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'Yulia'

No me bastaba, no quería solo un "Te quiero" pero siento que dedicarle un te amo luego de dejar pasar un poco de tiempo.. Definitivamente le daría a entender que estoy desesperada por amor.

Soy una loca enamoradiza, una que se apasiona con las novelas de amor, una que cree en los cuentos de hadas y una que es capaz de entregar el corazón sin importar el tiempo.

Pero pese a todo eso, temo que él no sienta lo mismo, temo que sus "Te quiero " no puedan aumentar y que todo quede allí, sin entregar nada más.

Sé que está tan dispuesto como yo a entregar todo para que nuestro matrimonio funcione, sé que ya no somos dos adolescentes que esperan fracasar y volver a intentar, pero pese a todo eso... Sé que no quiero amar a nadie más, que solo lo quiero a él por siempre y para siempre.

- ¿Que pasa? ¿No te gusta la película? - lo oí decir y voltee a verlo.

- No puedo concentrarme del todo en la película. - respondí, apoyandome en su hombro.

- ¿Y que es lo que te perturba para que no puedas concentrarte? - preguntó mientras envolvía mis hombros con su brazo.

- Tú. - dije levantando mi mirada, para conectarla con la suya.

- Guau, es lindo saber que piensas en mi incluso cuando la película se trata de el chupacabras. - respondió y Sonreí. - Linda forma de asociarme con eso. - Añadió y no puede evitar contener una carcajada.

- ¡Shhhh! Dejen escuchar. - dijo Ihan y voltee a verlo.

- ¿Que no tienen casa ustedes? - pregunté siendo totalmente ignorada por ambos, quienes aún seguían concentrados en la película. - ¡Ash!

- Ignoralos. - Dijo Max y asentí volviendo a tomar su mano para enredar mis dedos con los suyos. - ¿Que sucede?

- Es que.. Una semana antes de tu regreso estuve hablando con uno de mis colegas. - conté, viéndolo asentir. - Y cuando le mencioné el hecho de que estaba casada contigo, casi me escupe en la cara ante la sorpresa. - añadí viendolo negar con una sonrisa. - Me dijo que no Sabía lo afortunada que era al estar casada con el gran Maximiliano Starling y que ocupaba el lugar que toda mujer querría.

- Pero yo solo te quiero a ti. - habló interrumpiendome y le Sonreí.

- Eso fue muy cursi. - volvió a decir Ihan siendo reprendido por Brad.

- Callate tú que eres peor que él.

- Al menos a mi si se me dan bien las cursilerías. - respondió y lo vi con mis ojos entrecerrados para luego mostrarle mi dedo medio.

- Mejor vamos a el jardín, allí podremos hablar sin que ALGUIEN nos interrumpa. - propuso Max y asentí poniéndome de pie junto con él. - Cuidado con lo que hacen frente a Withey. - advirtió y salimos riendo al ver el rostro de los dos totalmente rojos.

Caminabamos tomados de la mano por el hermoso jardín y me permití admirar la vista, realmente mi suegra tiene buen gusto para elegir.

- ¿Entonces solo ibas a decirme que tu colega te dijo que eras una afortunada por estar casada conmigo? - preguntó y voltee a verlo notando la curiosidad en sus ojos.

- Aunque se que es así, no, no fue todo lo que me dijo. - respondí y lo veo sonreír para luego acariciar mi mejilla.

-Creeme que el afortunado soy yo. - contestó y Sonreí para luego dejar un pequeño beso en sus labios.

- Tú... ¿Tienes secretaria o secretario? - pregunté sin dar tantas vueltas, viéndolo observarme con curiosidad.

- ¿A que viene la pregunta? - preguntó y voltee mi mirada a otro lugar. - Yuli..

- Él.. Él dijo que cuando solicitaste secretaria había una cola inmensa de mujeres que se presentaron, pero no justamente por el empleo. - Respondí , oyéndolo reír ante mis rápidas palabras.

- ¡Oh por Dios! ¿ Estás celosa, cariño? - Preguntó entre risas y me solté de su agarre para luego abrazarme a mi misma y caminar mucho más adelante que él. - Cielo, no te enojes, solo tengo curiosidad por saber si estás celosa. - volvió a decir sin dejar de reír.

Sentía que mi rostro ardía ante la vergüenzas, jamás me he puesto celosa en alguna otra relación y... Sentirme de ésta manera ahora, con Max, es algo que no puedo controlar.

Por primera vez no sabía que más decir. ¿Estaba bien sentir eso? ¿era algo normal? Y si la respuesta es "Si" ¿Porqué nunca antes lo he sentido? ¿Porqué jamás he experimentado éste sentimiento con alguien más?

- Yuli.. - dijo al alcanzarme y tomarme de mi mano para luego girarme a él. - Lo siento, no quería que te molestaras es solo que..

- ¿Tiene algo de malo sentir celos por tu pareja? - pregunté interrumpiendolo y viéndolo negar con una sonrisa.

- Linda, sentir celos por una persona equivale a la importancia que tienes por ella. - respondió acariciando mi mejilla. - Eso quiere decir que soy muy importante en tu corazón y que no deseas perderme, por lo tanto, no es algo malo siempre que sepas controlarlos y no dejar que te controlen a ti.

- Entonces si, admito que siento celos de pensar que una mujer que quiere tu total atención, pueda ser la que esté constantemente en contacto contigo. - respondí sintiendo mi rostro arder y viendo su hermosa sonrisa aparecer.

- ¿Eso quiere decir que si soy muy importante en tu corazón? - preguntó y asentí. - ¿Cuanto?

- Mucho.

- ¿Cuanto es ese mucho?- preguntó nuevamente y mordí mi labio inferior para luego suspirar.

- Mucho más que un "Te quiero". - respondí viendo la sorpresa en su rostro.

No, no quería que se alejara de mi por pensar que era una romántica empedernida que se enamoraba rápidamente pero... Tampoco puedo ocultar mis verdaderos sentimientos, jamás supe como hacerlo.

Bajé mi mirada a el piso, sintiendo poco después como el me tomaba de mi mentón elevando mi rostro hasta que nuestros ojos se encontraran.

- ¿Estás diciendo que me amas? - preguntó con seriedad y no sabía que decir. ("¿Y si digo la verdad y se aleja para no herirme? ¿Y si me propone divorciarnos para que ninguno de los dos se vea afectado por el amor del otro? ¿Que se supone que haga ahora? ") - Dime la verdad. - añadió como si pudiera leer mis pensamientos y volví a bajar mi mirada para luego asentir.

Si abría mi boca, ésta solo me llevaría a negarlo, pero mi corazón quería decirle a gritos sobre mis verdaderos sentimientos.

- Quiero que me lo digas. - agregó y volví a verlo. - Quiero escucharlo de tus labios.

- Te amo, Max. - respondí sin poder descifrar lo que había en su mirada. - Se que quizás tú no estés preparado para ello pero mi corazón lo está, está listo para dejarse amar por ti y para amarte sin importar cuanto cueste ganarse tu amor, yo.. - Yo no pude continuar.

Él no dijo nada, solo me tomó por mi rostro y rapidamente posó sus labios en los mios para luego besarme con esa locura que decía a gritos que no me era indiferente, que quizás.. Él corresponde a lis sentimientos.

Luego de que la falta de aire se hizo presente, se separó lentamente de mis labios sin romper la cercanía que teníamos y apoyó su frente en la mía.

- Para empezar, no, no Tengo una secretaria, tengo un asistente que cumple a la perfección con lo que estaba solicitando. - contó y me trague  esa sonrisa que quería salir de mis labios. - Y para continuar, cuando terminamos de hacer el amor iba a decirte que te amaba, que sin importar el tiempo.. Tú te me metiste hasta por los huesos y estoy locamente enamorado de ti, pero luego me dijiste "te quiero" y sentí que quizás era pronto para ti recibir un "Te amo", aunque debí de decírtelo igual, debí tener tu mismo valor. - respondió y está vez no la suprimí dejé que mi sonrisa apareciera. - Y no te das una idea de cuan feliz me hace haber escuchado ese Te amo que desee hace unas horas atrás.

- Eres un cobarde, no te la mereces. - oímos decir cerca de nosotros y luego de cerrar mis ojos y contar hasta diez, simplemente no pude contenerme, busqué lo primero que encontre tirado y se lo arroje a Ihan.

- ¡DEJA DE MOLESTAR! - grité furiosa para luego volver mi mirada a Max. - Entonces.. ¿Si me amas?

- Te amo con todo mi corazón y mi ser, tanto que si no te lo decía... Iba a comenzar a actuar como un imbécil otra vez.

- ¡Nunca dejaste de ser un imbécil! - dijo Ihan entre sollozos para luego salir corriendo mientras se frotaba el lugar en el cual le había dado con la pequeña piedra.

- No se si pedirle que me devuelva la llave o simplemente cambiar la cerradura. - Oí decir a Max y voltee a verlo para luego reír juntos.

- Definitivamente tendremos que cambiar la cerradura. - respondí entre risas mientras él asentía.

- Volviendo a el tema. - añadió mientras me encerraba entre sus brazos. - Sé que quizás sea difícil para ti aceptar esto, pero quiero pedirte que confíes en mi, que sepas que jamás te lastimaría de ninguna forma y que mi lealtad a esos votos que di, siempre será real.

- Confió en ti. - respondí acariciando su mejilla. - Sé que eres un hombre en todas sus letras, sé que serás un buen padre y también un gran esposo. - sonrio. - No diré que nuestro matrimonio será perfecto porque se que ninguno lo es, pero pese a las adversidades y dificultades que se presenten, siempre te acompañare y te apoyaré.

- Y yo a ti. - Respondió, volviendome a besar con toda la ternura y la magnitud de ese amor que me declaró.

Estábamos destinados, siempre lo estuvimos y.. Agradezco a la vida por haberlo puesto en mi camino.

(....)

Después de disfrutar un poco más de la agradable noche, decidimos volver dentro he ir a descansar ya que mañana tocaba control y ambos estabamos totalmente ansioso por ver a nuestro bebé nuevamente.

Caminamos abrazados encontrando dentro a Ihan y Brad, preparados para marcharse.

- ¿No pasaran la noche aquí? - pregunté viendo a ambos negar.

- Brad tiene trabajo por hacer temprano y como mi maravilloso mejor amigo no irá mañana, tendré que ir a resolver unos asuntos asi que.. No, no podremos pasar la noche aquí. - respondió Ihan y reí volviendo mi mirada a Max.

- Acabo de regresar de un importante viaje de negocios ¿y tú esperas que me aparezca mañana a trabajar? - preguntó para luego negar. - De ninguna manera, quiero pasar tiempo con mi esposa.

- Pues señor enamorado, te recuerdo que TÚ eres el jefe y como tal.. Debes de dar el ejemplo. - añadió Ihan siendo empujado por Brad.

- Ya deja de fanfarronear que si fuera por ti, tampoco irías a trabajar mañana. - lo reprendió y mi sonrisa se amplió. - Aparte es bueno que recuperen el tiempo perdido, ambos lo necesitan y su hijo También. - agregó y la verdad es que no sabía como tomar ese comentario.

Luego de una tenue conversación, los acompañamos a ambos a la puerta, lugar donde Max le exigió a Ihan que devolviera la llave y éste entre quejas.. Se la devolvió.

Luego de verlos partir, volvimos a ingresar dispuestos a descansar de el agotador día, pero mi móvil interrumpió con lo planeado.

Lo tomé para saber de quien se trataba y un mensaje de un desconocido apareció.

- ¿Que pasa? - preguntó Max mientras se desvestía para dormir.

- Me han enviado un texto pero.. No se quien pueda ser, no conozco el numero. - respondí mientras me debatía entre abrirlo o no.

- Quizás es un nuevo cliente. - dijo sin más y lo pensé. ("No creo que un cliente fuera a escribirme a ésta hora. ")

Dejé a un lado las dudas y decidí ver de quien se trataba, llevándome una gran sorpresa.

^^^¿?:^^^

^^^Yulia, soy mamá. Te escribo con la intención de pedirte que vengas a visitar, tu padre está grave y no se por cuanto tiempo pueda seguir resistiendo, se que luego de lo sucedido no deberías de preocupar te por él pero.. No te molestaría si no fuera urgente, él te llama.^^^

^^^Espero que puedas ablandar tu corazón y dejar que tu padre te vea una última vez.^^^

^^^√√^^^

No sabía que pensar ni que decir, después de años sin saber de ellos... ¿Quieren verme?

Volví mi mirada a Max quien leía atentamente el mensaje y fruncía su ceño.

Creo que al igual que yo, sospecha que algo más está pasando aquí.

("Todos los días tengo algo que aprender, algo que olvidar y mucho que agradecer.) - Anónimo.

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