ANDANTE EN EL BOSQUE

Enma:

El jardín está tranquilo y la mañana fresca. Sigo a Adam por detrás del garage, me ha devuelvo mi ropa, limpia y desinfectada.

Me sorprendo de nuevo al encontrar una pequeña siembra. Adam se adentra por las plantas de maíz y empieza a recoger los elotes.

Hay más plantas allí, el viejo muro rodea todo el lugar. Ayudo a Adam con el trabajo tampoco quiero ser una carga.

Los árboles zumban con el viento. La naturaleza sigue su curso y me percato de que los humanos nunca fuimos indispensables para ella, nos apropiamos, creyendo ser los dueños y la destruimos, ella nos dió todo pero nosotros no teníamos nada que dar y ahora estamos destruyéndonos unos a otros como salvajes.

Adam se mantiene callado, es un hombre de pocas palabras y eso también le da misterio.

— Mencionaste que eras militar y de hecho eres muy hábil disparando — Dije para cortar el silencio mientras me sentaba en el césped y empezaba a quitarle las hojas a los elotes.

Está de espaldas a mí, me observó por encima del hombro.

— Si, lo era pero fuí retirado hace tres años por una lección en la rodilla. Afortunadamente me recuperé el año pasado e iba volver a alistarme pero en diciembre de 2099 no recibí respuesta.

— Por el ataque — Murmuré.

— Si... El sistema militar fue el primero en caer y eso fue lo que ocasionó que la mayoría de las ciudades se perdieran.

— Tal vez el virus surgió del ejército — Reflexioné.

Adam levantó su cuchillo y cortó el elote a la mitad.

— No lo sé, nadie lo sabe, ni lo sabremos... Fue tan repentino y fugaz que no hubo oportunidad de averiguar o hacer algo al respecto — Gruñe frustrado.

— Estaba trabajando cuando sucedió el ataque... Primero entró un hombre y no comprendí lo que sucedía cuando atacó a mi amiga y luego a mis otros compañeros, pude escapar gracias a uno de ellos... Afuera sucedía lo mismo y todo era tan confuso pero logré llegar a mi edificio, mis vecinos estaban huyendo pero me quedé, no tenía a dónde ir.

Suspiré pesadamente y me observó detenidamente.

— ¿ Dónde estabas cuando sucedió el ataque ? — Pregunté y sus hombros se tensaron.

Se tornó demasiado serio y apretó su mandíbula.

— No me gusta hablar de ese día, está borrado para mí — Gruñó, enojandose, no comprendí nada pero decidí no insistir.

No siguió hablando.

— Ya es suficiente con eso — Dijo cuando llené la cesta.

Pero que pesado era.

— Oye...

Estaba por decirle algo cuando me mandó a callar y tomó una postura alerta mientras se quedaba atento a los sonido del bosque detrás del muro.

Hice lo mismo y de hechos logré escuchar el sonido de las ramas rompiéndose bajo el peso de unos pasos lentos.

Me alarmé, ambos nos quedamos callados, sin casi respirar.

Hubo unos gruñidos del otro lado del muro y mis vellos se erizaron del miedo. Cualquier ruido podría hacer que intentara entrar.

Adam tomó la cesta y me hizo señas para volver al refugio.

...***...

— ¿ Era un Andante ? — Pregunté cuando llegamos a la sala.

— Solo hay una forma de averiguarlo.

Caminó rápidamente y lo seguí hacia su habitación. Era como la mía, solo que había dos monitores sobre un amplio escritorio.

Adam encendió los monitores y se sentó en una de las sillas, tome asiento en la otra. La pantalla se dividió en cuatro y supe que eran grabaciones de las cámaras de seguridad.

las imágenes mostraban el bosque y lo que nos temíamos. Había un Andante cerca del muro, se novia bruscamente y olía el aire mientras se mantenía en el muro.

— ¿ Por qué rayos está aquí el infeliz ? — Gruñe Adam mientras se frota la nuca con frustración.

— ¿ Es la primera vez ? — Me cubro la boca.

Lo peor del asunto es que el Andante no se mueve de lugar, solo ronda de una forma extraña.

— Si, no habían llegado tan lejos... Eso sólo significa una cosa, se está acabando la comida viva y eso los obliga a movilizarse.

— Pero es solo uno, tal vez era alguien de la zona — Dije y se quedó pensativo.

— Saldré, tengo que eliminar a esa cucaracha antes de que más de sus amigos se les unan en la exploración — Se levanta, va hacia uno de los cajones de un armario y saca dos walkie- talkies, me avienta uno y lo tomo.

— ¿ Y esto ? Pensé que ya no existían.

— Siempre he dicho que son mejores que los teléfonos y tenía razón, lograron sobrevivir al fin de la red — Dice con arrogancia — Mantenme informado de su posición, presionando el botón.

Sale tan rápido que no me da oportunidad de decirle que tenga cuidado pero creo que no lo necesita, no es indefenso como yo. Ha logrado sobrevivir con ingenio.

Aprieto el botón, hace un ruido de frecuencia.

— ¿ Qué sucede ? — Pregunta y me sobresalto.

— Nada, solo estaba comprobando si funciona — Digo apenada.

— Mantente atenta.

Suelto el botón y observo la pantalla. El Andante se arrastra, manteniéndose en mi visión periférica.

Pasan unos díez minutos y el radio suena de nuevo.

— Voy a salir.

— Sigue en el mismo sitio — Avisé.

Lo veo por la otra cámara, está afuera. Se mueve en zigzag, lleva un rifles de alto alcance y observo como se agacha y se esconde.

Por la otra el Zombie se a movido tan rápidamente, en posición de ataque y sale de mi visión.

...****...

Adam:

Salgo al esterior y rodeo mi propiedad, moviéndome con sutileza entre los árboles y observando a todas las direcciones por si hay más de ellos.

El radio suena repentinamente.

— Se ha movido, lo hizo rápidamente y desapareció de mi vista... ¿ Acaso te vió? — La voz aguda de Enma se escucha.

Aprieto el botón — Aún no me acerco a la zona.

— No sé que le hizo moverse.

— Voy acercarme.

Decido correr a la zona y me detengo en seco, escondiéndome detrás de un árbol mientras contengo mi respiración.

El zombie se ha lanzado sobre un pequeño ciervo, le mastica el cuello y le arranca un trozo. el pobre animal no tiene tiempo de reaccionar y se desangra.

La imagen me da asco e indignación.

Usa sus manos para arrancarle trozos de carne.

Avanzo enojado.

— ¡ Hey ! — Grito.

El zombie deja de comer cuando nota mi presencia, suelta un gruñido áspero que molesta mis oídos. Se levanta y corre hacia mí, lo esquivo y subo mi arma, le apunto a la cabeza y disparo.

Las aves vuelan con el ruido.

Me quedo observando hacia el ciervo, con temor de que se levante.

Una persona tarda un minuto en convertirse así que espero, apuntando mi arma a la cabeza del ciervo, con ojos abiertos y vacíos.

Por un momento no sucede nada y decido volver, pero sus patas empiezan a moverse bruscamente y sus ojos se tornan rojos con bordes grises miento suelta un chillido.

Disparo de nuevo y varias veces hasta que deja de moverse.

Esto no me gusta nada.

Aprieto el botón del radio en mi chaleco.

— Ya acabé con ellos.

Suelto el botón y vuelvo al refugio.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***