Cuando Carol escucho el sonido de la puerta cerrandose abrió un ojo para verificar que su madre ya salió de su habitación y al no verla de destapó y se puso de pie. Ella camino hacia el interruptor para encender la luz y
Para ir a su cama, sus sospechas quedaron con firmadas al ver que sobre su cama había tierra por lo que sentandose en su cama checo las plantas de sus pies y pudo notar que también estaban llenas de polvo.
-No fue un sueño... -Se dijo a si misma en un susurro.
Ella también hubiera pensado que sería un sueño si no fuera porque no era la primera vez que tenía sueños tan vívidos, sueños que resultaban hacerse realidad. Cómo sea ella sabía que eso no alcanzaba para convencer a su madre de que ese sueño era algo real asi que luego de lavar sus pies sacudió sus sábanas y volvió a dormir, no iba a dejar que eso le amargara el día ya que era su cumpleaños.
13:00 hacienda Walker.
Ahora todos se encuentran festejando el cumpleaños de Carol, este es un día soleado sin ninguna nube a la vista a pesar de eso era verdaderamente agradable y fresco, un suave y delicado viento le acariciaba delicadamente el cabello a la cumpleañera quien tenía una gran sonrisa en su rostro. Carol Walker vestía un vestido renacentista dorado y blanco. Ella se encontraba jugando con sus amigos pensando a que podrían jugar.
Junto a ella se encontraban Diez niños los cuales se dividían en 5 varones (Pedrito, Joselino, Mirko, y Ali) y 5 niñas (Beatriz, Laura, Nilda, Becca y Nancy), Pedrito y Nilda vivían en la hacienda ya que eran hijos de empleados del hacienda Walker que en un pasado habían sido esclavos mientras que los demás eran niños de otras familias ricas de la ciudad y sus alrededores.
-¿A qué podríamos jugar ahora? -Pregunto Pedrito a sus amigos.
-Podemos jugar a saltar la cuerda o tal vez las escondidas -Sugirió Laura sonriente.
-Ambas ideas son buenas. -Exclama Carol sonriendo. -¿Qué tal si primero jugamos a las escondidas?
-Sí, juguemos a las escondidas. -Exclamo Pedrito sonrinte obsevando a Carol.
-Podemos jugar a eso primero y luego jugamos con la cuerda. -Dijó Carol.
-¿Quién cuenta hoy? -Pregunto Joselino sonriendo.
-Yo no! -Exclamo Beatriz levantando su mano.
-Está bien, puedo contar. -Le respondió Carol a Beatriz.
-Me parece bien.-Respondió Beatriz mientras volteo a ver hacia los lados.-La hacienda es bastante grande así será difícil encontrar a todos y no quiero estar esperando.
Carol pensó en lo que Beatriz había dichos mientras los demás niños se miraban entre sí y ponían los ojos en blanco. Nelly era una niña bastante quejosa y mimada por lo que a algunos de los niños no le gustaba jugar con ella.
-Aquí tenemos muchos lugares donde escondernos así que solo va a ser en esta parte. -Les dijo Carol.-Aquí en el patio y en todo lo que es el jardín podemos escondernos solamente.
-Está bien. -Respondió Pedrito sonriendo.
-Bien, yo voy a contar hasta 30 y ustedes van a esconderse. -Exclamo Carol sonriente. -Vayan a esconderse.
Los chicos fueron a esconderse menos uno, Pedrito quien se había distraído observandola.
-¿No vas a esconderte? Le pregunto ella.
Volviendo a la realidad s volteo a ambos lados.
-Me distraje perdón! -Dijo pensando dónde esconderse.
Carol soltó una risita.
-Que distraído. -Exclamo Carol.
-Si es que me gustas mucho -Exclamo Pedrito.
Carol soltó una risita sonrojandose.
-Digo, me distraes mucho. -Se corrige Pedrito avergonzado.
-¿Porque no apostamos algo? -Le pregunto.
-¿Como que? -Pregunto Pedrito.
-mmm..., no sé... -Exclamo Carol sonriente. -¿Que tal si ganas me das un beso?
-Si! -Se apresuró en responder Pedrito sonrojado. -Digo... si, pero ¿si tu ganas?
-Si yo gano yo te doy uno. -Contesto Carol sonrojandose más.
Pedrito asintio con su cabeza y fue a esconderse.
La pequeña Carol se volteó a ver hacia la pared y con sus brazos contra la pared apoyo su rostro sobre su antebrazo para cubrir sus ojos.
-Uno... Dos... tres... -Comenzó a contar lentamente.
Tan pronto como Carol comenzó a contar sus amigos comenzaron rápidamente a buscar donde esconderse; algunos fueron detrás los árboles, mientras otros fueron a esconderse detrás de grandes arbustos y estatuas del jardín.
-¡Veintiocho... veintinueve... y treinta! El que no se escondió perdió -Anuncio Carol antes de comenzar a buscar, lo que no se le dificultó mucho, ya que al dar unos pocos pasos pudo notar a Pedrito escondido detrás de un árbol, porque se había asomado para ver si podría ir a la base sin que lo notara.
-Ya te vi Pedrito! -Dijo Carol apuntando con su dedo hacia donde estaba escondido Pedrito antes de correr hacia el árbol.
Pedrito salió de detrás del árbol y comenzó a correr hacia la base, pero luego de dar unos pocos pasos Carol toco la pared.
-Es trampa! -Exclamo Pedrito caminando hacia donde estaba Carol.
Se había sentido algo mal por perder hasta que recordó la apuesta
Carol era buena jugando escondidas, no le tomaba mucho tiempo encontrar a sus amigos.
-Ven Pedrito debes pagar tu apuesta. -Le dijo Carol.
-Pedro se sonrojo acercándose a ella.
Todos los demás niños observaron sorprendidos cómo Carol besaba a Pedrito, era una gran sorpresa para ellos algo que no se habrían imaginado.
Mas tarde en la casa su padre; Antonio Walker, se encontraba junto a su esposa Joaquina y el padre de Joaquina (el comendador), su madre y sus empleados Chica Lopes, Su esposo y algunos padres de los invitados a la fiesta. No todos los padres de los niños que Carol invito estarían seguros de ir a la fiesta ya que están al tanto de que todos los empleados de la hacienda Walker eran ex esclavos liberados que se quedaron en la hacienda para trabajar allí.
Algunos de los invitados no están de acuerdo con eso ni les gusta la idea de que gente de su altura tuviera que compartir con alguien de su clase y más porque tampoco querían que sus hijos jugaran con niños así.
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