Interés

Cuando salí del edificio logré ver a Felipe fumando apoyado sobre su auto, tenía un abrigo amplio, debía admitir que la noche era un poco fría, al verme apago el cigarrillo y lo tiro, me acerque a él un poco cauteloso.

—Te tardaste quince minutos desde que colgué, creí que solo ibas a cambiarte.

—Yo no estaba preparado para salir, ¿Por qué viniste sin avisar?

—Te llame –Dijo con una calma increíble– ayer dije que te vería hoy, jamás dije la hora.

—¿A dónde se supones que iremos?

—A cenar, sube al auto.

Al parecer no era negociable el no ir, Felipe me abrió la puerta del lado del copiloto y me miró esperando a que subiera, suspiré y subí, solo después de que subí cerro mi puerta y subió.

—¿Feliz? –lo miré y hable de forma sarcástica– no entiendo tu comportamiento.

—¿Te pedí entenderme? Ya lo dije, me interesas mucho y es la razón por la que me comporto de tal forma.

Sin decir más Felipe empezó a conducir, me miró de reojo y sonrió, si realmente no estaba loco, estaba muy cerca de estarlo.

La noche estaba tranquila, sin embargo, las calles estaban llenas, era sábado y la mayor parte de la gente estaba saliendo en grupo, suspiré profundamente al ver los grupos de personas moverse de un lado a otro, la última vez que pude salir en grupo fue en la universidad.

Felipe se estacionó frente a un gran restaurante y abrió mi puerta para salir junto a él.

—Este lugar se ve muy costoso –mi rostro mostraba cierta preocupación– ¿Por qué vinimos a un lugar así?

—Me gusta la comida de este lugar, además, yo seré el que pague, mejor que nadie sé que el dinero que has obtenido en este mes no es suficiente como para que puedas darte el lujo de pagar una comida aquí.

Felipe ni siquiera me miró y entró al restaurante, lo seguí y entré tras él, ni siquiera paro en recepción y fue directamente a una mesa en el segundo piso, en esa zona había un montón de personas de alta sociedad, era de esperarse, pero me sentí un poco mal al ver las miradas llenas de desprecio que me dedicaban.

Era algo normal, ya que mi ropa no era marca o elegante, vestía de forma sencilla mientras esas personas usaban prendas de alto nivel, sin embargo, Felipe se sentó frente a mí y no le dio importancia a las miradas ajenas, escogió algo para mí y no dijimos palabra alguna hasta que llegó la comida.

—Honestamente, pedí la comida por ti porque temí que huyeras corriendo al ver los precios, lo mejor es que comas en paz.

Miré a Felipe y empecé a juguetear con mis dedos, estaba curioso por preguntarle un par de cosas, su actitud amable y arrogante me ponía los nervios de punta y no sabía que intenciones tenía hacia mí.

—¿Puedo preguntarte algo? –Dije antes de meter un trozo de carne a mi boca– solo si no es una molestia.

—Pregunta lo que desees, no me molesta.

El tono de Felipe era relajado y a pesar de estar cortando la carne me miró al rostro haciendo el contacto visual posible.

—¿Qué interés tienes en mí? –Dije un poco temeroso– si soy realista soy solo un empleado nuevo al cual has decidido ayudar en muchas cosas, si también puedo ser sincero no tengo nada que ofrecerte y ya has gastado mucho dinero en esta cena e incluso tuviste mucha influencia en mi aparición en varios comerciales.

—¿Qué tipo de interés? –Las palabras de Felipe seguían siendo tranquilas al parecer mi pregunta fue algo que esperaba– No necesito nada de ti, pero si alguien más te ofrece algo debes rechazarlo, ya que al menos yo no tengo segundas intensiones. Te he ayudado, pero lo hice únicamente porque sé que tienes talento y mucho potencial, mi decisión fue buena, tus números en ascenso lo han demostrado a la perfección, pero si hablamos de mi interés personal, si puedo ser descarado, me atraes.

¿Atracción? ¿Yo? No podía ser verdad, mi rostro no podía ocultar mi sorpresa, esa fue la razón del beso y el rostro serio de Felipe demostraba que sus palabras no eran falsas, pero ambos somos hombres, además de que Andrew quiere que Felipe se case con una chica de una familia con un estatus similar al suyo.

—No digas ese tipo de cosas, alguien podría escuchar.

—¿Y? No quiero ocultarlo ¿Tú si?

Mi mirada estaba llena de angustia y el rostro relajado de Felipe me hizo sentir un poco enojado.

—Yo… no siento atracción por ti, además de ser inmoral porque soy tu empleado, no quiero estar envuelto en algún escándalo, además, si te gustan los hombres puedes intentarlo con cualquier otro que no sea yo.

—Creo que no me estás entendiendo Lucas, no me gusta cualquier hombre, a mí me gustas tú y no creo que no sientas nada por mí, he visto la forma en la que me miras, también tus nervios al estar cerca de mí, no me amas, pero no me eres indiferente seamos honestos.

No tenía palabras, no sabía que responder, Felipe no mentía del todo, pero mi interés existía únicamente por aquellos recuerdos de hace años, en el pasado pensé que jamás estaría en el corazón de Felipe, pero ahora me estaba viendo a mí, no a una impostora.

¿Qué debía hacer o decir? Tal vez él deseaba tenerme a su lado, pero su interés podía desaparecer, viéndolo de forma realista, Felipe era una persona importante y con dinero, si deseaba un heredero yo no podía dárselo, jamás seríamos aceptados y en algún momento se aburriría, no podía ilusionarme con algo así.

—Eres joven, apenas estás terminando la universidad y aunque no te soy indiferente, aunque seas un empresario de alta gama o cualquier otra cosa, no pides asegurar que tu interés sea algo más.

—Lucas, aunque dudes de mí, sé lo que siento, dame la oportunidad de demostrarte que mis palabras no son falsas, no me importa la opinión de los demás, no quiero dejar pasar ninguna oportunidad y mucho menos quiero dejarte ir.

—Lo dices como si fuera cuestión de vida o muerte, no me conoces Felipe.

—Te conozco más de lo que crees Lucas.

—No es cierto.

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