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Narradora:

Los días fueron pasando, pero sentía que la necesidad de hacerse extrañar, era mejor a estar insistiendo por un perdón.

Luego de terminar la llamada con Ihan; quien le acababa de notificar que su esposa estaba bien, Max decide abandonar la habitación de hotel y pasear por la ciudad desconocida.

Las palabras de su esposa resonaron en su mente "En un lugar desconocido, hay que ser precavido, por ello.. Cuidate." Sonrió como un tonto al saber que pese a su enojo, ella lo quería de regreso, quería que volviera a casa sano y salvo, tal como se fue.

Pero lo que ella no sabía, es que él esperaba llegar con una herida menos, esa que no podía verse porque estaba cicatrizando en su corazón.

Sabía que se fue de más con las palabras, que dijo aquello para no sentirse débil delante de su amigo, para no expresar que aunque no esté con aquella mujer, el miedo al engaño persistía.

Y aunque quisiera borrarlo de su pecho, sabía que le costaría brindar nuevamente su confianza así la persona sea otra.

Al llegar a la salida del hotel, comenzó a caminar viendo todo a su alrededor, observando la buena vista que el lugar le proporcionaba; pensando en quizás, traer algún día a su esposa he hijo.

Entre pensamientos y mirada distante, chocó con un nuevo conocido, con aquel que acababa de firmar un contrato.

- Señor Starling, que sorpresa. - Dijo el hombre con una sonrisa.

- La sorpresa me la he llevado yo, señor Dicler. - Respondió éste, estrechando la mano del hombre. - ¿ También salió a pasear?

- De hecho no, he acompañado a mi esposa por unas compras y como sabrá, decidí dar unas vueltas mientras ella elegía. - Contestó, viendo a Max sonreír. - Pero ¿Y usted? Creí que ya estaría de regreso.

- De hecho planeo quedarme unos días más, aun necesito recapacitar unas cosas antes de regresar. - contó, viendo a el hombre formar una "O" con su boca.

- ¿Problemas con la novia? - preguntó, viendo a Max sonreír.

- Esposa. - Respondió, mostrando la alianza que llevaba en su mano izquierda.

- Matrimonio, es cuando normalmente se ven más los desacuerdos de las parejas. - comentó éste, viendo asentir a Max. - ¿Que le parece si viene a cenar está noche a mi casa? - propuso el hombre, viendo a Max sorprenderse. - Creo que una conversación con alguien que lleva 20 años de casado le vendrá bien. - Añadió, viendo a Max asentir.

- Me ah convencido. - respondió Max, viendo asentir a el hombre.

- Le enviaré la dirección por mensaje, lo estaré esperando.

- De acuerdo, muchas gracias. - respondió, viendo a el hombre despedirlo con la mano mientras se marchaba.

"Quizás tenga razón, quizás hablando con un Experto pueda entender cosas que ahora me cuestan."

(....)

Horas más tarde..

Max se encontraba indicándole a su asistente las cosas por hacer al regresar, pues en estas tres semanas ausente, mucho trabajo se acumuló en la empresa.

Antes de si quiera poder salir, recibe una llamada por parte de su madre.

- Aquí Max. - dijo poniendo en altavoz, mientras se acomodaba la corbata frente al espejo.

^^^- ¿Se puede saber en donde diablos estás? - preguntó la mujer con molestia.^^^

- He salido en un viaje de negocios madre, ¿Porqué el drama? - preguntó éste.

^^^- ¡Que drama ni que nada! He venido a visitarlos pero solo me encontré a mi nuera sola, con un precioso cachorro acompañándola. - respondió la mujer. -  Cuando le he preguntado por ti, me dijo que llevas 3 semanas fuera y que no ha sabido nada de ti. ¿¡No te parece algo descortés no mandarle si quiera un mensaje!? - preguntó alterada la mujer.^^^

- Mamá, en verdad he estado ocupado y por ello..

^^^- ¡Oh claro! ¡Tan ocupado que ni siquiera antes de irte a dormir podías escribirle o llamarla!- lo interrumpió la mujer, dejando en silencio a Max. - La verdad es que no se lo que está pasando contigo hijo, pero si hubieras visto la tristeza en los ojos de Yulia cuando le pregunté por ti, realmente no estarías siendo tan desconsiderado. -  Añadió, oyendo a Max suspirar. - ¿Cuando regresas?^^^

- Aún tengo unos pendientes por resolver, en cuanto los acomode volveré. - contestó, imaginando el rostro furioso de su madre.

^^^- Está bien, solo trata de comunicarte con Yulia, escribele si quiera para que sepa que estás bien. - Añadió la mujer, obteniendo un "Ok" por parte de este. - ¡Ah! Una cosa más.^^^

- ¿Y ahora que?

^^^- Recuerda que una mujer en pleno embarazo, necesita la mayor compañía por parte de su pareja. - añadió, oyendo a Max reír.^^^

- Lo sé Mamá, prometo que cuando llegue pasaré el tiempo que sea necesario con mi esposa para llenar mi ausencia de ahora. - Respondió éste, oyendo a su madre bufar con molestia.- Tengo que dejarte ahora, una reunión importante me espera, hablaremos al regresar.

Y sin darle tiempo a la mujer, finalizó la llamada suspirando con cansancio.

"¿Yulia estaba triste porque él no se había comunicado con ella?"

Dejando los pensamientos a un lado, salió de la habitación y mientras tomaba el ascensor tecleo en su móvil el numero de su esposa.

Se debatió por un momento entre llamarla o no, llegando a la conclusión de que un mensaje estaría bien.

[ " Hola Yulia, ¿Como has estado? Yo...] (" no no no, ese mensaje sonaba muy animado")

[ "  Hola Yulia, lamento no haberme contactado contigo antes, es que..] (" no, muchas explicaciones.")

[ "Hola Yulia, ¿Como va mi bebé? ¿Y Whitey? Están...] ( "Definitivamente no, demuestra que no me importa absolutamente.")

Después de escribir y borrar una y otra vez, llegó a la conclusión de que un mensaje corto sería más que suficiente.

["Hola, me estoy dirigiendo a una reunión, espero que estén bien." ]

Seco, cortante, pero definitivamente no demostraba ser el "Súper protector que enloquece."

Al subir a su coche, recibió la respuesta de su esposa, una igual a la de él.

["estamos bien, cuidate."]

¿Y que más podría esperar? Él fue cortante y a su igual, obtuvo una respuesta fría.

Sacudió su cabeza y se dispuso a conducir en la dirección dada por el nuevo socio y amigo que se había echo, definitivamente no desaprovecharía la amistad de éste hombre.

(....)

Media hora después..

- Pasa pasa, sientete como en casa. - Dijo amablemente el hombre, mientras invitaba a Max a la sala. - Aún le falta un poco a la cena así que tendremos tiempo para hablar. - comentó con una sonrisa, viendo a Max asentir.

- ¿Son sus hijos? - preguntó, señalando un cuadro que había junto a los sofás.

- Si, Malena y Paul. - respondió el hombre con una sonrisa. - Las dos razones por las cuales hemos luchado día a día.

- ¿Luchado? - preguntó éste desconcertado. (" Estaba claro que entendía el concepto de "Luchar por sus hijos" como cualquier padre lo haría, pero algo le decía que esto iba más allá de una simple lucha por amor.")

- Así es. - respondió suspirando. - Verás, mi esposa y yo nos conocimos hace unos largos 21 años. - contó, viendo la sorpresa en el rostro de Max. - Y no fueron en buenas condiciones. - Añadió, con una sonrisa. - Yo salía de una horrible ruptura por la cual había jurado no enamorarme más y ella, ella solo fue drogada por su "mejor amiga." - Narró. - El asunto es que, luego de beber sin control, me dirigí a la habitación equivocada de aquel hotel, encontrando en "mi supuesta habitación" a una mujer muriendo de dolor. - sonríe. - No sabía lo que le sucedía, pero debido a mi estado, no quería tampoco conocer los hechos del porque estaba allí. - lo ve. - El asunto es que ambos terminamos envolviendonos y dejándonos llevar por la locura del momento; consiguiendo tiempo después, Un embarazo que ninguno de los dos quiso. - agregó.- No supe de ello hasta que mi hijo casi cumplió su primer añito. Ella solo llegó a mi oficina con el niño y soltó el hecho de que era mi hijo, obviando que en el lugar había personas importortantes, entre las cuales mi padre también estaba. - ríe. - Luego de que nos reprendió a ambos por esa supuesta " Revolcada" sin cuidados, nos obligó a casarnos, sin importar cuanto queríamos negarnos a ello. - toma la fotografía. - Luego de nuestra boda, comencé a sentirme más y más atraído por la maravillosa mujer con la cual me había casado pero.. A solo dos meses de el 2do añito de nuestro hijo, comenzamos a discutir y entre tanto lío le grité que solo estaba con ella por el bienestar de nuestro hijo, porque yo no podría confiar en ella, creer que era el único hombre en su vida y pues.. Luego de dos bofetadas, se marchó de casa anunciando que pronto me enviaría el divorcio.

' Extrañamente, ésta historia le estaba haciendo ver a Max cuanto podría perder por sus palabras."

- Sufrí mucho, me lamente por haber dicho aquello ya que.. Aunque aún me lo negara, aunque no quisiera verlo, estaba completamente enamorado de mi esposa. - continuó. - Y podría jurar que no quería ni siquiera imaginarla siendo feliz con otro hombre, tener que compartir con ella solo la custodia de nuestro hijo. La amaba y quería pasar cada día de mi vida a su lado. - Añadió, dejando nuevamente la fotografía en su sitio. - ¿Que no habré echo para recuperarla? Me estaba volviendo loco sin ella y.. Decidí luchar con todas mis fuerzas para obtener su perdón, para hacerle saber cuan importante era en mi vida. - sonríe. - Y lo conseguí, conseguí su perdón y unos maravillosos años más a su lado, de los cuales, tuvimos a nuestra hija.

- Vaya, que historia tan.. Tan parecida a la mía. - comentó Max, viendo sonreír a el hombre. - Aunque mi hijo aún no ha nacido.

- Max, de ello he aprendido que no todas las personas son malas y que no todas las mujeres son infieles. - agregó. - Mi esposa fue la diferencia entre ella y mi ex y agradezco a la vida por haberla puesto en mi camino. - añadió, viendo asentir a Max. - Ahora, ¿Cual es el problema con tu esposa?

- Digamos que le he planteado el hecho de que lo único que quería de ella era mi hijo y pues.. Me declaró la guerra. - Respondió, oyendo a el hombre reír. - A su igual, fui engañado por quien era mi prometida. - Suspira. - Venía tiempo planteandole el asunto de casarnos y formar una familia pero; como es modelo, ella se negó. - contó. - Luego de unas horas aceptó que nos casaramos y eso me hizo muy feliz, solo hasta días más tarde, cuando fui citado por mi mejor amigo, quien también es el mejor amigo de mi ahora esposa. - contó. - Luego de que nos presentara a ambos, nos llevó a una habitación en la cual dijo que veríamos algo que quizás nos rompa el alma y.. Así fue, mi prometida estaba acostándose con el prometido de mi ahora esposa, pero definitivamente nos vengariamos de ambos. - Lo ve. - Después de la tremenda borrachera que nos pegamos, ambos terminamos enredandonos en la cama y.. Quedó embarazada.

- Vaya, que coincidencia. - dijo el hombre con una sonrisa.

- La cosa es que al ya saber que íbamos a tener un hijo, le propuse efectuar nuestra venganza de otra manera, casarnos el mismo día en el cual lo haría con aquella mujer y demostrarle a ella y a él, que no eramos los imbéciles por los cuales nos tomaban. - contestó. - Pero.. Luego de un tiempo comencé a sentirme más inseguro, temía que ella me hiciera lo mismo y como consecuencia perdería a mi hijo y.. En lugar de discutir ese asunto con ella, comencé a seguirla, a frecuentar los lugares a los cuales sabía con anticipación que iría y pues, le dije que la quería, le hablé con sinceridad, aunque nunca mencioné el hecho de que la quería pero que aún así me costaba tenerle confianza. - agregó. - Ella oyó cuando hablaba con nuestro mejor amigo y le planteaba el hecho de que no confiaba en ella y que todo lo que me importaba era mi hijo y.. Ella me prohibió volver a acercarme, vivimos bajo el mismo techo pero aún así, ni siquiera los buenos días o las buenas noches me da. - baja su mirada. - Y creí que con este viaje podría solucionar nuestros problemas, podría encontrar la solución a todo.

- ¿Y lo hiciste? - preguntó, por lo que éste sonrie.

- Acabo de hacerlo.

- ¿Entonces que esperas para tomar ese avión he ir a suplicar por su perdón? - preguntó el hombre , oyendo a Max reír.

- En cuanto pruebe la cena de su esposa, me iré derechito a el aeropuerto. - respondió, viendo asentir a el hombre con una sonrisa.

Ya no le importaban aquellos pensamientos negativos, él quería recuperar a su esposa sin importar nada más, sin saber que tal vez.. Fue su destino estar juntos desde el inicio.

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("Nadie nada más que tú sabe lo que es superar tus batallas internas, luchar contra tus miedos, levantarte cada Mañana con ese sueño como meta, superarte y acabar sonriendo en tus peores días. Nadie sabe exactamente quien eres porque cada día eres una persona nueva, una persona mucho mejor. Una persona que logra superarse en las adversidades Y creer cuando las cosas no se ponen de cara. Nadie debería juzgarte, por que nadie sabe el valor, de cada una de tus sonrisas.") - Sergio Rubio.

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