dijo a la recepcionista, quien asintió y pidió mis datos, los cuales ni siquiera me dejó dar.

Suspire y decidí caminar a la sala de espera mientras él seguía encargandose de todo.

No sé como Max se llegue a tomar el asunto si resulta ser una niña, pues mi instinto me dicta que así será, que no tendremos ese niño que él quiere, siento en mi corazón que es una niña quien crece en mi vientre.

¿Como reaccionara? Si mi instinto se da ¿ Que dirá él? ¿ Cambiaría en algo el que fuera una niña y no un niño como él quiere?

Me perdí en esos tristes pensamientos que me llevaban a imaginar un Max insatisfecho, indiferente y poco amoroso.

Me partía el corazón pensar que no querría a nuestro bebé si llegara a ser una niña.

- Mira, la recepcionista me dio los horarios para la clase de parto. - Dijo sentándose a mi lado y extendiéndome dicho folleto. - Dice que sería bueno que asistieramos ya que somos padres primerizos. - Añadió con una sonrisa y observé el folleto sin tomarlo.

Las lágrimas picaban mis ojos y la angustia crecía más. ¿Y si después de saber que es una niña no quiere ir conmigo a esas clases? ¿ Tendré que hacerlo sola?

- ¿Que sucede cariño? ¿Otra vez estás sensible? - preguntó limpiando mis lágrimas y negué volteando mi mirada. - Yuli, estás asustandome. ¿Te sientes mal otra vez? - Volví a negar, mientras el nudo en mi garganta me impedía hablar. - Espera, avisaré a el obstetra que.. - intentó ponerse de pie pero lo detuve.

- Max, ¿Que pasaría si no es un niño como tanto lo deseas? - pregunté con tristeza, viendo la sorpresa en su rostro. - ¿Que tal si es una niña? ¿ Aún seguirias ansioso por el futuro junto a nosotras? ¿Por estar en esa clase de parto? - Pregunté, mientras lo observaba a los ojos.

Abrió su boca para responder mis preguntas y cuando al fin tendría la respuesta a mis dudas, somos interrumpidos.

- Señora Starling, puede pasar. - anunció el obstetra y solo suspiré, asentí y caminé en dirección a la sala en la cual me atendería. - Muy bien, ¿Por donde desean que comience?

- Queremos ver..

- Solo los controles rutinarios. - interrumpí a Max, quien voltea a verme y vuelve la mirada a el obstetra asintiendo.

- De acuerdo, haremos los controles y dejaremos la ecografía para lo último. - respondió amablemente el obstetra y asentí sin mirar a Max.

Sé que estaba ansioso por saber el sexo del bebé, pero yo no estaba preparada para ver su cambio de humor si la ecografía nos mostraba a una niña.

Mientras el doctor hacía los controles de rutina; los cuales consistían en checar mi prisión, peso y medidas, Max observaba junto a la camilla con bastante seriedad.

Quizás está molesto porque no le di el privilegio de ver primero la ecografía pero.. Me angustia pensar en todo lo que puede pasar si no es como él lo desea.

- Muy bien, el peso y la medida están bien, pero me preocupa un poco su prisión cardiaca. - comentó el médico, mientras anotaba todo lo que decía. - Te enviaré con el cardiólogo para hacer un chequeo y asegurar que sea algo normal, pero tiene que tratar de mantener la calma y cuidarse mucho evitando estrés, cansancio y momentos de disgustos. - ordenó y solo asentí, viendo a Max acercarse rápidamente.

- ¿ Está diciendo que mi esposa puede tener problemas cardíacos? - preguntó con preocupación.

- No lo aseguro, pero debido a el resultado de presión, necesito que vea a el cardiólogo para certificar lo que es. - respondió y Max asintió volviendo su mirada a mi. - Bien, hora de la ecografía. - Añadió con una sonrisa y sentí un frío atravesar mi columna.

Caminé con temor a la camilla y me recosté en ésta sintiendo mis manos sudar, algo que Max pudo percibir al tomarla.

- Bien, veamos. - dijo el obstetra, mientras pasaba el pequeño aparato por mi vientre.

Mientras él luchaba por encontrar el sexo, yo voltee mi mirada a Max, quien se encontraba totalmente serio con su mirada puesta en la pequeña pantallita.

- Al parecer éste pequeño o pequeña no quiere que lo veamos aún. - comentó el doctor, cosa que provocó tranquilidad en mi y por lo cual me relajé completamente. - ¡Oh Aquí está! - Anunció y abrí mis ojos con sorpresa, volteando la mirada a la pequeña pantallita frente a mi.

Sonreí estúpidamente al ver a mi pequeño bebé allí, tan lleno de vida, tan feliz por tener ese pequeño espacio en mi vientre.

Al verlo allí, entendí que no me importa el sexo que tenga, lo amaré y le daré todo de mi sin importar quien me acompañe y quien no.

- ¿ Qué es doctor? - preguntó Max.

- ¿Y que más va a ser, señor Starling? Está claro que un bebé.- respondió con gracia , provocando que se me escapara una pequeña risa.

- Sé que es un bebé, lo que quiero saber es si es niña o niño.- respondió mi esposo, mientras el doctor y yo seguíamos riendo.

- Pues pregunte que sexo es. - añadió para luego suspirar. - Miren. - señaló la pantalla. - Se ve claramente que es una niña. - Agregó y senti la mano de Max soltar la Mía.

Voltee a verlo decepcionada pero, al ver como sus hombros se movian al darnos la espalda, pude saber que no estaba molesto, él estaba..

- Una niña. Seré padre de una niña. - lo escuché decir muy despacito y voltee mi mirada a el doctor. - Oh Dios, una hermosa niña. - Añadió, volviendo su mirada a la pantalla y llorar mientras una sonrisa iluminaba su rostro. - Digame algo. - agregó, acercándose nuevamente a mi lado.

- ¿En que lo puedo ayudar?

- ¿Sabe usted donde puedo conseguir las mejores armas? - preguntó y tanto el doctor como yo, estallamos en carcajadas. - Es que ya sabe, tengo que cuidar de mi princesa, nadie puede acercarse y.. A cierta edad, los buitres comienzan a merodear.

- Jaja no se preocupe, le recomendaré una buena armería. - Respondió el doctor y vi a mi esposo sonreír, para luego girar su mirada a mi y acercarse tomando mis manos.

- Un niño era un sueño cumplido. - Dijo acariciando mi rostro. - Llegué hasta soñar despierto en todo lo que podríamos hacer juntos pero.. Una niña, una niña es incluso más perfecto, mi amor. - agregó y Sonreí. - Ahora puedo esperar hasta que nazca y llenarla de amor, cuidados y protección, hacerle saber que seré el príncipe que siempre la protegerá de todo y que ella será siempre mi pequeña princesa, yo no.. No puedo imaginarme algo mejor.

- Creí que luego de saber que era una niña te alejarías de nosotras. - conté bajando mi mirada, la cual él no tardo en elevar.

- Mi amor, ¿Acaso ya sabías que sería una niña?

- No, pero lo presentía. - respondí y su sonrisa se amplio mucho más.

- ¿Por que no me lo dijiste? Creí que soñabas con tener un niño y que por ello estabas llorando allí fuera. - respondió y negué con una sonrisa. (" Que tonta, ¿Como se me ocurrió si quiera pensar en que mi tierno y amado esposo no querría a nuestra hija? Si es un hombre completamente amoroso.")

- ¿Estaba nerviosa cuando entró? - preguntó el obstetra y solo asentí. - Mm, quizás por ello su presión estaba un poco elevada. - añadió, volviendo a escribir en la carpeta de antes. - Pero de igual manera irá con el cardiólogo para descartar cualquier anomalía, en cuanto tenga los resultados, me los acerca. - agregó y asentí.

(....)

(....)

Luego de que nos entregó la ecografía para que la compartieramos con nuestros familiares y amigos, fuimos directamente con el cardiólogo; quien luego de unos estudios, nos dijo que todo estaba normal.

Dejamos los resultados con el obstetra y marchamos rumbo a casa, para anunciar a el abuelo y mamá sobre el sexo de nuestra pequeña.

Tuve que conducir de regreso ya que mi amado esposo, se encontraba más entretenido con la ecografía que con el regreso a casa.

- Una niña. - lo oí decir y voltee a verlo encontrándolo con una sonrisa dibujada en su rostro. - ¿Como es que se te ocurrió el que no la amaría? - preguntó , girándose en mi dirección.

- Es que.. Todo el camino de ida hablabas sobre lo que harían si fuera un niño, como jugarían, a donde lo llevarías y.. Jamás dijiste nada sobre si era una niña. - suspiro. - Creí que te decepcionarias al saber que sería una niña.

- Que tonterías. - respondió y voltee a verlo nuevamente. - Jamás definiría mi amor entre si es una niña o un niño, lleva mi sangre y es mía, sin importar nada más. - añadió. - Cuando supe que estabas embarazada lo único que me importó es que naciera saludable, rodeada de amor y cariño. - vuelvo mi mirada al frente. - Que sexo tuviera era lo de menos, porque mi amor no disminuyó jamás, será la niña consentida de papá, a quien amaré y protegeré cada día de mi vida.

Solo tomé su mano y dejé un beso en ésta mientras volvía mi mirada a la carretera.

Definitivamente tengo a el mejor hombre del mundo como esposo.

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("Nadie es como tú, y esa, esa es tu magia.") -Anónimo.

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