Capitulo 08

-Solo tengo una pregunta para ti, espero la respondas. -Le dijo Antonio a Jorge quien solo se quedaba viéndolo. -¿Porque querías llevarte a mi hija?

Jorge se quedó en silencio por lo que Antonio insistió preguntando:

-¿Quien te envío?

A pesar de su insistencia Jorge no parecía tener intenciones de decir algo, incluso bajo la vista cuando Antonio comenzó a preguntar.

-Conteste a lo que le están preguntando. -Le ordeno el capitán Espinosa.

-No puedo decir nada. -Se excuso Jorge.

-Si no coopera tendremos que hacerlo hablar. -Le advirtió el capitán Espinosa.

-No creo que sea necesario. -Le dijo Antonio al capitán Espinosa. -No hace falta ser un genio para saber que es un esclavo.

-Si, lo mismo pensé. -Coincidió el capitán Espinosa. -Tal vez se escapó.

-¿Es así? -Le pregunto Antonio a Jorge. -¿Te escapaste.

Jorge contesto asintiendo con su cabeza.

-Pero eso no explica nada. -Le dice el capitán Espinosa.

-Pero si nos dice algo... -Asegura Antonio con una sonrisa.

-¿Que cosa? -Le pregunto el capitán Espinosa.

-Que hay algún hacendado muy preocupado por la perdida de un esclavo. -Exclamo Antonio en tono sarcástico con una sonrisa. -Creo que se pondría muy feliz si volviera a verlo.

En ese momento los ojos de Jorge se abrieron de par en par a la vez que en su rostro se dibujaba una expresión de preocupación.

El capitán Espinosa quien ya había entendido lo que Antonio queria hacer también comenzó a sonreír mientras manteniendo su vista en Jorge le dijo a Antonio;

-Creo que tiene razón, su amo debe extrañarlo mucho.

-Deberiamos regresarlo. -Le contesto Antonio.

-Yo prefiero que me vendan o quedarme aquí. -Protesto con nerviosismo Jorge. -Cualquier cosa antes que volver con él.

-Byrne. -Exclamo el capitán Espinosa llamando a uno de sus guardias. -Necesitare que busque a alguien.

-No, no! -Suplico Jorge.

-¿Cree que se difícil encontrarlo? -Le pregunto Antonio al capitán Espinosa con una sonrisa.

-Claro que no, lo encontraremos muy rápido. -Le contesto el capitán Espinosa.

-Les diré lo que quieran pero no hagan eso, eso no. -Les dijo Jorge desesperado.

La ropa gastada que usaba Jorge era la típica ropa de los esclavos por lo que no fue difícil deducir que era un esclavo que se había escapado de algún lugar y conociendo como los demás hacendados tratan a sus esclavos tampoco era difícil pensar en porque un esclavo se escapa.

-Cuentame todo a menos que quieras volver de dónde escapaste. -Lo amenazó Antonio.

-S-si, a mi..., (Hizo una pausa para tragar saliva) a mí me pagarían por conseguir a esa niña. -Les comento Jorge. -Me dijeron que si conseguía a esa niña me comprarían sin importar el precio que mi amo ponga y que me darían mi carta de libertad.

-Yo pensaste que era mejor ser libre. -Exclamo Antonio.

-Si, mi plan era ir al Quilombo pero pensé que eso sería mejor. -Le comento Jorge a António. -Lo único que quería era ser libre.

-Y querías conseguir esa libertad haciendo daño a los demas. -Le reclamo el capitán Espinosa.

-Yo no queria hacerle daño a nadie. -Jorge.

-Y ¿Que pensaste que pasaría al llevarte a mi hija? -Le pregunto António. -¿Que pensaste que pasaría al intentar apuñalarme?

-Lo lamento. -Se disculpo Jorge.

-¿Quien te contrato? -Le pregunto el capitán Espinosa a Jorge.

-No la había visto antes. -Le contesto Jorge. -Es más ella fue quien me encontró a mi, cuando yo me dirigía al Quilombo y ella me dijo que me necesitaba.

-"ella"? Es mujer. -Le pregunto Antonio.

-Era una mujer, si. -Le contesto Jorge asintiendo con su cabeza.

-¿Cómo era? -Le preguntó el capitán Espinosa.

Antonio bajo un instante la mirada mientras pensaba en eso ya que era algo que llamaba su atención.

-Era una mujer muy vieja. -Le contesto Jorge.

-¿Viejas de que edad? -Le pregunto el capitán Espinosa.

-No le pregunté. -Dijo Jorge.

-Digamos unos 60 o 70 años? -Le pregunto el capitán Espinosa.

-Yo creo que algo en medio. Respondió Jorge.

-Esta bien, y ¿Recuerdas algo más? -Le pregunto el capitán Espinosa.

-Tenía nariz larga y con unas verrugas muy feas, una tenía cabellos. -Dijo Jorge describiendo a la persona que lo contrato.

Al escuchar eso Antonio no pudo evitar sorprenderse.

-¿Era alta? -Le preguntó el capitán Espinosa.

-No, no parecía porque se encorvada. -Exclamo Jorge.

-Y ¿llevaba una especie de palo largo que usaba como baston? -Le pregunto Antonio.

-Si, eso mismo. -Le contesto Jorge.

-Es la vieja loca. -Exclamo Antonio.

-¿Vieja loca? -Le pregunto el capitán Espinosa.

-Dijo que si le decía a alguien me entregaría, por eso no quise decir nada. -Replico Jorge. -No quiero volver.

-No lo harás..., Gracias por decirme. -Le dijo Antonio agradecido mientras se volteo a ver al capitán Espinosa. -Ya se quien es.

Más tarde al volver a la recepción dejando a Jorge en su celda Antonio estaba pensando en una forma de agradecer.

-¿Está seguro? -Le pregunto el capitán Espinosa a Antonio.

-Si, estoy seguro voy a llevarme lo. -Le dijo Antonio.

-¿Porque? -Le pregunto el capitán Espinosa.

-Si lo hubiera encontrado cazadores de esclavos lo venderían, aquí tampoco le sirve ocupando una de sus celdas. -Le dijo Antonio.

-Todos saben que usted acostumbra hacer eso pero él es un criminal peligroso. -Protesto el capitán Espinosa. -Quiso llevarse a tu hija.

-Lo se, pero quien lo contrato tendría que estar aqui. -Le dijo Antonio. -Se aprovecho de su desesperación..

-Eso no lo vuelve inocente. -Le dijo el capitán Espinosa. -Nadie tiene una vida fácil, pero algunos no buscan mejorar la suya propia empeorando la de los demás.

-Tiene razón, por eso le daré su libertad y lo dejaré a su suerte. -Le dijo Antonio dándole la razon. -No quiero a alguien así trabajando para mí pero quiero agradecerle por arriesgarse a decirme eso.

-¿Arriesgarse? -Le pregunto el capitán Espinosa a Antonio.

-Si, si es Merga quien la contrato se arriesgo demaciado. -Dijo Antonio.

-¿Merga? -Le pregunto el capitán Espinosa.

-Si, ella dijo que quería llevarse a mi hija y si los rumores son ciertos es peligroso. -Le contesto Antonio.

-Se lo que se dice de ella pero nadie la vio en mucho tiempo, es más yo creo que ni siquiera debe seguir viva. -Le dijo el capitán Espinosa.

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