Capítulo XVI

ADA:

Ha transcurrido el tiempo, casi no lo veo a pesar de que su oficina está en el mismo piso. Una mañana en que llegué antes de la hora, una llamada interna me retrotrae de mis pensamientos.

—Buenos días a la orden...

—Buenos días Elizabeth, es Peggy

— ¿Cómo está Peggy? — a la orden, dígame

—¿Puedes venir para que revises una falla en los equipos? — Por favor.

—Si, cómo no, en un momento voy para allá.

Camino por el pasillo y cuando llego a la puerta ella me esperaba, entré a la oficina de él, lo primero que llamó mi atención una foto de su novia y luego otra donde los dos se miran fijamente con amor.

Sentí una punzada en todo mi cuerpo. ¡Que suerte tiene ella! — pensé con tristeza.

Revisé todo, encontré la falla entre la conexiones principales del router y el módem ¡Listo!

Converso unas cuantas palabras con Peggy y me dispongo a salir, en eso lo veo que viene llegando.

Ay Dios, ¿que hago? Ni siquiera voy a rezar el tal mantra que "Si tiene ojos no me vea".

Cuando se va acercando, pasé muy despacito por su lado contesto sus buenos días, y seguí a mi oficina.

Pude notar que él ni me veía y apenas saludó, mejor así eso me tranquiliza un poco.

A media mañana suena el teléfono lo atiendo.

—Buenos días a la orden.

—Buenos días — Gerald hablando — Por favor necesito un ingeniero en mi oficina.

—Si, un momento por favor.

Tendría que ir yo, no había más nadie disponible, así que me dirigí a su oficina.

—Buenos días con permiso — ¿Dígame qué problema tiene?

— No sé qué pasó, no puedo entrar, trato de accesar la contraseña, pero me dice que no es correcta.

— No se preocupe Gerald, ya resolveremos eso, después de reiniciar el equipo le digo que escriba su anterior contraseña. Me dice:

—Escribe en minúsculas adavirgen26

¿Quuéééé? — me he quedado atónita, estoy temblando y pienso ¿será que sabe quién soy? Estoy sudando frío, sin embargo saco coraje, la escribo, desbloqueo y le digo:

—Ahora escriba su nueva contraseña

y entonces me pregunta:

— ¿Puedo usar la misma, al revés o algo así? — es que ésta es fácil de recordar

— Sí claro, escribala usted mismo. Bueno, problema resuelto le dije. Pasé junto a él y salí de su oficina.

De verdad me he quedado asombrada.

¿Es en serio lo de su contraseña? por supuesto que soy yo, está más que claro.

En la noche cuando le conté a mis amigos, Efrén dice:

—Ese hombre está enamorado de ti.

—No, no creo amigos, mira lo primero que tiene en su oficina es la foto de su novia y otra juntos mirándose a los ojos con amor. Lo que no sé porqué tiene esa contraseña.

—¡Ay no amigos! si yo hubiese imaginado que me iba a enamorar así de éste hombre, es que esa noche en el club no lo hubiese ni mirado.

Mis amigos me abrazan y en eso Leidys dice:

—Es culpa de nosotros, siempre instigandote para que te acostaras con cualquier hombre.

—Si, es verdad, somos los culpables, dice George.

—No amigos, ni que fuera una niña, la única culpable soy yo, además de que vale lamentarme ahora. Pero qué cosa con las cuestiones del amor, primera vez que me enamoro y es imposible. Comencé a llorar y a llorar sin parar.

—¿Pero y si él también está enamorado de ti? — Tú no sabes que sienta por ti

—¿Qué va a sentir? — yo solo fui para unas horas.

—¿No te atreves a decirle quién eres?

—¿Y qué ganaría con eso?

—Si, puede que tengas razón, pero lo que a mí no me convence es eso lo de la contraseña, justamente esa que está bien relacionada contigo. De verdad solo un hombre que no ha olvidado haría eso.

—Bueno, me dijo que la usaba ya que era muy fácil de recordar, aunque absurdo ya que podría usar otra también fácil de recordar.

—No sé amiga, la verdad que no sé, dijo Efrén.

—Amigos, no se imaginan lo doloroso que es verlo en todo su esplendor y no poder ni siquiera tocar su mano, mirar sus ojos, contemplarlo todo, es muy triste de verdad, es la peor experiencia qué he podido tener en la vida.

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Leidys:

De verdad que me siento muy mal por ésta situación qué indirectamente nosotros contribuimos a que pasara con esa insistencia respecto a su vida sentimental.

Nuestra amiga se ha enamorado y está sufriendo, sobre todo tener que verlo todos los días. Bueno tendré que hacer algo. Ya que estoy en el mundo esotérico visité a una amiga qué esa si en verdad sabe leer el tarot, aparte es clarividente.

Cuadré una cita con ella. La mujer es muy solicitada incluso por personas importantes como actores, actrices, mises, deportistas, y hasta políticos la buscan por lo acertada de sus predicciones.

Cuando ya estoy con ella le pido que los examine y le indico sus nombres.

Una vez que ya tiene las cartas comienza su lectura.

—«"Éste hombre es importante y adinerado, se ve buena persona. Veo que tiene una lucha interna por algo que lo atormenta. Mira, éste es él, aquí se ve sufriendo por una chica. Pero, ya va, ya va, aquí hay otra en su vida, ésta es como si la conociera de hace tiempo, pero no es la misma chica Aunque no quiere hacerla sufrir. Es más, está pensando en matrimonio, aunque no veo amor por ninguna parte, sí lo hace, es por compromiso.

La otra chica es reciente en su vida. ¡Oh, oh, está enamorado! — Si, está enamorado, y por supuesto lo ha reconocido y tiene muchos pensamientos para ella. Pero veo distancias. Las cartas no me dicen exactamente a que se debe, pero lastimosamente no los veo en camino juntos por ahora.

—Vamos a leer el tarot de ella. ¡Ay no! mira, ésta que sale aquí, es ella, sufre y llora. También está enamorada pero siente que es un amor imposible, un amor no correspondido. Por otro lado veo que hay problemas en su familia de dinero, si, y es medio complicado, veo problemas delicados.

En conclusión, están enamorados, pero hay un engaño, también celos, rabias, incluso odio y hasta venganza. Hay también otro hombre interesado en ella, pero es alguien que conocerá pronto"»».

—Amiga todo, todo está bien, pero ¿ellos se reencontrarán como pareja? — le pregunto

—Para ver, veamos que dice el tarot

No, no se ven juntos. Ellos tendrán que afrontar situaciones muy difíciles. Y una vez superadas, solo ellos dos decidirán sí vale la pena ésta relación.

—¡Ay amiga no me digas eso! yo creí que podían ser pareja para siempre

—Bueno, hay algo que se llama libre albedrío es la habilidad y el poder de decidir libremente y voluntariamente. La conducta humana es reflejo y consecuencia de su voluntad y no de fuerzas externas de la persona.

Vuelvo a decirte, solo ellos decidirán cuando hayan superado todo si vale la pena está relación. Aunque te aseguro que cada uno está en el destino y en el pensamiento del otro.

Me despido de mi amiga no muy complacida con la lectura del tarot. Pero quizás tenga razón.

Esa noche no podía dormir necesitaba buscar la manera de unirlos, pero ¿Cómo?

Ah bueno se me ocurrió una idea, solo le daría forma y la pondría en práctica en unos días.

Pasaron ocho días y yo había afinado algunos detalles para no fallar.

Cerca de la empresa donde trabaja Ada, está una agencia bancaria en la cual yo trabajé hasta hace unos meses ya que fui transferida a otra.

Así que hablé con la gerente que es mi amiga y colega, le dije que necesitaba vestirme allí, no le dije porqué ni para qué, ella tampoco preguntó nada. Yo llevaba todo lo que usaría.

Una vez lista, me planté en frente de la entrada principal del edificio, justo a la hora de la salida del personal. Sabía la rutina de Gerald que era igual todos los días, él salía a las 17 horas, mucho después que los empleados. Se quedaba en la entrada hasta que le llevaban su auto. Entonces me acerqué y le dije:

—¿Quieres saber tu porvenir chaval? — dame tu mano, leeré tu futuro

— Gracias, pero no creo en esas cosas. Un permiso por favor — dice.

—¿No crees en ésto guapo? y lo mire fijamente para luego decirle:

—La chica de nombre con tres letras que te atormenta, está más cerca de ti de lo que tú crees, abre los ojos y mira a tu alrededor.

¡Ay Dios! tan solo le dije esas cuantas palabras y salí corriendo de ahí completamente nerviosa. Sabía que me seguiría, no se iba a quedar con eso.

Así que entré de nuevo al banco, directo a la oficina de mi amiga y allí me cambié la ropa, luego hablé con el vigilante y cuadré todo, por si él le preguntaba por la gitana «jajaja»

Ahora me río, pero en ese momento estaba chorreada. Bueno, si es inteligente buscará a su alrededor y la encontrará. Ojalá que ésta pequeña travesura logre unirlos para siempre.

¡O sea, que la gitana en ésta historia he sido yo!

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