Capítulo XV

Gerald.

Ha transcurrido un mes desde que comencé en la constructora. Todo ha ido fluyendo muy bien, o sea, satisfactoriamente. Me llevo muy bien con todos los compañeros, ya comenzaron con el nuevo horario y la verdad que ha sido una medida efectiva, ya no hay aglomeraciones de empleados para acceder a los ascensores, y realmente el cambio de horario no los perjudica en nada.

Aunque estoy sumamente ocupado, siempre tengo pensamientos hacia mi abeja reina, lástima que no he sabido más nada de ella. Aarón quedó en avisarme si llega a ir por allá. El sabe bien qué esa chica me interesa más de la cuenta, y cómo el mismo me dijo en aquel momento, que yo no la quería solo para una noche, y es cierto. Pero qué voy a hacer, estoy más que seguro que nunca más la veré

En cuánto a mi relación con Dubraska, seguimos igual, hablamos varias veces al día, me pone al tanto de cómo va la productora, y en la noche se comporta muy erótica; sin embargo, yo nada de nada, hasta me avergüenza, y termino alegando que así no me provoca. Cosa que es falsa, ya que todo el tiempo veo el de mi abeja que me enciende de inmediato. Aparte que la diferencia de horario influye mucho

Tan solo estoy esperando por dos cosas para ir a visitarla, una es tener un poco más tiempo en la empresa ya que me parece impropio ausentarme del trabajo por asuntos personales. Y la otra y no menos importante, es que aún tengo muy fresco la marca en el hombro que mi abeja me hizo al morderme, me he aplicado ungüentos y cremas cicatrizantes, pero que va, es más, creo que va a quedar la cicatriz de sus dientes allí. De hecho, estoy considerando la posibilidad de hacerme un tatuaje, aunque no me gustan mucho, aún asi será la única manera de disimularlos, ya que,

¿Cómo se lo explico a Dubraska? — Por más que sea ella es mi novia y le debo respeto aunque suene paradójico, sé que le he sido infiel muchas veces, y aunque ella no se ha enterado para el caso es lo mismo se entere o no. O sea, que soy un canalla mala gente.

Dos meses después vuelvo a Múnich, fui directo a la productora, allí como siempre Dubraska hermosa y elegante, en lo que me vió se abalanzó sobre mí y comenzó a besar todo mi rostro, luego me besó con pasión en los labios. Yo también lo hacía, traté de buscar en sus labios lo que siempre me inspiró en éstos años juntos. Me alegró mucho verla, es verdad. Luego nos separamos y comienza a contarme todo lo referente a la productora.

Ésa noche tuvimos nuestra intimidad, no obstante me reprocho totalmente, ya que a quién tenía en mi mente era a ésa chica. Disimulé lo más que pude, luché contra mí mismo demostrándole a mi novia todo el amor del mundo, incluso, una falsa felicidad que estaba muy lejos de sentir.

¡Coño carajos!

¿Cómo pude llegar a ésto? — si yo hubiese sabido que el querer pasar una sola noche con ésa chica me iba a trastocar mi vida; no lo hubiese hecho.

Sin embargo juro firmemente que así tenga que remover cielo y tierra, y buscar bajo las piedras, pero encontraré todo el amor y el deseo que antes de esa noche sentía por mi novia, eso qué pasó,

debo archivarlo aunque tenga que mantener una lucha interna con mis sentimientos.

Bueno, en cuanto a lo laboral me preocupa que Dubraska no va a poder continuar apoyándome en la productora ya que ella también tiene su propio negocio, su academia de modelaje que por cierto es de renombre, ya que de allí han salido varias mises que han dejado el nombre del país en un sitial de honor. Así que Dubraska en éste par de meses de mi ausencia, ha tenido que dividirse entre los dos negocios, y no me parece justo. Si no se encuentra una solución venderé la productora, así ame lo que he hecho con trabajo y dedicación, pero tampoco me voy a buscar más preocupaciones de las que ya tengo, que ya con la presidencia de la constructora es bastante. Regreso a Brasil con una sensación rara.

¡Seis meses ya, increíble! — no he podido volver a Múnich en los últimos meses, incluso mi novia está molesta y dice que no me llamará más hasta que yo vaya, y tiene razón, pero aquí se ha presentado una serie de conflictos referentes con la compra del cemento que mantiene la mayoría de obras paralizadas, son problemas internos del gobierno que perjudica al país entero. Y entonces, debo estar al pie del cañón hasta que todo se solucione.

Por otro lado ya tendré oficina, estaré cerca de los departamentos administrativos de la empresa. No fue fácil, hubo que reacomodar ciertos espacios que tomó tiempo, aún así ha valido la pena ya que dentro de unos días bajaré de aquellas oficinas del penthouse dónde parezco un "dios" casi que Inalcanzable.

Por otro lado; tengo varias noches qué no duermo bien, es toda ésta situación de la empresa y también mi novia que no ha querido atender mis llamadas, sé que tiene razón, de cierta manera la he desatendido, pero lo que no quiero es que su negativa en hablar conmigo, me arrastre de nuevo a pensar en aquella chica. Es como si ella fuese mi tabla salvavidas, por eso no quiero que se aparte de mí.

Una vez más me digo que ya está fuerte, debo olvidar esa situación, y lo primero que tengo que hacer es deshacerme de sus cosas, sus braguitas, la sábana dónde dejó su virtud, los videos, fotos y todos los tantos recuerdos que tengo. Para haber pasado con ella solo unas horas hay demasiados. Está decidido lo haré, veré si me atrevo.

Ésta tarde Peggy me invita a ver la nueva oficina y si tengo alguna sugerencia para que hable con las personas encargadas.

Estoy en el pasillo conversando con dos señores cuando de repente sentí flotando en el aire un agradable olor, no era perfume, ni colonia, ni flores, ni nada de eso, vuelvo a respirar profundo, es un olor que me transporta a momentos muy felices. Entonces caigo en cuenta que es su aroma el que siento el que inundó mi olfato. Me volteo a ver la persona que pasó cerca de mí, tan solo veo un resplandor rojo, trato de respirar nuevamente y me sigue llegando ese aroma, de inmediato me marcho de ahí, subo a mi oficina y me siento derrotado en el sillón. Entonces,

¿cómo carajos la voy a olvidar, sí hasta el viento, la brisa o qué sé yo me la recuerda trayendo su aroma?

Ésa misma tarde, y aprovechando que ya todo en la constructora estaba solucionado, tomé la decisión de viajar al día siguiente a primera hora a Múnich, me reconciliaré con mi novia, no puedo permitirme una fisura en mi relación por donde pueda penetrar el desamor.

Los días a su lado no resultaron muy buenos para mí, ésta lucha conmigo mismo es demasiado agotadora. Aún asi logré contentar a Dubraska, estoy pensando seriamente en comprometernos en febrero del próximo año qué es su cumple, y luego planearemos la boda para diciembre, es lo mejor que puedo hacer, no puedo ni debo continuar mi vida atada a algo que no tiene ningún sentido. Aparte, que mi novia no se merece eso.

En cuanto a lo demás, me la llevo muy bien con los empleados. Han formado equipos deportivos y yo siempre estoy brindando mi apoyo y por supuesto juego en el equipo de básquet. Celebramos a lo grande cuando ganamos un partido, y eso ha entrelazado nuestra amistad.

Con las chicas también me la llevo bien. Bueno, con casi todas, ya que hay alguna qué otra que ni hablan.

Precisamente hoy Julieth me invitó al cumpleaños de Elizabeth, la chica del departamento de sistemas.

—Oye, gracias, de verdad lo siento, pero tengo un compromiso ineludible con mis padres.

—¿Y a dónde irán? — Le pregunto

—No tenemos un lugar específico todavía, ya que saldremos tan solo por un rato, en su casa también la esperan para celebrar.

—Bueno déjame hablar con un amigo para que vayan a su club.

Llamo a Aarón y me dice que ésta noche estará en el otro club el Bahías Rumba, que vayan que él gustosamente las atenderá.

Le di la dirección para que pasaran el rato, por supuesto todo corre por mi cuenta. Siento que es la única manera de reinvindicarme con ellas, primera vez que me invitan, y yo de verdad no puedo asistir.

A las 10 de la noche me llama Aarón y me dice:

—"Chaval, no lo vas a creer, pero entre las chicas que vinieron de tu parte, hay una que se parece a tu abeja reina"

—¿En serio? — No te creo

—Claro que sí chaval. Mira baila igualito, tiene unas piernotas hermosísimas, yo me atrevo a decir que es ella, te pasaré un vídeo.

Veo el vídeo y de una vez le comento:

—No Aarón para nada se parece, además, ese cabello corto y rojo, no no, definitivamente no es ella.

—Claro que sí amigo, observa bien, imagínate ese rostro con su propio cabello, sus ojos y sin ortodoncia, y el resultado es ella

—Qué va macho, mi abejita es única, no tiene copia, yo la reconocería de inmediato.

—¿Ah si? — bueno, siendo de esa manera desisto de creer que sea ella, pero para mí lo es, es que es muy parecida. A menos que sean familia.

—Estás confundido macho, ésta pelirroja trabaja en la empresa, y por supuesto no es ella, es que no le llega ni a los talones a mi abejita.

Luego examino bien el video y si pareciera ella cuando baila, y además cuando le sonrío a alguien puede ver ese hoyuelo tan particular, pero no, que estoy pensando, ya estoy medio paranoico.

Comienza una nueva semana, entre tanto trabajo el día se me va rápido. En la tarde, justo cuando estoy esperando mi auto, se me acerca una chica alta, morena, con un pañuelo atado a su cabello largo ondulado, observo que tiene muchas pulseras y collares, se me acerca y me dice:

—¿"Quieres saber tu porvenir chaval? — dame tu mano, leeré tu futuro".

—Gracias pero no creo en esas cosas. Un permiso por favor

—¿No crees en ésto, guapo? — observó mis ojos, y dijo:

"La chica que te atormenta con nombre de tres letras está más cerca de ti de lo que tú crees. Abre los ojos y mira a tu alrededor"

¿Qué fue eso que dijo? — pienso desconcertado.

Cuándo al fin reacciono, ya la chica va corriendo en dirección opuesta. Así que caminé con paso rápido, y la vi que entró en una agencia bancaria, también entré, no la veo, solo a otras personas, pero a ella no. Subí incluso al primer piso, no obstante veo solo cubículos de atención al cliente, vuelvo a bajar y nada, no la veo. Entonces decido quedarme en la entrada hasta que salga. Necesito que me aclare lo que me dijo, sin embargo el tiempo pasa y no sale, me acerco al vigilante y le pregunto:

—¿Usted ha visto a una chica morena, alta, con una bufanda en el cabello?

—Ah si, pero ella salió hace como cinco minutos

—¿Cómo? —si estoy parado aquí desde hace mucho rato y no la vi salir

—Ay amigo no se preocupe, será que se hizo invisible para usted, porque yo sí la vi.

—¿Invisible? — ¡Vaya por Dios!

—Si, ella es gitana, y ellos todo lo pueden hacer con su magia

—¿¡Quuuéééé!? — ¿¡gitana!?

—Así es, y le digo más: Si acaso ella le dijo, o le pronóstico algo, no lo dude, créalo. Porqué seguramente vió su alma, y pudo percibir todos sus sentimientos.

Me quedé de piedra.

¿Será cierto eso? — Nuevamente descifro sus palabras

"La chica que te atormenta con nombre de tres letras". Es cierto ella me atormenta y en verdad su nombre tiene tres letras, "Ada"

¿Pero cómo es eso que está más cerca de mí de lo que creo?

¿Pero donde? —No entiendo cómo es eso.

De una vez llamo a vigilancia y les dije que si llegan a ver a una mujer cómo gitana merodeando por allí, me llamen inmediatamente.

Sigo preguntando

¿Pero en dónde está?

¿Hacía dónde debo abrir los ojos?

¡Oh Dios! —ahora otra preocupación más.

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