MÁS SOBREVIVIENTE

Enma:

Me quedo llorando silenciosamente en la cama. No debí entrar a su habitación, no debí ver las fotos pero sobretodo no debí mencionar nada de lo que ví en el álbum. Estuvo mal lo que hice pero él tampoco tenía derecho de tratarme tan mal.

Adam tiene serios problemas y todo se debe a la pérdida de su esposa y su hijo.

Sus palabras seguían retumbando en mi mente. Yo no era nada, me salvó por lástima, dijo que hubiera hecho lo mismo si fuera un animal que estuviera a punto de ser comido.

Me duermo del cansancio, me duermo tanto tiempo que se me olvida comer. Me despierto de a ratos pero sigo durmiendo y no me percato de cuánto tiempo lo hago.

El hambre se apodera de mí y me toca salir. El refugio parece estar vacío y me adentro en la cocina, hallo un poco de carne en una olla, la caliento y después me la como sentada.

Adam aparece vestido y armado, me ignora completamente y se aleja. Va salir, no quiero quedarme allí, iré con él aunque no le guste. Termino de comer y voy a mí habitación a vestirme con mi ropa usual, me coloco la chaqueta y me ato el cabello en un moño alto.

Salgo rápidamente y me adentro en la cámara de desinfección, después en el cuarto de arsenal y busco el cinturón, lo abrocho, meto un arma y también mi espada enfundada. Salgo a la primera puerta y marco el código, me adentro en el pasillo de bombillas amarillas y cruzo la otra puerta hasta las escaleras.

Llego a la cochera y salgo.

Adam va saliendo con el auto y corro.

Toco la ventanilla del lado del copiloto pero solo me observa con enojo, no se detiene así que corro hacia el portón abierto y me planto en el medio.

Frena bruscamente. Sale del auto y se acerca.

— ¿ Acaso te volviste loca ? ¡ Sal del camino! — Gruñe pero niego con la cabeza.

— Iré contigo.

— No, quédate aquí — Gruñe de vuelta.

— No te lo estoy pidiendo, lo haré — Dije y caminé, me subí al auto.

Suelta un gruñido bajo pero camina y se sube. Azota la puerta y maneja. Sonrío para mis adentros, parece que esta vez gané.

— ¿ A dónde iremos esta vez? — Pregunto.

— Haz silencio.

— Al menos disimula que te estorbo — Dije mientras contenía las lágrimas.

No contesta a eso y nos encaminamos de nuevo hacia otra exploración suicida.

...****************...

Llegamos a un centro comercial del mismo pueblo que visitamos la vez pasada pero ahora estamos en la zona comercial. Al lado hay un viejo parque de diversiones, las grandes atracciones inmóviles contra un cielo gris.

Parece que lloverá, todo vuelve a ser solitario y espeluznante.

Un Andante, camina arrastrándose por la acera. Se mantiene en calma ante la presencia que aún no nota. Era un señor mayor, tiene el cabello blanco y lleno de sangre.

Adam vuelve a alistarse para combatir y para recolectar suministros. Estoy a punto de hacer lo mismo.

— Tu te quedas aquí — Ordena con su expresión severa y casi de piedra, abro mi boca — No quiero objeciones, espera aquí y no hagas ruido.

No digo nada, suelto un resoplido.

Adam baja del auto y me quedo observando como camina hacia el centro comercial. El Andante viejo se aproxima corriendo al verlo pero él no se alarma, simplemente apunta la pistola y dispara a la cabeza. De un solo le vuela los sesos.

Camina rápidamente hasta perderse en la entrada del centro comercial. Esto no me gusta, no me gusta estar sola y expuesta, noe gusta separarme de Adam pero a él obviamente no le importa lo que me pueda suceder.

Quiero llamarlo por el radio en mi cinturón, lo saco pero no aprieto el botón. Está molesto conmigo así que es mejor no molestarlo, él no me necesita, sabe defenderse.

Lloro de nuevo, es que cada vez estoy más sensible. Cómo me vine a fijar de un ser tan insensible y cruel.

Me calmo, no puedo andar sumida en mis pensamientos, debo estar alerta. Coloco el radio en el tablero y me concentro en vigilar cualquier cosa que pase.

Escucho ruido de voces.

Genial, ahora estoy alucinando, cada día estoy peor. Pero las voces persisten y cada vez se escuchan más cerca.

Dos hombres y una mujer aparecen por el otro lado de la calle. Son sobrevivientes, completamente normales.

Están armados y visten ropas sucias, la mujer lleva una camisa corta que deja ver su abdomen plano y un pantalón de cuero negro. Sus rostros están cubiertos por pasamontañas.

Me agacho cuando cruzan la calle. Hablan como si no estuvieran cerca de muchos Andantes y sueltan carcajadas mientras se empujan entre sí. Ni siquiera notan el nuevo auto estacionado, por la forma en que actúan parecen conocer la zona y frecuentarla.

Me alarmo, no puede ser. Van hacia el centro comercial y si descubren que Adam está allí, si son malas personas acabarán con él.

Cuando entran al centro comercial decido bajar.

Me acerco sigilosamente hacia la entrada, las puertas están rotas. Los sujetos no se ven por ningún lado, dos escaleras mecánicas me reciben para ir al siguiente piso pero decido quedarme en el primero a registrar las tiendas de alrededor.

Debo buscar a Adam y advertirle.

Saco la espada y me adentro en el largo pasillo.

Las tiendas están saqueadas y practicante vacías pero no puedo buscar suministros ahora, debo ir por Adam.

Subo las escaleras mecánicas cuando escucho ruido.

— Ayúdame por favor, estoy herido — Jadea una voz.

Otra vez alguien pidiendo ayuda.

Me acerco hacia el ruido, cerca de una tienda de ropa. Doblo una esquina pero me detengo en seco.

Adam está en medio del pasillo, pero no está solo. Hay un hombre sentado y apoyado contra una pared, se sostiene el brazo, le sale sangre de lo que parece ser una herida de bala.

Me escondo detrás de una columna para ver lo que sucede.

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