11-

'Yulia'

Era hoy, el momento de ponerle fin a el sufrimiento de esta persona, a tratar de conseguir la paz para esta pequeña familia.

No puedo asegurar que todo salga de acorde a lo planeado, pues éste es el caso que me esperaba, en el cual no se si voy a ganar o perder, pero mientras ésta familia pueda recuperarse, dejaré de contar medallas.

Suspire nuevamente para luego empujar la puerta de el juzgado y entrar, encontrando a mi cliente ya presente y a su igual, a mi colega junto a la demandante.

Salude cortésmente a ambos y me giré en dirección a mi cliente quien solo veía a la mujer con tristeza.

- ¿Hay algo que desee añadir antes de que el juicio comience? - pregunté, viéndolo bajar su mirada.

- Abogada, sé que quizás como esposo he estado ausente, que quizás mis palabras y actos hayan lastimado a mi esposa, pero cuando digo que la amo.. Hablo con toda la sinceridad de mi corazón. - respondió y me sorprendí. - ¿Sabe si quiera porque razón rompí la orden de restricción? - preguntó y negué. (cabe aclarar que al momento de preguntárselo , no quiso entrar en detalles.) - Solo quería mantenerlos seguros, a ella y a mis hijos. - contó y frunci mi ceño, dándole a entender que no comprendía sus palabras. - Pese a todo lo que se me acuse, soy un hombre dispuesto a todo por su familia y.. No dejaría que nada malo les suceda.

- ¿Asume que la visita en casa de su esposa fue para salvarla? - pregunté, viéndolo asentir.

- Ese día fui a la cafetería que está cerca de nuestras casa, pues allí me reunía con mis hijos. - contó. - Ya sabe, era más seguro por el hecho de que estaban cerca de casa y como yo tenía prohibido acercarme, era más cómodo reunirnos allí. - suspira. - En mi transcurso de el baño a la mesa donde mis hijos me esperaban, oí a dos personas mencionar mi apellido por lo que decidí prestar más atención y.. Los oí decir que aprovecharían mi ausencia para meterse a casa y lastimar a mi familia. ¿De que otra forma podría haber actuado? Deje a mis hijos con los dueños de la cafetería; a los cuales conocía de años, y corri a la casa de mi esposa para impedir que la dañaran. - añadió. - Ella al oírme gritarle que me abriera, solo llamó a la policía sin darme si quiera la oportunidad de explicarme. Al parecer ver la patrulla allí fue más que suficiente para que esos bandidos se alejaran y.. Una vez más, ella no confió en mi, dijo que estaba nuevamente siguiéndola para vigilar su vida, sin dejar explicarle que lo único que queria era tratar de cuidarla pese a su enojo. - baja la mirada. - Sé que desde el principio fui un hombre sin corazón, más aún cuando dije que lo único que me importaba eran mis hijos, se que mis palabras la lastimaron, pero me arrepentí y mucho. - me ve. - En verdad la amo con todo mi corazón, tanto así que no me importaría arriesgar mi vida por ella y mis hijos.

Sus palabras me dejaron en silencio, no sabía que decirle, pero realmente me conmovió el valor que tuvo para reconocer que estaba equivocado y querer cuidar de su familia pese a su error.

Abrí mi boca para hablar pero no pude hacerlo, la presencia del juez llamó mi atención.

Mientras el dictaba el caso y las razones para encontrarnos aquí, yo pensaba en todo lo que mi cliente dijo, creyendo de que tal vez, si tenga la solución a este conflicto familia.

- Abogada Lemos. - oí decir a el juez y asentí poniéndome de pie.

- La defensa llama a declarar a la señora Sofia Andrade. - hablé, viendo a mi colega decirle algo a su clienta, quien solo asiente y se dirige al estrado. (" Sabía que quizás estaba mal, pero quería que él también entendiera la situación.") Caminé en dirección a mi colega y hablé en voz baja para que solo él me escuchara. - Sé que deseas ganar este juicio con todas tus fuerzas, pero no es momento de ver quien se lleva la medalla de honor, hagamos que ésta familia se reconcilie.

- ¿De que estás hablando Yulia? - preguntó con su ceño fruncido.

- ¡Oh vamos! ¿Vas a decirme que no te diste cuenta de el amor con el cual se miran tu clienta y mi cliente? - Pregunté, viendo sorpresa en sus ojos. - Está claro que si apoyamos ésta separación, seremos parte de el arrepentimiento que sentirán luego. - Añadí y él los observó a ambos para luego asentir.

- Hagamos esto. - respondió y asentí dándole las gracias.

- Señora Sofia, ha dado el juramento de decir la verdad y nada más que la verdad. - dije viendola asentir. - Entonces podrá responder con total sinceridad. - proseguí.- ¿Era usted consciente del por que su aún esposo llegó ese día a su casa?

- Si. - respondió sin dudarlo.

- ¿Está usted segura? - volví a preguntar.

- Siempre fue un hombre controlador, uno que me seguía así tuviera que ir a comprar hasta el kiosco de la esquina. Quería que se hiciera todo a su manera, cuando que fuera de ello, declaró no amarme, hacer todo lo que hacía por nuestros hijos. - respondió. - Si no estaba allí para controlarme, ¿Por qué otra razón estaría?

- No respondió exactamente lo que le he preguntado, pero tomaré su testimonio como parte de mi investigación. - respondí. - ahora, vuelvo a repetirlo ¿ Sabía usted la razón por la cual él se encontraba allí?

- Le dije que creí que era por sus típicos celos.

- Por que lo creyó. - Afirmé, Volviéndome al jurado. - Pero no tenía la certeza del por que estaba allí, no estaba totalmente convencida de ello, querido jurado.

- ¿No va a objetar, abogado? - preguntó el juez y vi a mi colega negar. - muy bien, prosiga abogada.

- La razón por la cual trato de saber la razón por la cual la demandada llamó a las autoridades, es por que mi cliente tiene pruebas de esa razón. - respondí, volviendome a la demandada. - Y esa razón, era salvar a la mujer que amaba de un posible asalto sin sobrevivientes.

- ¿Como dijo? - preguntó la mujer y volví mi mirada a el juez.

- No más preguntas, su señoría.- finalicé, volviendo a mi asiento.

- ¿No fue muy corto su interrogatorio? - preguntó el señor Andrade y voltee a verlo.

- ¿Por Qué? ¿Quería que le preguntara por usted si tiene a alguien más en su vida?

- No no, solo pensé que hablaría sobre el por que me puso la restricción.

- Por que es un desconfiado y celoso, por que cree que ella le va a ser infiel ¡Porque no puede entender que solo tiene ojos para usted! ¡Que siempre a sido usted! ¿¡Y que es lo que usted hace!? ¡Pensar que es como esa mujer que le rompió el corazón en el pasado! - dije molesta mientras fruncía mi ceño.

- Yo.. Lo siento, no quería que esto pasara, en verdad estoy arrepentido por mi desconfianza y quiero remediar todo con mi esposa, lamento que pensara de esa manera. - Respondió y me sorprendí. Volví mi mirada llevándome no solo las del público presente, sino que también la del juez, quien me veía con severidad.

- ¿Abogada? - preguntó el juez.

- Necesito un receso. - pedí, para luego salir corriendo de allí y encerrarme en los baños a llorar.

' Él solo quería proteger a su familia y ella lo acusó injustamente.

Él no quería que nada le pasara y ella solo lo alejó.

Él pidió una oportunidad para reparar el daño y ella lo demando.

Ellos.. Son más que dos hijos en el medio, pero ninguno se da cuenta.'

Fui muy injusta con Max, sus palabras sonaron de lo más horrible en el momento pero tampoco supe comprenderlo.

Él me quiere en verdad, pero teme a que le rompan el corazón una vez más y yo lo he hecho.

No justifico sus palabras, por que tambien han roto mi Corazón. Pero si me pongo a pensar, yo estaba igual que él, actuaba de su misma manera.

Rápidamente saqué mi móvil y le envíe un rápido mensaje, no esperaba que me respondiera por que se que lo herí, pero quería que supiera sobre mi arrepentimiento.

[" Hola Max, ¿Cuando regresas? Quiero disculparme contigo y... Voy a estar esperándote. "]

Esperé a que las dos rayitas se marcaran pero.. Solo apareció una, como si me indicara que él estaba fuera de linea.

Suspire pesadamente y salí de el sanitario volviendo a la sala de juicio, tenía que acabar cuanto antes con esto o terminaré perdiendo la razón y golpeando a ésta pareja por no poder ver la realidad que yo he visto solo con su caso.

- Prosigamos. - dijo el juez al verme sentar en mi lugar.

- La defensa de la demandante llama a declarar al señor Fredie Andrade. - habló mi colega y solo le asentí al señor Andrade.

Mientras él hacía su juramento, yo solo me perdía en mi móvil, viendo que el mensaje aún no había sido entregado y tenía miles de ganas de llorar.  

- Y si no estaba allí para incumplir a propósito con la orden otrogada por el juez, ¿Porque otra razón estaba allí? - preguntó mi colega y vi a el señor Andrade desviar su mirada de él a su esposa.

- Por que su vida estaba en peligro, por que pese a que sabía que tendría que pagar las consecuencias luego.. No dejaría que nada malo le pasara a mi esposa. - contestó y vi a la mujer verlo con tristeza. - Te amo Sofia y se que me he equivocado, pero también se que puedo cambiar. - comentó y volví mi mirada al juez quien nos veía a mi colega y a mi, para luego negar. - Me equivoqué como cualquier ser humano lo hace, te señalé y desconfíe de ti, pero me arrepentí por ello cada día de mi vida. No quiero perderlos, no quiero firmar el divorcio, pero si tú eres feliz con ello estoy dispuesto a hacerlo.

- Fredie.. - Dijo la mujer, ahogando un llanto.

- Solo quiero tu felicidad así ésta no esté a mi lado. - añadió el hombre y me puse de pie.

- Señoría, la defensa por parte del acusado desestima el caso.

- La defensa por parte de la demandante, también desestima el caso. - dijo mi colega y Sonreí.

- ¿Como? - preguntó la mujer y caminé a ella.

- He juzgado a mi esposo por un error que fue de ambos, no le he dado la oportunidad para hablar y lo he dejado marchar creyendo de que le guardo rencor. - dije mientras sujetan las manos de la mujer. - Ahora me arrepiento de no haberlo escuchado, de no haberle dejado decirme que tenía miedo para poder protegerlo de ello, no dejé que me explicara la razón por la cual me seguía. - Añadí, volteando mirada a mi cliente. - Pero viendo el arrepentimiento en los ojos de su esposo, puedo entender que ni yo le di la confianza, ni el supo construirla.

La culpa fue de ambos y solo queda perdonarse o arrepentirse luego. - finalicé, oyéndola llorar para luego verla correr a su esposo, a quien abraza y besa como si no se hubieran visto por años.

- La corte desestima el caso. - dijo el juez, viéndome con una sonrisa para luego asentir.

- Muy buen trabajo Yulia, ya vas aprendiendo del mejor.- Dijo mi colega y reí.

- Ya quisieras ser el mejor. - dije, para luego estrechar su mano y caminar a la salida suspirando.

Volví la mirada a mi móvil y mi corazón se aceleró al ver que tenía un mensaje de Max.

Rápidamente lo abrí y me sorprendí al leerlo.

[ " El de las disculpas soy yo, trabaja tranquila, te espero afuera." ]

Levanté mi mirada buscándolo de un lado a otro, pero no lograba verlo.

Cuando avancé para dirigirme al estacionamiento, un ladrido resonó detrás de mi y mis ojos se llenaron de lágrimas al ver a Whitey a un lado de Max, quien traía consigo un ramo de rosas.

- Max. - susurré, mientras mis ojos se llenaban de muchísimas lágrimas. - ¡Max! - grité, para luego lanzar mis cosas a un lado y correr a él mientras él se dirigía a mi.

Las palabras no fueron necesarias, me lance a sus brazos y lo besé como el me besó a mi, diciendo mucho más con una acción, de lo que podría decir con palabras.

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(" Ama cuando estés listo, no cuando estés solo. ") - Walter riso.

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