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Yulia:

No, ¡no no no no! ¡Esto no podría estar Pasando! ¡Esto no tendría que haber pasado!

Eufórica ante el momento, me dejé caer al piso mientras mi mirada seguía en ese punto fijo, ese que se encontraba sobre la cama y las blancas sábanas manchadas con un poco de sangre.

"¿¡Que fue lo que Pasó!? ¿¡Acaso me he vuelto loca!? "

- No puede ser, esto no puede estarme pasando. - Dije en un susurro, sintiendo como poco a poco mis ojos se nublaban por las lágrimas y el dolor aumentaba en mi corazón. - ¿Que hice?

- ¿Ya despertaste? - Escuché decir a el causante de todo esto. - Creí que quizás... ¿Que sucede?

- Tú.. ¿¡Como pudiste!? ¿¡Como te atreviste a hacerme esto!? - grité molesta, mientras me ponía de pie para luego internar caminar en su dirección, cayendo poco después por el ardor en mi feminidad.

- ¿Estás bien? - Preguntó preocupado, acercándose a mi.

- ¡Dejame! ¡Alejate de mi! - Dije mientras sujetaba mi cabeza y rompía a llorar. - Es tu culpa, es toda tu culpa. - Dije una y otra vez mientras él me abrazaba, quizás intentando consolarme.

- Lo siento, tienes razón, es mi culpa. - lo oí decir. Me aferré a su cuerpo mientras las lágrimas seguían bajando por mis mejillas, perdiéndose poco después a el final de mi menton.

"Me sentía una tonta, tanto me he reservado en estos años, tanto he hecho para marcar la diferencia de mi pasado y, lo dejé ir como si nada, en una noche de tragos."

(...)

No sé por cuanto tiempo he permanecido llorando, pero él permaneció a mi lado, en silencio, tratando de consolarme y sintiéndose culpable de algo que también era mi responsabilidad.

- Él es mi padre. - Dije una vez pude calmarme. - Pero me prohibió decir que era su hija cuando me echó de casa. - conté. - No quería terminar siendo lo que mi hermana dijo aquella vez, no quería vivir una vida en la cual me señalaran por ser una zorra. - añadí, volviendo a llorar.

- No te sientas de esa manera, asumiré la responsabilidad de lo sucedido. - Respondió él, mientras acariciaba mi cabello.- Soy el responsable de lo sucedido y...

- Ambos somos responsables. - lo interrumpí, mientras me apartaba y lo veía a los ojos. - No puedes cargar con toda la culpa, yo no te detuve y.. - limpio mis lágrimas. - No sé que pasará ahora.

- ¿A que te refieres? - Preguntó y levanté mi mirada a él.

- Jamás me he cuidado ya que no tenía intimidad con nadie y.. Ahora es tarde para hacerlo, por más que quisiera, ningún método  funcionaría ahora. - Respondí, obteniendo solo silencio de su parte. - Yo... Iré por un baño.

Me aparté de sus brazos y caminé con dificultad hasta el baño, necesitaba una ducha para relajarme y pensar con más claridad.

Está claro que asumiré las consecuencias de mis actos, pero no arrastraré a nadie conmigo, sea o no tan responsable como yo... No lo obligaré a hacerse responsable de nada.

(...)

Luego de pasar media hora bajo la ducha, salgo dispuesta a enfrentar la situación, encontrando la habitación completamente vacía.

"Hombres, les hablas con la verdad y huyen."

Suspiré pesadamente para luego sentarme en la cama y dejar que las lágrimas vuelvan a salir, por la traición, por la borrachera y por el mejor error que he vivido, porque no voy a negar que la pasé genial.

Era algo nuevo para mi, pero no voy a negar que me gustó, que pese a todo.. Mi arrepentimiento duró poco.

- Yo..- ¿ Él no se fue? - Se que no es la mejor forma para compensar lo que he hecho pero, creo que un buen desayuno no te vendría mal en este momento.

- Gracias, pero no necesitas culparte. - respondí, bajando mi mirada a el piso. - Soy tan responsable como tú de lo sucedido y.. ¿Estuvo bien para ti? - pregunté avergonzada, oyendo una pequeña risa de su parte.

- ¿Me preguntas si lo he disfrutado? - preguntó y asentí sin verlo, sintiendo poco después como tomaba mi mentón obligándome a verlo. - Fue la noche más fantástica en toda mi vida.

- Mientes.

- ¿Porqué lo haría? - preguntó y levanté mis hombros. - Admito que no esperaba a que fuera así de genial pero.. Realmente lo disfruté y mucho.

- Solo soy una mujer inexperta, no sé que tan genial puedo ser.

- Pues también soy un hombre inexperto, uno que disfrutó de una maravillosa noche en tu compañía. - añadió y lo vi con tristeza.

- ¿Que se supone que haremos ahora?

- ¿Que quieres hacer? - preguntó él y no supe que decir. - He pensado bastante en todo lo sucedido y... Continuaré con la boda. - Comentó y voltee mi mirada. "¿Eso quiere decir que la consecuencia será solo mi responsabilidad?" - Pero necesitaré tu ayuda para eso.

- ¿Mi ayuda? - Pregunté con sorpresa viéndolo asentir.

- Les haremos pagar a esos dos por su traición y lo haremos ese día. -  respondió y frunci mi ceño tratando de entender. - Tengo un plan para hacer sus vidas miserables, pero necesito que confíes en mi y hagas lo que te pida.

- Esta bien, estoy a tu disposición para vengarnos. - respondí, viéndolo sonreír. - Pero..

- Retrasaré un poco la boda, quizás invente un viaje de negocios o algo, aún no lo sé pero.. Quiero que nos aseguremos bien lo que sucederá con respecto a nosotros.

- ¿Nosotros? - pregunté, viéndolo asentir. - ¿Que hay con nosotros? Solo pasamos una noche y..

- Una en la cual ninguno de los dos usó protección. - me interrumpió y suspiré.

- Escucha, no voy a obligarte para que tomes una responsabilidad que no quieres, yo..

- No voy a dejarte sola, Yulia. Asumiré la responsabilidad de mis actos y me casaré contigo, tomaré la responsabilidad de esto. - Respondió, dejándome sorprendida. - Esperaré un mes, si estás embarazada.. Me haré responsable de mi hijo y de ti, no los abandonaré.

- No puedo dejar que hagas algo así.

- ¿¡Porqué!? ¿¡Tanto te aterra casarte con el posible padre de tu hijo!? - Dijo molesto y me puse de pié.

- ¡No es eso! ¡Simplemente no puedo dejar que te cases conmigo para luego arrepentirte! ¡No quiero ser la responsable de arruinar tu vida! ¿¡Puedes entenderme!? 

- ¿Arruinar mi vida? - preguntó y voltee mi mirada a otro lugar.

- Si te casas conmigo y luego encuentras a la mujer de tu vida tú..

- Tomemos el asunto con calma por el momento, dependiendo de lo que pase nos pondremos de acuerdo ¿Esta bien? - Suspiré para luego asentir.

"Tiene razón, ambos deberemos de asumir la responsabilidad si eso pasa. "

(.....)

Un mes ha pasado como si nada, uno en el cual tuve que abandonar dos veces un importante juicio debido a las nauseas.

Steven me visitó unas dos o tres veces,  excusándose con tonterías para seguir encontrándose con esa mujer.

Odiaba tener que hacer de cuenta que nada pasaba, tener que sonreírle o buscar una excusa para que no me besara, ya no quería saber nada más de esto.

Terminado el juicio, (el cual por cierto, gané pese a mi mal estar.) Salí de allí dirigiéndome a la clínica más cercana, una en la cual pueda tener las respuestas  a mis dudas.

Una vez los estudios (que pedí con urgencia) estuvieron listos, cité a Maximiliano en el mismo lugar que nos veníamos reuniendo, necesitaba que él esté conmigo cuando vea el resultado.

Pensé que tendría que esperarlo por mucho pero.. Para mi sorpresa, cuando llegue a el dichoso lugar, él estaba allí, esperándome.

- Yulia. - dijo, poniéndose de pié. - ¿Estás bien? Te noto bastante pálida.

- No he estado bien esta última semana. - respondí, indicándole que se sentara y sentándome frente a él. - Por ello he ido a realizarme un estudio de sangre, para saber si es lo que sospechamos.

- ¿Y? ¿cual es el resultado? - Preguntó ansioso, por lo que suspiré colocando el sobre en la mesa.

- No lo sé. - respondí.- No he visto el resultado aún. - Añadí, viendo las ansias atravesar sus ojos. - abrelo tú. - pedí, viéndolo asentir para luego tomar con rapidez el sobre y abrirlo.

"¿ Porqué estaba tan desesperado por ver los resultados? ¿Acaso quería que todo fuera una pesadilla? "

Lo veo suspirar una vez vio el resultado y luego sonríe.

- ¿Y bien? - pregunté.

- ¿Tu que crees? - preguntó él y levanté mis hombros. - Es positivo, estas embarazada. - Añadió con una sonrisa, mientras que yo sentía un escalofrío recorrer por mi columna. (" Estoy.. Estoy embarazada.")

Inconscientemente llevé una mano a mi vientre mientras mi mente seguía con aquellas palabras retumbando.

- Seremos padres, Yulia. - Añadió, y reaccioné sintiendo las lágrimas en mis ojos.

- ¿Y porqué sonries? ¿Acaso no te disgusta la noticia? - pregunté con mi voz entrecortada, viéndolo negar.

- De echo, no. - respondió, extendiendo su mano hasta mi mejilla y acariciarla con ternura, o quizás estaba limpiando mis lágrimas. -  Éste mes ha sido el mas largo de toda mi vida. - comentó mientras sonreía y tomaba mis manos.- Quería saber el resultado rápidamente ya que.. Me he hecho la ilusión de ver ese positivo y ahora, por fin lo tengo, por fin tendré a mi hijo.

- Con una mujer que no amas.

- Tú tampoco me amas, sin embargo no creo que hayas pensado en abortar. - respondió y negué, jamás haría algo así. - Entonces eso puede ser mucho mejor, nos casaremos para darle una familia completa a nuestro hijo.

- Pero..

- Y también silenciaremos a todas las malas lenguas que quieran hablar de ti.- Añadió y bajé mi mirada.

- Max, es lindo de tu parte que quieras ayudarme pero.. Pasado mañana te casarás y no precisamente conmigo. - respondí, escuchándolo reír.

- ¿Es que acaso olvidaste el plan? - preguntó. - Mañana seré el novio y tú, tú serás la hermosa novia de esa boda.

- ¿ cómo? - pregunté.

Él comenzó a contarme su plan, uno que me hacía sonreír cada vez más. Su idea era realmente perfecta, obtendremos nuestra venganza y nuestra boda el mismo día, haremos que esos dos se arrepientan de todo el daño que nos causaron.

Una vez finalizada nuestra pequeña reunión, él se ofreció llevarme hasta mi casa, cosa que negué pensando en que Steven pudiera estar allí.

- De acuerdo, no quieres que te lleve a tu casa pero tampoco quiero que estés cerca de ese sujeto. - contestó, dejándome sorprendida. - Mi hijo crece dentro de ti y no voy a dejar que ese imbécil quiera hacerte algo, saliendo mi hijo perjudicado.

- Hablas como si fuera una irresponsable que pondría en peligro la vida de nuestro bebé. - dije ofendida para luego ponerme de pié y salir de el restaurante.

- Yuli no, no quise insinuar eso. - dijo detrás de mi. - Disculpame, solo.. No quiero que estén cerca de él, no me creo con el derecho de reclamarte o impedírte estar con él pero..

- ¿Crees que yo si quiero estar cerca de él? ¿Crees que me agrada tener que tomarlo de la mano? - pregunté volteandome a verlo. - De solo pensar en que quiere besarme, me dan nauseas.

- Ese es mi bebé. - Dijo frotando mi vientre mientras sonreía. - Está cuidando de mamá desde el vientre. - Añadió, para luego reír y contagiarme también de ello. - Yuli, con más razón deberías de aceptar venir conmigo, nadie nos verá y no tendrás que aguantarte a ese imbécil.

- ¿Y que se supone le dirás a ella si te llama? ¿Que diré yo?

- Mm fácil, ya le he dicho a Gloria que estaría de viaje, por lo que ni siquiera me preguntara y tú puedes hacer lo mismo, decirle que te surgió un caso fuera de la ciudad y por ello estarás ausente. - propuso y luego de pensarlo por un momento, asentí. (" Por extraño que parezca, me sentía más segura con Max.")

(...)

Una hora más tarde, llegamos a una hermosa casa fuera de la ciudad, una en la cual me sentiría cómoda al vivir.

- Que linda casa.

- ¿Te parece? - preguntó mientras dejaba las compras sobre una mesa.

- Definitivamente, podría vivir aquí sin problema.- Añadí, viendo una sonrisa aparecer en su rostro.

- No sabía que te gustaran las casas tan sencillas.

- Son mas cómodas y hogareñas.- respondí viéndolo caminar en mi dirección.

- Aunque no lo creas - comentó, tomandome de ambas mejillas. - Pienso igual que tú. - Añadió y Sonreí al igual que él.

Nos observamos por un momento, sin decir nada, sin hacer más que vernos a los ojos, tratando de encontrar respuestas sin necesidad de palabras.

Y así fue, él me besó como tanto lo quería y de igual manera le correspondí como tanto él lo quería.

Poco a poco,  nuestras prendas quedaron regadas en el piso,  nuestros gemidos comenzaron a escapar de nuestros labios una vez nos volvimos a dejar llevar por el deseo y terminando en la cama una vez más.

" Quizás no hay amor, pero la atracción está y puedo asegurar que mientras permanezca, ambos nos llevaremos bien. "

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(" No le arranques las alas a quien te enseñó, lo hermoso que es poder acariciar el cielo." ) - Isidro sánchez.

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