Enma :
Me despierto alterada gracias a un extraño ruido afuera de la habitación. Después de lo de hoy estoy demasiado nerviosa. Cualquier ruido me aterra.
Llegamos al refugio al anochecer y cenamos rápidamente. Me fuí a mi habitación después de eso. De todas formas no tuve un sueño tranquilo, no desde hace mucho tiempo. Me quedo sentada, sigo dejando la luz encendida, no me gusta la oscuridad bajo tierra, es tan densa y no ver la luz de una ventana tampoco me tranquiliza.
El ruido vuelve, son gritos que me sacan de la cama de un salto.
Decido salir cuando persisten.
La sala está calmada pero el eco de una voz suplicante serpentea por todo el refugio. Se que es Adam el que grita cosas que no alcanzo a comprender. No sé si sea adecuado que entre en su habitación pero no puedo esperar, sus gritos me desconciertan.
— ¡ Aaah ! — Se escucha y me acerco a la puerta, la abro sin dudarlo.
Busco el interruptor y enciendo la luz.
No puedo evitar observar el monitor para ver si ya ha amanecido, las cámaras muestran el oscuro y tranquilo bosque, aún es de noche.
Alejo mi vista de los monitores y observo hacia la cama.
Adam da vueltas sobre la cama, manotea el aire mientras su cuerpo se mueve bruscamente.
— ¡ Alba, por favor... No... vayas allá! — Alcanza a decir.
¿ Alba ? ¿ Quién es ? ¿ Será la chica de la foto ?
Me acerco a la cama. Su cuerpo está empapado de sudor, no lleva camiseta y la sábana se cierne a su cintura. Jadea sin parar, algo lo atormenta, una pesadilla que no lo deja escapar.
— Alba — Murmura.
Sus ojos se mueven de un lado al otro debajo de sus párpados.
Me siento en la cama, acordándome de lo que hacía mi madre cuando tenía un mal sueño. Ella solía entrar a mi habitación y tomaba mi mano, susurraba palabras y eso siempre me ayudaba.
Me torno nerviosa al ver su mano pero la tomo. Es tan firme y llena de callos, el sudor se me pega.
Sigue moviendo su cuerpo y aprieta mi mano con fuerza, casi me hace daño.
— Tranquilo, todo está bien, solo es un mal sueño — Murmuro con una voz serena — Adam, yo estoy aquí, no estás solo.
Suelta un gruñido y abre sus ojos como platos. Se queda jadeando mientras se siente con abrupto. Suelta mi mano cuando me observa extrañado.
Me quedo inmóvil, me sigue observando desconcertado cuando trata de calmar su respiración. Se limpia el sudor de la frente.
No puedo evitar mirar su pecho desnudo, es tan bronceado y marcado, me dan ganas de tocarlo. ¿ Qué rayos me sucede? No puedo evitar darme cuenta de lo atractivo que es mi compañero. Seguramente a él no le ocurre lo mismo conmigo, lo cierto es que siempre me observa sin ningún tipo de interés.
¿ En serio estoy pensando una tontería como esa en estos momentos ?
— ¿ Qué rayos haces en mi habitación? — Gruñe y aparto mi mirada a sus ojos.
— Tus gritos me despertaron y vine a ver qué ocurría — Dije y me observó mientras seguía jadeando.
— Solo era una pesadilla, no tenías porque entrar aquí — Gruñe y frunzo el ceño.
¡ Qué mal agradecido !
— Lo sé pero me asuste, creí que te estaba pasando algo — Dije con el mismo tono grosero.
— Ya ves que no, así que largo.
Me observa como si fuera una cucaracha que se subió a su cama. Me levanto enojada.
— Descuida, no volveré a molestar.
Salgo enojada y algo desilusionada. Azoto la puerta para demostrarle que me enfada su actitud. Empiezo a llorar sin saber lo que me ocurre¿ Qué me sucede ? ¿ Por qué me afecta como me trate? Me cubro la boca.
Siempre me trata tan mal, con desprecio. No sé ni porque se molestó en salvarme si le iba estorbar. Desde hoy me afectó su forma de hablarme, al principio no me afectaba pero ahora empieza a dolerme.
...****************...
Adam:
Enma sale de la habitación enojada por mi forma de tratarla pero es que no me agrada que se meta en cosas que no son de su importancia y que invada mi espacio solamente con la excusa de ver cómo estaba, ni que le preocupara lo que me pueda pasar.
En seguida la respuesta llega a ese pensamiento, tal vez si le importa, me salvó del zombie. No, solo lo hizo para quedar a mano, se sentía en deuda conmigo.
Me dejó caer de nuevo en la cama, no quiero darle vueltas al asunto.
Me tomó la mano, la sentí en mis pesadillas y cuando desperté, su mano estaba unida a la mía. Era suave y pequeña en la mía. Tal vez quiso ahuyentar mi pesadilla pero logró verme vulnerable.
Se veía preocupada sentada al pie de la cama, vestida únicamente con una camiseta un shorts de Alba. Se sigue colocando su ropa y eso me altera más.
Esa chica me altera, todo lo que hace y dice me irrita sin razón. Alcanzo a ver sus piernas delgadas, son igual de blancas que toda su piel. Los pezones se le notan por encima de la tela de la camiseta.
Tenía el cabello suelto, rozan sus pequeños hombros. Me parece atractiva por un momento, tal vez es porque llevo tiempo solo pero siento una necesidad masculina de tomarla.
Es una chica que apenas tiene pinta de mujer, no tengo porque sentir nada y no debo hacerlo, ni lo haré. Ella es como una niña para mí.
Ese también fue el motivo porque la corrí. Soy hombre y eso traiciona mi voluntad de hierro.
Cuando sale azotando la puerta me relajo.
Esa bendita pesadilla no deja de atormentarme.
Mis recuerdos solo se basan en uno, el recuerdo de aquel día. No puedo dejar de pensar en eso, me atormenta y me arrastra a la oscuridad.
Me levanto cuando no puedo volver a dormirme y voy hacia el cuarto donde entreno. Eso ayudará a calmarme.
Entreno por tres hora, golpeando y pateando el saco de arena.
Enma aparece en mi mente de nuevo. Debo estar loco o desesperado para pensar en la chica pequeña y delgada que ahora comparte el refugio conmigo, desde que entró en mi habitación pienso en ella de la manera que no debería.
Sacudo mi cabeza para ahuyentar mi traicioneros pensamientos.
Le doy varios puñetazo al saco.
Después de agotar mi energía salgo del cuarto mientras me limpio el sudor con una toalla.
Enma está saliendo del baño, despeinada y bostezando.
Al verme se detiene en seco y me observa como si la fuera a regañar. Baja su mirada de nuevo a mi abdomen, sus mejillas vuelven a ese tono carmesí.
— ¿ Qué sucede ? — Pregunto y abre sus ojos como plato mientras aparta la mirada de golpe.
— Nada.
— Iré al bosque después de desayunar, quédate aquí y no toques nada — Dije y se cruzó de brazos.
— Mejor voy contigo, necesito aire fresco.
— No, te quedas.
— ¿ Por qué? — Pregunta.
— Porque sí — Gruño mientras saco una botella con agua del refrigerador.
— Yo quiero ir ¿ A caso te estorbo ?
Se enoja de nuevo y yo me enojo por su insistencia. Mientras más alejada este de mí mejor, pero teniendo en cuenta que estamos en el mismo sitio será más complicado de lo que pensé.
Bebo agua y me tomo mi tiempo para responder.
— No, no me estorbas... Voy a cazar y hay que estar silenciosos para poder tener éxito, si haces demasiado ruido ahuyentaras las presas.
Su enojo baja pero aún así me observa despectivamente.
— Yo no hago ruido.
— De los dos eres la que más habla.
Estrecha sus ojos y casi suelto una carcajada pero me mantengo serio.
— Si, porque me aburro... Tu eres un amargado que nunca sonríe, no cuenta chistes — Gruñe y me divierte como se le arruga la nariz.
— No soy un payaso.
Pone los ojos en blanco.
— Es inútil discutir esto.
— Si quieres ir mueve el trasero — Ordeno y me da otra mirada fulminante pero camina hacia la habitación para alistarse.
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Comments
Natalia Beatriz Leguizamon
no puede disimular un poco? q falta de orgullo viejo
2025-01-29
0
Natalia Beatriz Leguizamon
jodete estupida por arradtrada
2025-01-29
0
Lenita
Hay par de tontos, pronto estarán más que unidos.
2023-12-08
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