7. El antes y después

...Hace 18 años en el Averno...

—Esta vez pude protegerte…mi pequeña Li… —repitió Aish débilmente.

Madel escuchó sus últimas palabras antes de caer en otro sueño abismal por un periodo desconocido.

—Lo hiciste bien hermano. —susurró ella con una mirada triste.

Un mago demonio hizo lo posible para que Aish no volviera a caer en un sueño profundo pero el veneno que había entrado en su cuerpo, llegó hastasu cabeza provocando que su memoria se viera afectada.

Los meses pasaron, y Aish seguía con los ojos cerrados.

Eventualmente, el Rey de las Cavernas, Seimo lo veía para saber de su condición.

Por otro lado, Bae, el líder de la Legión 66 fue removido de su puesto por su gran falta a la reglas; se recuperaba por la perdida de la princesa Lerin, un amor que no se pudo consagrar.

Él apartó por un tiempo para poder ser el mismo de antes.

...El nacimiento de los gemelos...

En la superficie, Elisa se encontraba en labor de

parto; Madel logró escabullirse y así poder ver cómo nacían los bebés de Aish.

Después de varias horas nacieron los gemelos, el primero fue el niño y en un par de minutos nació la niña que fue un duro golpe saber que había nacido muerta…

Elisa quedó devastada pero tenía que dar lo mejor de ella por el pequeño Caín.

Entonces, Madel esperó hasta el día del sepelio para que más tarde desenterrar a la pequeña bebé, llevándosela al Inframundo.

Si sus especulaciones eran cierta que la bebé necesitaba de la energía demoníaca, abriría sus ojitos de inmediato.

...La llegada de una Princesa...

Una vez llegó al Averno, la bebé que cargaba en sus brazos, lloró y abrió sus pequeños ojitos.

—Bienvenida Aiza. —la nombró en ese mismo instante suponiendo que Aish le gustaría como sonaba.

Y así fue como la pequeña Aiza, creció en el mismo infierno siendo la Princesa e hija del Príncipe Aish “durmiente.”

Por supuesto que causó un gran revuelo la noticia de una hija de Aish; los líderes y demonios de alto rango estaban conternados pero al no saber que era la hija de un amor prohibido, aceptaron el hecho que Aish fuera un padre.

Ademas El Lord Jezal aceptó a su nieta con la condición que fuera educada por Madel hasta que Aish despertara; también los hermanos no se opusieron, siendo Jedeo el mayor de todos quien se encargará de vigilar el rigor de crecimiento de la pequeña Aiza.

...La advertencia...

Pasaron casi 4 años y Aish mostraba indicios de despertar en cualquier momento.

Por lo tanto, Jedeo quería mantenerlo el orden en el palacio.

—Aish despertará pronto y no quiero alborotos. —dijo Jedeo con una expresión frívola.

—¿Qué pretendes? —inquirió Madel.

—Al instante que despierte se apresurará a buscar a esa humana pero tú te encargarás de darla la noticia que su amaba mujer se fue del país con otro.

Madel no podía creer tal atrosidad de su parte.

—Le dirás que ella te entregó a la niña y dijo que no lo amaba más.

—¿Crees que se quedará conforme con tal noticia? —espeto ella.

—Por eso tú te vas a encargar de todo. Es un hecho que cuando despierte su mente será un caos al igual que su memoria distorsionada. —menciona él.

Sin embargo, Madel se negó de inmediato.

—No, ellos merecen ser felices. Tienen una hija y…

—¿Estás loca? —interrumpió Jedeo.

—¿Una humana y un demonio viviendo juntos? Piensa Madel, es imposible. No existe tal lugar donde ellos puedan ser felices —espetó Jedeo.

«Carajos. ¿Qué tiene en mente?»

—La humana vive bien al igual que ese niño…si no obedeces mis órdenes, voy a encargarme personalmente de ellos. —advirtió él.

«Lo está diciendo en serio. ¿Por qué se empeña en separarlos?»

Jedeo caminó alrededor de Madel esparciendo su aura malévola.

—No me importaría asesinar a esa humana junto al pequeño híbrido.

Madel se paralizó; no deseaba que ellos le pasará algo, y sabia que no ganaría al contradecir a Jedeo.

Ella aceptó la orden de su hermano mayor.

—Hare lo que dices pero no te metas con ellos. —dijo ella y salió de la habitación.

Jedeo sonrió maliciosamente.

...La agonía de Aish...

Llegó el día en que Aish abrió los ojos desde que fue atacado por Jedeo.

Él no recordaba lo sucedido pero en su mente, rondaba el nombre de Elisa.

Pero había algo inusual en él…

Su rostro lucía más sombrío y en un interior, sus emociones eran un lío.

Madel estuvo allí para él.

Aish: —Ella…¿dónde está? Mi pequeña Li… —murmuraba.

—Hermano calma, primero debes recuperarte. —le dijo ella.

Aish anhelaba fuertemente verla, escucharla y sentirla.

¡Deseaba abrazarla!

Enseguida Jedeo se enteró que Aish había recobrado el conocimiento entonces puso en marcha su plan malévolo.

Sabía perfectamente que su hermano no se quedaría tranquilo e iría rápidamente a la superficie.

—Vayan y busquen a la humana, ya saben que hacer. —ordenó Jedeo a los hermanos Gandul.

—Como diga Amo.

Los hermanos Gandul se dirigieron a la

superficie; se encargaron que Elisa tuviera tal “accidente” pero al proteger al pequeño Caín, el plan fue un éxito logrando que ella fuera la mala del cuento.

Los hermanos Gandul fueron responsables de qué todo culpará a Elisa por intentar “matar” a su propio hijo.

Esa mismo noche, Aish sintió un indescriptible sentimiento; decidido ir a la superficie cuanto antes.

—¿Por qué me detienes Madel?

—Hermano aún no te recuperas y…tu vitalidad no es suficiente. —le dijo ella.

Madel desconocía, aún que Jedeo había jugado sucio.

—¿Ocultas algo? Si es así dímelo ahora. —pregunto Aish en un hilo de voz.

Madel se quedó callada.

—Bueno, si no es así muévete que voy a la superficie.

Él estaba desesperado por ir a verla.

Ella poco pudo hacer para detenerlo.

«Si le digo ahora lo que ordenó Jedeo se pondrá peor y no quiero eso. ¿Qué hago?»

Sin una opción, ella siguió a Aish ya que él apenas podía mantenerse en pie.

Ambos llegaron a la superficie…

Madel no percibió el aura del pequeño Caín y

mucho la de Elisa.

Aish sudaba frío y se refirmó contra un enorme árbol.

—Llevame con ella. Debo verla y a nuestro hijo. —musitó.

Madel se mordió los labios.

No sabía que pasaba con Elisa y Caín pero era el momento indicado para decirle aquella mentira.

—Aish…basta y regresemos al Averno, tú no estás bien.

—No la siento…ella; su energía, ¿dónde se fue?

Aish miró a Madel fijamente.

—D-Dímelo ya.

—Esta bien pero volvamos antes que pierdas la consciencia.

Él mismo sabía que no se encontraba en buenas condiciones y por lo tanto regresaron al Averno.

En su habitación, él se recostó para recuperar su vitalidad y volver a la superficie.

—Ahora vuelvo. —dijo Madel.

—E-Espera…

Pero Madel salió de allí y se dirigió a la habitación de la pequeña Aiza.

Una sirvienta la esperaba.

—Esto le manda el primer mayor. —refiriéndose a Jedeo.

Madel agarró la pequeña caja; la abrió, contenía el anillo que pertenecía a Elisa al igual que el medallón que Aish le había dado a ella.

«¿Qué carajos hiciste Jedeo?»

La expresiones de Madel se contorsionó.

No tenía tiempo para encararlo.

Debía seguir al pie con el plan antes que Aish decidiera volver a la superficie.

—Carga a la princesa sin despertarla y sígueme.

Volvió a la habitación de Aish.

Suspiró profundamente antes de pasar.

«Esto lo hago con el dolor de mi corazón.»

—Espera aquí. —le dijo a la sirvienta.

Entró a la habitación con la expresión seria.

—Aish, la verdad es que Elisa se fue del pueblo y dejó esto.

Entonces, le enseña el anillo de bodas y su reliquia.

—¿Qué?

Él no creía lo que escuchaba.

—Ella te abandonó.

—¡M-Mientes! ¿Qué mierda tratas de hacer? ¡Ella jamás me dejaría! —exclamó con ferocidad.

Estaba renuente por la noticia; él no iba aceptarlo.

Madel: —Es la verdad. Jamás te mentiría hermano.

Ella contuvo sus emociones.

—La prueba contundente está aquí.

Ella fue por la niña y la cargó en sus brazos.

Aish estaba confundido.

—La realidad es cruel; dijo que no podía esperar más, que encontró a alguien mejor y se fue dejando a la niña en mis brazos.

Aish se le desgarró el corazón.

Enfocó su mirada a la niña.

—¿Es…mi hija? —preguntó en un tono seco.

—Si. La he estado cuidando desde el día que nació.

El aura de Aish se volvió inestable.

—¿Ella te la entregó una vez nació…?

Madel tragó saliva.

Aish tenía una expresión asesina.

—Asi es.

«¿Mi pequeña Li me abandonó? ¿Se fue y dejo a nuestra hija?»

Él lloró en silencio.

Súbitamente, Jedeo apareció en escena para mover su última carta.

—Madel, sal de la habitación. Tengo que hablar con él.

Aish no sé inmutó al ver a su hija.

Madel fulminó a Jedeo y se fue.

—El amor de los humanos es emifero, cambia constantemente y tú te has dado cuenta. Por si no crees aquí tienes fotos supongo que no hace falta verlos o ¿si?

En alguna parte de Aish creía en el amor de Elisa pero al ver las fotos, su rabia creció.

—Si quieres ser el Lord debes trabajar muy duro y borrar esos sentimientos por la humana que te traicionó. —mencionó Jedeo, manipulando los pensamientos de Aish.

Él no dijo nada ya que su mente era un torbellino.

Finalmente, Aish odió el amor que sentía por ella; ordenó a Madel y a los que conocieron a Elisa, no volver a nombrarla en su presencia.

Él se sumergió en la ambición y poder olvidando los recuerdos de Elisa junto a él.

...En la actualidad...

Madel se sigue culpando por haberle mentido a Aish; si le reclamó a Jedeo pero no pudo cambiar nada.

Claro que quiso contarle todo a Aish pero Aiza quedaría expuesta hasta al punto de ser despojada del Averno algo que no deseaba para ella.

Hasta el día de hoy, Aish desconoce que tiene otro hijo y que Elisa está en un hospital psiquiátrico; el amor que sintió por ella quedó en el olvido.

Nota: Una perspectiva de como se ve 🔥Caín🔥

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