Capítulo XVII

Gerald

Hoy me levanté muy temprano, a pesar de qué me dormí muy tarde. Estuve en video llamada con Dubraska. Definitivamente y aunque no quiero, pero tengo que vender la productora. Mi novia no quiere, dice que puede atender los dos negocios, pero la verdad es que no quiero recargarle más trabajo. De hecho, todos éstos meses se ha dividido entre los dos negocios y no me parece justo, pero no hay poder humano que la haga entender eso, es más, se molestó, colgó la llamada y me dejó allí prácticamente hablando solo. Eso sí es verdad que me molesta lo haga quien sea, me parece una gran falta de respeto. Y si algo tiene Dubraska es su malcriadez, todo el tiempo es así, si no se hace las cosas como ella quiere, entonces actúa de ésta manera tan inmadura, y lo peor es que soy yo quien después tengo que contentarla hasta el punto, que he tenido que viajar solo para que ella esté mejor.

Pero bueno la decisión está tomada pondré, en venta la productora, no hay vuelta atrás.

Regreso a Sao Paulo, y paso el día descansando.

Al día siguiente llegué a la oficina después de mediodía. Estaba haciendo algo que desde hace unos meses me rondaba por la cabeza. Justamente cuando estoy entrando a mi oficina escucho a Julieth preguntar:

—¿Te hiciste el tatuaje?

—¿Quuuéééé...y ésta como supo? — Me pregunto — pero luego escucho otra voz que le dice:

—¡Ay si, me lo acabo de hacer!...Después lo verás, ahora está cubierto.

—Ah okey, bueno disfrútalo.

—Gracias.

Inmediatamente entra a mi oficina, y entonces le pregunto:

—¿Qué pasó Julieth?

—Ah que Elizabeth le acaban de hacer un tatuaje. Ay pero yo no sé, como algunas personas se mandan a hacer un tatuaje chiquitito. Imagínate Gerald, se lo hicieron aquí, o sea, que si se lo quiere cubrir con la correa del reloj fácilmente lo puede hacer. No, yo no, yo tengo en la espalda tatuada un águila, abarca casi que la mitad, es grande. Así es que me gusta. Si voy a pasar un dolor, que sea con gusto.

¿No te parece?

—Bueno, cada quién con lo que le guste, le dije. Me entrega unos documentos, y luego se marcha.

Me causa gracia, ya que yo también vengo de hacerme un tatuaje. Si, así es, quise grabar tal cual lo que ella escribió en mi antebrazo, las tres letras de su nombre y un corazoncito rojo al lado, le llevé al tatuador la foto que le hice con mi móvil y le dije que necesitaba que quedara igualito, de hecho si lo quiero cubrir con la correa del reloj podría hacerlo. Pero lo que más me causa gracia, fue lo que dijo Julieth sobre los tatuajes pequeños. Si supiera que yo también soy una de esas personas.

He viajado de nuevo a Múnich para finiquitar lo de la productora y también para lograr contentar a Dubraska, pero que va, está muy disgustada, dice sentirse ofendida que no le he tenido confianza, que seguramente lo que he pensado es que no es capaz de saber manejar el negocio y que solo lo llevaría a la quiebra. Discutió y discutió a más no poder. De hecho, me lo dejó muy en claro, que si no le tenía confianza lo mejor es que terminemos ésta relación. Me quedo asombrado por su actitud y le digo,

—Oye amor, creo que estás sacando las cosas fuera de contexto, lo he hecho para aliviar tu trabajo. Sé muy bien cómo es la agencia de modelaje que casi trabajas las veinticuatro horas del día, y yo sería un inconsciente si dejo que manejes la productora donde el trabajo también es fuerte. Entiéndeme.

—¿Y qué quieres que entienda? — Que mi novio con el que tengo casi tres años de relación no me tiene confianza. No puedes imaginarte cómo me ha impactado ésta decisión tuya, tus argumentos no me convencen. No puedes entender que lo que más me duele es que con tu actitud me consideres inepta e incapaz. Eso no te lo perdonaré nunca.

—Amor, no le veo sentido a toda ésta discusión estéril. O sea, ¿tú pretendes terminar una relación de casi tres años, por esto?... Por Dios, tus argumentos para mi no son válidos, carecen de peso.

—Bueno Gerald, no me interesa nada. Ya hablé y punto.

Traté de abrazarla, pero se suelta, insisto y cariñosamente le digo:

—Amor no me hagas esto, no me quites tu apoyo, no en éstos momentos, ven tontica, mi malcriada.

—Déjame, estoy sumamente dolida. Es más no quiero volver a verte

—Esta bien. Pero cuando quieras me llamas, eres mi novia y siempre estaré para ti.

—¿Tu no escuchas?. No quiero nada contigo, es más mira lo que hago, ahora mismo cortó toda comunicación contigo. Elimino tu número, no quiero saber nada de ti nunca más. Vete, vete para tu Sao Paulo y déjame en paz.

—Okey, me voy, haré lo que quieras. Hasta luego.

Regresé a Sao Paulo con sabor amargo. La verdad que no he podido entender ésta situación, no veo una verdadera razón de peso para que me termine. Puedo entender que se sienta mal porque cree que yo dude de su capacidad para poder llevar los dos negocios en paralelo, pero no es motivo para terminar la relación. Bueno, lo único que me queda es esperar, sé que cuando pase unos días, entrará en razón y se dará cuenta que ha cometido un error. Estoy seguro que entenderá las cosas y me llamará.

¡Ay Dubraska, qué malcriada eres!

Ha transcurrido un mes, ni rastro de mi novia.

¿Será que en verdad está ofendida?. Bueno, la verdad seguiré esperando, si no me tocará volar a Múnich para contentarla.

Hoy ha sido la locura en ésta empresa. Se ha caído el sistema. Los ingenieros informáticos corren de un lado a otro revisando aquí y allá, han corroborado errores de software y mal funcionamiento del hardware. Sin embargo después de varias horas estuvo restablecido. El equipo de sistemas hizo un gran trabajo que incluso puro demorar muchísimo más generando pérdida de tiempo y de dinero.

Pero en medio de toda esta contingencia dos cosas llamaron poderosamente mi atención.

Cuando en medio de la prisa Elizabeth pasó por mi lado, volví a sentir aquel olor tan agradable, ese olor que invade mis sentidos y me hace rememorar aquellas horas junto a mí abeja reina, y otra fue que, pude ver su tatuaje, dice en letras minúsculas "angelito" solo eso, pero al final un corazoncito rojo. Me dije ¿será casualidad?

No podía olvidar lo que me dijo la gitana, tanto así que hasta pedí al departamento de personal que me envíe la lista con los nombres de los empleados. La revisé minuciosamente y no encontré ninguna chica de nombre Ada.

Según la gitana dijo que observe mi alrededor. ¡Ajá! ¿Pero cuál?...porque hasta en la urbanización he puesto atención que hace poco llegaron nuevos vecinos, pero tampoco es ahí. De verdad que está situación es para volverse loco.

Hace unos días mi padre ha venido a visitarme. De hecho, estamos conversando en el pasillo, en eso varios empleados se acercan a saludarlo, después que se marchan, me pregunta:

—¿Contrataron personal?

—No que yo sepa. ¿Por qué?

—Esa chica pelirroja no la había visto antes.

—Sera qué no te acuerdas papá, tengo entendido que tiene tiempo. Es de sistemas.

—Pues no la recuerdo hijo. Yo sé que allí en el equipo de ingenieros hay una chica, que por cierto es muy hermosa, pero de ésta no me acuerdo.

— Claro que que no te acuerdas ya estás viejito padre y tu memoria también «jajaja» Reímos y nos abrazamos felices.

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Comments

Elizabeth Enriquez

Elizabeth Enriquez

hay no ya me aburrí cuánto tiempo por más cambios no reconocer los detalles ya ni chiste tiene solo lo mismo y lo mismo /Gosh/

2024-05-10

1

yenifer marquez la escritora ✨

yenifer marquez la escritora ✨

Gerard la tiene en toda su frente, 😅 no se ha dado cuenta

2024-05-13

1

C Matacruz

C Matacruz

hay sr. usted si qué conoce a su personal y cuando te darás cuenta que es Ada, ojalá que cuando la dubraska ésa se entere no venga a causarte problemas 😞😡😔😆😀😊😲😱🤔😛😉☺️😏😃🤪😁😯🙃😜😮😄😝🙂

2024-04-23

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