Capítulo II.

Ada:

Ésta nueva semana que hoy comienza, habrá una asamblea general en la oficina con todos los trabajadores de los diferentes departamentos, e incluso, los ingenieros y arquitectos de las obras. Según es muy importante ya que ha sido convocada desde presidencia.

Comienza la asamblea. El mismísimo señor Hans, presidente de la empresa elegante como siempre comienza a hablar:

—«Buenos días para todos y ante todo deseo que se encuentren bien. Hoy nos hemos reunido en ésta asamblea general ya que quiero personalmente notificarles que por mis problemas de salud debo apartarme de la empresa, aunque bueno creo que ya es tiempo.

Por eso he querido reunirlos para darles personalmente ésta noticia ya que los considero muy importantes, porque cada uno de ustedes desde su puesto de trabajo conforman la columna vertebral de la empresa. Ustedes son el verdadero capital...El capital humano.

De ésta manera les reitero mi aprecio. No quise usar un portavoz para hacerlo, o mediante un memorándum, o en último caso irme sin más, aunque cualquiera diría para que dar explicaciones, total el jefe soy yo, pero no, así no lo haría. Los que me conocen desde hace muchos años saben, que no es precisamente ese mi proceder, y además ustedes no se lo merecen.

Así, que estaré con ustedes hasta el viernes, ese mismo día de mi despedida, le daremos la bienvenida a quién de ahora en adelante será mi sucesor, y en tono jocoso nos dice:

Ya no tendrán de jefe a éste viejo verde «jajaja»

Terminó la reunión y todos estamos sorprendidos y a la vez un poco tristes por la partida de éste gran hombre. Algunos preocupados por quién será su sucesor, y más que saber quién es, la primera preocupación es, —¿cómo irá a ser? —si será un hijo de su madre que nos hará la vida de cuadritos a todos, lo que si está claro que es alguien nuevo, ya que de lo contrario no tendría caso tener que presentarlo, según sus palabras. Eso es lo que más preocupa, nos queda esperar hasta el día viernes.

El miércoles a media mañana recibo una llamada de mi madre, se nota bastante alarmada

—¿Mami qué pasó por qué me llamas en ese estado?

— Ada, tu padre se ha caído. Estoy en el hospital, le están haciendo radiografías

—¿Será que tú puedes venir? — Estoy sumamente nerviosa y angustiada.

—¡Ay mami!

—¿Cómo pasó eso?

—¿Cómo está?

—¿Cómo se encuentra?

—¿Es grave?

—Bueno hija, exactamente no sé cómo pasó, yo no estaba en ese momento en casa, cuando llegué lo encontré en el suelo quejándose del dolor no podía ni siquiera levantarse, entonces llamé a la ambulancia y aquí estamos.

—Bueno mami tranquila, ya me voy para allá, a mediodía estaré contigo.

Hablé con mi jefe inmediato, la señorita Esmeralda, es una mujer de unos treinta y tres años, muy bella, elegantísima, inteligente y muy bien preparada, aún así un poco amargada. Todos dicen que es por la falta de marido, que a pesar de su belleza no consigue a nadie por su mal genio.

¿Pueden creerlo? — Bueno, yo no digo mucho porque voy por el mismo camino, ya que también tengo un carácter muy fuerte, según mi querida amiga Leidys qué es experta en el zodiaco, dice que mi signo géminis me hace ser así tan corajuda «jajaja» Es más loca. Yo no creo en eso, bueno, a veces soy un pan de Dios, pero picantoso « jejeje», lo que si es verdad, que tengo muy buen sentido del humor.

Bueno, lo cierto es que he hablado con mi jefe, le comento que tengo que ir a la provincia por el asunto urgente de mi padre, me concede éstos días, no obstante me hace hincapié en que debo estar el lunes ya que comienza el nuevo presidente y es muy importante que todo el personal esté presente, ¿okey?

—Si señorita Esmeralda, no se preocupe que el lunes estaré aquí puntual. Muchas gracias.

En una hora ya había llegado, y fui directo al hospital para estar con mi mamá que estaba presa de los nervios.

Gracias a Dios el accidente de mi padre no tuvo mayores consecuencias graves, se fracturó el tobillo y lo que hizo el traumatólogo inmovilizar el pie con una bota de yeso. Regresamos a casa, y así pude colaborar con papi mientras se adapta a usar las muletas.

Me quedé con ellos hasta el viernes, a primera hora de la tarde regresé. Sabía que en la empresa estaban celebrando la despedida del señor Hans, y por otro lado la bienvenida al nuevo jefe, yo no iría esta tarde, el lunes lo conoceré.

Ésta noche vamos a bailar ya que teníamos más de un mes que no salíamos ni para la esquina, y yo realmente lo necesitaba, éstos días con lo de mi padre me había estresado muchísimo, y bailar que me gustaba tanto hacer, era lo que más me ayudaba a desestresarme.

Así qué a las 11 de la noche estábamos llegando a un club al cual íbamos por primera vez.

Los cuatro muy elegantes parecíamos artistas de la tele, ingresamos al sitio, inmediatamente nos ubicaron en nuestra mesa reservada con su servicio de whisky, hielo, agua, soda, vasos y demás, la verdad que nosotros éramos de poco tomar, así que esa botella era suficiente para toda la noche.

Me encantaba bailar con Efrén, nos levantamos de la mesa y comenzamos a bailar cuánta música sonaba el dj. Cuándo regresamos a la mesa, luego de muchísimo rato de bailar, Leidys me dice:

—"Amiga te ves impresionante en la pista de baile. Resaltas entre tanta gente"

¡Ay me encanta que mi hermosa amiga llame la atención! Ese vestido te queda espectacular, te enmarca tu cuerpazo y tus perfectas y bellísimas piernas. De hecho, todos te observan babeados, y las mujeres con mala cara. Me imagino que como la falda es bien cortita, pensarían que cuando dieras la vuelta mostrarías las braguitas, es que están atentas, nada mas que mirándote.... No no, es que son envidiosas, esas arpías, «jajaja»

Me reía de las ocurrencias de Leidys, pero George corrobora su comentario y me dice:

—En verdad amiga te ves bellísima, es que si yo no fuese como soy te conquistaría para mí.

—¡Hey, hey! — ¿Qué pasa pues? — dice Efrén, mira mijo, aquí está tu macho, no tienes que buscar nada a tu alrededor, y menos con éste par de lobas.... Se ríen, se dan un piquito, y me abraza besando suavemente mi mejilla.

Unos minutos después se acerca un hombre vestido casual pero elegante, musculoso, bastante alto, muy atractivo, de cabello oscuro y una sexi y escasa barba muy bien cuidada, y tendiendo la mano me dice:

¿Bailamos hermosa dama?

Observo a mis amigos, y Efrén dice:

Anda a bailar... ¡Diviértete!

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