CHICA VALIENTE

Enma:

Urgo entre las repisas y me sorprendo, hay más provisiones que en las tiendas de la ciudad y seguramente es porque está ubicada en un lugar solitario.

Voy hacia la zona de higiene y suelto un suspiro de alivio cuando encuentro toallas sanitarias y tampones. Las recojo de inmediato antes de que Adam vuelva, estoy de suerte.

Cuando estaba en mi apartamento empecé a usar trozos de tela cuando se me terminaron. Es muy difícil ser chica en el apocalipsis.

No iba pasar vergüenza pidiéndole a Adam que buscara toallas o tampones, casi me obliga a decirlo pero ese no era su problema y eso de quedarme en el auto me parecía una tontería, si iba acompañarlo era para ayudarlo, no para quedarme sentada.

A veces me hacía sentir como una inútil.

También hallo jabón y lo coloco adentro.

Voy hacia el pasillo de comida y hay unas pocas latas. Lo demás está dañado. Tomo una botana y la abro, papas. Definitivamente estamos de suerte.

Como apresurada, están algo duras pero aún así saben delicioso. Meto unas dos que quedan.

Adam sale de la bodega y le informo que hay comida, él me dice que también hay gasolina.

Me ordena que coloque todo en la mochila y es lo que estoy haciendo. Es que si le gusta mandar, seguramente tuvo un puesto elevado en el ejército.

Es demasiado molesto.

Estoy a punto de hacerle un gesto de molestia cuando algo se mueve en el oscuro techo, lo hace tan rápido que no me da tiempo de advertirle a Adam.

Se lanza hacia a él con rapidez y fuertes mientras suelta un grito agudo.

No puedo asimilar lo que sucede cuando Adam es derribado contra un estante frente a mí y termina cayendo al suelo con abrupto.

Suelto la mochila mientras suelto un grito.

— ¡ Adam !

Se queda en el suelo, parpadea varias veces, sus ojos azules se opacan. Suelta un gruñido y trata de moverse pero no responde.

El Andante no tarda en levantarse de dónde a caído y se trepa encima de mi compañero. Lo toma del cuello de su chaqueta y abre su boca para darle un mordisco.

No, no, Adam no.

Corro por el pasillo, saltando una repisa caída y le lanzo una patada en la mandíbula. La criatura choca contra la pared.

Observo a Adam mientras mi corazón se acelera del miedo. Se ha quedado inconsciente y la sangre se desliza por un lado de su cabeza.

Saco mi espada y me doy cuenta de algo cuando la criatura se levanta.

Es un Andante pero es diferente y más espantoso.

Sus brazos son más largos y delgados, al igual que sus piernas. Su piel es de un tono amarillo, su cuerpo es ancho en la parte de arriba, los huesos de su espalda sobresalen por encima de la piel y su rostro no es humano. Tiene la boca grande y los dientes salidos, no tiene naríz, los orificios están expuestos, los ojos son grandes y completamente rojos.

Se agacha y sueltan un gruñido que me pita en los oídos.

Salta hacia mí con una velocidad impresionante y me aparto a duras penas. Choca contra el mostrador y la caja registradora termina en el suelo.

Dinero, monedas terminan en el suelo, papel y plata inútil.

Corro con mi espada en alto pero el Andante a desaparecido de mi vista.

Por un momento el silencio vuelve. Observo a todas las direcciones, respiro rápidamente. Tengo miedo, más de lo que he tenido en todos estos días de vida.

Mis manos tiemblan y sudan.

El Andante sale por encima del mostrador. Con sus garras y su boca abierta, directo a devorarme. Tomo el control y blando mi espada con ambas manos mientras esquivo su ataque.

Sangre negra rocía el aire, un brazo termina en el suelo. La criatura chilla pero me vuelve a atacar.

Retrocedo pero piso una botella y caigo al suelo.

El Andante se lanza y cae sobre mí pero yo le levanto mi espada y siento como lo atravieso.

Su rostro queda a centímetros del mío, me da náuseas, el olor putrefacto me llega a la nariz. Gruñe y trata de morder, sus dientes suenan.

Empujó la empuñadura para apartarlo de mí y uso mis piernas para poder levantar su peso. Maldición, pesa demasiado.

Lo aviento a un lado y me levanto rápidamente, trata de alcanzarme con el brazo que le queda.

Tomo mi espada con ambas manos y la levanto mientras aprieto mis dientes.

La espada corta a través de su carne hasta terminar fuera. Me tropiezo por el esfuerzo.

El Andante hace un último ruido antes de caer. Lo he dividido en dos pedazos.

La sangre negra se derrama en el suelo.

Contengo las ganas de vomitar.

Debo limpiar la espada pero recuerdo que Adam sigue inconsciente y corro hacia donde se encuentra.

Suelto la espada y me agacho.

— Oh, Dios mío... ¿ Qué hago ? — Murmuro mientras toco su mejilla — ¡ Adam, despierta por favor!

Extrañamente se me salen las lágrimas. La idea de que muera me desespera.

Le doy palmadas, coloco mi dedo índice debajo de su nariz. Suspiro aliviada, está respirando.

Necesito algo fuerte para que despierte. Busco en las repisas, después de mucho buscar encuentro un pote pequeño y leo la etiqueta.

Es alcohol clínico, esto servirá.

Regreso y me agacho a su lado, destapando el pote. Está duro y maldigo de nuevo ¿ Por qué tengo que ser tan débil?

Lo logro abrir, tomo su cabeza y la apoyo en mi muslo.

Acerco el pote a su nariz.

— ¡ Vamos, vamos, despierta! — Jadeo, tarda unos segundos hasta que inhala con fuerza.

Retiro el pote de su nariz y empieza soltar tos.

Abre sus ojos lentamente, sonrío, no puedo evitar hacerlo. Me observa ido hasta que parpadea varias veces.

Se incorpora, quedando sentado y se lleva la mano a la cabeza. Toca la sangre y la ve.

— ¿ Qué fue lo que sucedió ? — Pregunta con una voz rasposa.

Me vuelve a observar y me limpio las lágrimas rápidamente.

— Un Andante salió del techo y te atacó — Dije y se queda desconcertado.

Se levanta y me apresuro a ayudarlo. Suelta un gruñido mientras se apoya de la repisa.

— Maldición, me duele la cabeza — Gruñe mientras avanza por el pasillo, me apresuro a su lado.

— Mejor no te esfuerces.

Me observa desde su imponente altura.

— ¿ Y el zombie?

Señalo hacia el otro pasillo. Camina y se detiene en seco ante la criatura mutilada en el suelo.

— Me costó mucho asesinarlo, era más fuerte y veloz que los demás — Dije pero Adam se mantuvo observando a la criatura.

— Por lo que se ve, tuviste una enorme batalla.

Me observa con intensidad y me torno nerviosa.

— Si, creí que moriría.

— Parece ser una nueva mutación — Dice mientras evalúa al Andante.

— Creo que es mejor regresar... Estás herido y continuar no sería adecuado — Dije mientras volvía por mi espada.

— Estoy bien — Gruñe de forma grosera, fruncí el ceño, su expresión se ablanda — Pero tienes razón, es mejor regresar... Iré por la gasolina.

Camina de nuevo con energía, es muy fuerte, yo no hubiera resistido.

Recojo la mochila y los suministros.

Volvemos al auto. Adam se queda un momento pensando antes de encender el auto.

— Gracias por lo que hiciste, de no ser por ti me hubiese devorado ese mutante — Dijo manteniendo su expresión seria, parece que le cuesta expresarse sentimentalmente, me observa tanto que no lo soporto, me torno tan nerviosa.

— Era mi deber como compañera y... así te darás cuenta que no soy tan indefensa como parece.

— Lo sé, tienes razón, eres una chica valiente — Dijo y me sentí alagada.

Sonrío y me observa de nuevo pero no me devuelve la sonrisa y me pregunto porqué no sonríe, sería mucho más guapo si lo hiciera.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***