Menos tiempo

—¿Comerás conmigo? –Preguntó de forma amable el señor Antonio mientas me observaba– no tienes que hacerlo si no quieres.

—Claro que sí, jamás me molestaría estar contigo –Respondí de forma amable y respetuosa mientras empujaba su silla de ruedas por el jardín– además siempre comemos juntos.

—Es verdad, lo había olvidado ¿Tu primo comerá con nosotros?.

—Supongo que sí, desde hace días come todas las comidas con nosotros.

No era falso, de un momento a otro, bueno, mejor dicho, desde la última discusión fuerte entre Felipe y yo, él dejó de salir a fiestas y comenzó a comer con nosotros, también comenzó a aprovechar un poco más su tiempo junto al señor Antonio.

Tal vez estaba arrepentido por sus palabras, pero eso era una gran incógnita, pues, a partir de ese momento intenté ignorarlo a toda costa, no intercambiamos muchas palabras.

Aunque podía sentir por la mirada de Felipe que deseaba pedirme perdón, pero su ego no lo dejaba hacer tal cosa, aunque me sirve mucho más que estuviera lejos y no tan pendiente de mi, no quiero que descubre que en realidad soy un hombre.

Mientras empujaba la silla de ruedas el señor Antonio comenzó a toser y le ofrecí un pañuelo, era un poco común que tuviera tos de vez en cuando, pero esta vez fue diferente, al entregarme el pañuelo me puse pálido, estaba lleno de sangre.

Sin pensarlo mucho llamé a una sirvienta para que vigilará al señor Antonio y llame rápidamente a un médico, después de notificar al médico también llame al señor Andrew, él también se alarmó e intento venir lo más rápido posible.

—¿Qué ocurre? –Preguntó Felipe con mucha curiosidad y un poco de preocupación– te ves muy pálida.

Le mostré el pañuelo en mis manos el cual aun tenia sangre fresca a Felipe, este se sorprendió y me miró.

—Es de tu abuelo, acaba de toser y este fue el resultado, estoy preocupada.

—Debemos llevarlo al hospital.

—El médico dijo lo mismo, estoy esperando a Andrew para ir al hospital, el medico iba a venir, pero es mejor ir al hospital y hacer un chequeo completo.

—Iré a cambiarme, tardaré un minuto, por favor, no vayan a dejarme.

Felipe no espero mi respuesta y corrió escaleras arriba hacia su habitación, al menos cumplió su palabra y en menos de dos minutos ya estaba junto a mi con sus zapatos en sus manos.

Cuando Felipe terminó de ponerse sus zapatos la sirvienta hacia traído a Antonio y Andrew acababa de llegar, ni siquiera nos saludo y con ayuda de su chófer subió a Antonio en su auto y arranco.

Felipe subió a su auto y me miró expectante.

—Si no subes te dejaré aquí, mi tío está muy preocupado como para regresar por ti.

—Esta bien –Solté un largo suspiro y subí al asiento de copiloto– apresúrate, quiero escuchar lo que diga el doctor.

—Yo no, cada vez que vamos a un doctor su condición empeora y las noticias son cada vez peores, no quiero seguir de esta manera, siento como si en cualquier momento él no despertará de su siesta.

El rostro de Felipe era uno lleno de seriedad al igual que sus palabras, por un momento me mostró sinceridad, se sentía ansioso y tal vez peleando conmigo descargaba esa ansiedad, de un momento a otro su rostro cambió por uno más tranquilo.

—No le des importancia a lo que dije –Dijo mientras comenzaba a conducir– de todos modos sé que las cosas seguirán iguales.

–Eres mucho más maduro de lo que aparentas ¿Por qué finges ser diferente? Entiendo tu preocupación y también tu odio hacia mi, pero no entiendo porque te empeñas en esconder tus verdaderos pensamientos.

—No te odio, solo eres molesta, honestamente, he sido muy duro contigo, pero es porque sentí que estabas ocupando un lugar que no era tuyo, pero te agradezco por hacerlo, siempre estás con él y gracias a ti sonríe de forma genuina. Conmigo también lo hace, pero el crío a mi prima, por eso es que mi tío se empeño en buscarte para tomar su lugar, mi tía murió junto a mis padres hace años en medio de un viaje, esta familia ha estado cubierta por las desgracias más de una vez. Pero gracias a ese evento mi abuelo sufrió una gran depresión, a costa de eso casi se suicida, por suerte mi tío no podía cuidar a Ana y ella fue a vivir con mi abuelo –Felipe hizo una pausa abrupta y soltó un largo suspiro– al criarla la sonrisa de mi abuelo regreso.

—¿Dónde te quedaste tú?

—En un convento por tres años, no quería estar con nadie, después me comencé a quedar aquí, aunque estudio en otro estado, por lo que casi no estoy en la Mansión, cuando vuelvo es para visitas o vacaciones, aunque esta vez puse en pausa mi carrera y pasar estos meses con mi abuelo.

—Lo siento, tu vida ha sido muy dificil, eso me hace sentir mal, más que nada por tu abuelo, él cree que soy ella, alguien a quien crió con todo su amor.

—No te preocupes, además de que con que él sea feliz estaré bien, sigues sin ser de mi agrado, pero cuando estás molesta eres fastidiosa, el recordar que casi toda mi familia murió es algo deprimente, pero ya no es tan doloroso como antes.

Cuando Felipe terminó de hablar ya habíamos llegado al hospital, me abrió la puerta y bajamos, esa conversación fue necesaria para aligerar las cosas entre ambos, además de que pude verlo de forma diferente.

Al entrar al hospital vimos al chófer de Andrew esperar frente a una puerta, nos sentamos junto a él y minutos después salió Andrew junto a Antonio el cual se había dormido profundamente en su silla.

—Gracias por avisarnos Ana, gracias a ti pudieron darle medicamentos, al parecer acá van de encontrar un tumor en sus pulmones.

—¿Deben operarlo?

—No, si lo hacen es probable que muera en medio de la operación, su cuerpo no lo resistirá o su corazón podría dejar de latir, su tiempo de vida se acortó más.

Cuando Andrew dijo esas palabras Felipe puso mala cara, él sospechaba que algo así podía pasar, pero no quería que pasará.

–¿Por qué está durmiendo? –pregunté mientras veía a Antonio– ¿Le dieron algún sedante?

—Si, le dolía mucho el estómago, el doctor supone que no está digiriendo bien la comida.

Tras esas palabras hubo un gran silencio y Andrew salió junto a su chófer mientras empujaba la silla de ruedas de Antonio.

Yo me quedé junto a Felipe, su rostro estaba inexpresivo y no tenía intensiones de moverse, me vio y se levanto de su asiento, no me quedó más que seguirlo hasta el estacionamiento.

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Comments

Diana

Diana

No puede ser

2023-01-11

0

Diana

Diana

Que triste, esta familia sufrió bastante

2023-01-11

0

ᰔᩚ ʏᴜᴍɪᴋɪ ʜᴀʀɪsʜᴀᴍᴀ ᰔᩚ

ᰔᩚ ʏᴜᴍɪᴋɪ ʜᴀʀɪsʜᴀᴍᴀ ᰔᩚ

Que feo el caso del abuelito

2023-01-09

0

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