Capítulo 14: Matrimonio Parte 4

El día esperado se acercaba rápidamente. Los preparativos en el Salón Dorado ya estaban casí completos. Con la ayuda de la empertriz, el emperador colocó adornos especiales en todo en el salón. Rosas blancas adornaban las paredes y el altar. Las invitaciones para la nobleza llegarían a cada residencia. Empezando rumores que circularían cómo hojas en el viento.

" ¿Su excelencia se casará con una señorita de tercer rango? ¿Acaso no es la hija de un simple Baron? ¿Oh mi Dios en qué está pensando su majestad el emperador? ¿Entonces su excelencia ya no nos verá más? ¿La señora Beatrice aprobó esto? ¿Ella será la nueva anfitriona de la residencia Herace? "

Felipe poseía una sed de lujuria que compartía con muchas señoritas. Nobles de segundo y tercer rango caían ante su belleza y cuerpo perfecto. Cuando se enteraron de la noticia de su matrimonio la rabia y envidia las invadió. Sobre todo a una señorita de segundo rango que anhela fuertemente la posición de la Duquesa Herace. Ella no creía en el matrimonio arreglado de Felipe, es por eso que cada vez que asistía a una fiesta de té, expandía rumores maliciosos acerca de Phenia.

"Estoy segura que esa mujer no es más que un juguete de su excelencia" "Es una señorita de tercer rango, la posición de Duquesa no le corresponde" "Su excelencia no tiraría a la basura su buena vida por una mujer como ella"

"Además su excelencia siempre me ha preferido" "Yo soy la única quien calienta su cama" "Su historia pronto terminará"

Las otras señoritas asistentes a las fiestas de té, solo atinaban a darle la razón. Y no era debido a su posición, sino que ya conocían la lujuriosa habitación de Felipe. Era imposible que un hombre así cambiara de la noche a la mañana. Por lo que esperaban con ansias la asistencia a la ceremonia.

•••

En la residencia Herace, Beatrice perdió la tranquilidad que había tenido desde siempre. Los planes que tenía se vendrían abajo si Felipe se casaba con Phenia. Así que mandaría a investigarla, para desacreditarla ante Felipe. Beatrice llamó al mayordomo y daría la orden:

—Manda a alguien en secreto para que la investigue. Que encuentren todo sobre ella y lo traigan inmediatamente. No podemos dejar que se case con Felipe.

—Sí señora. Ella es solo alguien de tercer. Usted debe hacerle conocer su lugar.

—Tienes razón. Ahora vete.

—Sí.

Beatrice tenía altas expectativas para ella. Tomaría ventaja de la posición de Felipe para manipularlo y así entrar en la familia imperial. Pero cómo podría hacerlo sola, ella contaría con ayuda de segundo rango. Los que quieren más poder siempre llegan a unirse.

A la media tarde llegaría la información sobre Phenia. Beatrice estaba segura que el matrimonio repentino de Felipe escondía algo. Y así lo descubriría. El mayordomo entregaría la información a Beatrice y ella esperaría el resumen correspondiente:

—Mi señora, está señorita se llama Phenia Baldit. Hija del Baron Baldit de tercer rango. Repentinamente se le retiraron los privilegios sobre los viñedos de uvas, además se les confiscó el documento oficial para la elaboración de vino otorgados por el primer emperador, debido a un escándalo provocado por el mismo Baron.

También se encontró que el hermano mayor de la señorita filtró valiosa información del plan de exportación que se utilizaría en los imperios aliados, la información afortunadamente no llegó lejos del imperio, así que se pudo recuperar.Con este hecho el hermano mayor de la señorita entró como caballero aprendiz para defender las fronteras del imperio.

"En otras palabras mi señora, su majestad el emperador perdonó la vida de una familia de traidores".

—Jajajajajajaja. Beatrice soltó una gran carcajada con un rostro aterrador. Disfrutaba saber que la mujer con quién se casaría Felipe podría pasar una gran conmoción frente a todo el imperio el día de su matrimonio. Apagó su exorbitante risa y dijo:

"Es la hija de un traidor y se atreve a mezclarse con el apellido Herace. ¿Mayordomo, se pregunta que clase de expresión hará esa señorita cuando se descubra frente a la sociedad que proviene de una familia de traidores? Le enseñaré cuál es su lugar. El emperador no saboteará mis planes. Pronto me encargaré de apagar completamente al sol y la luna del imperio."

Tendremos que prepararnos. Invitaré a la señorita adecuada para está tarea.

En ese preciso momento llegaría a la residencia, Felipe, quién tendría hambre. Felipe se desató el nudo de su corbata, se sentaría y pediría algo para comer.

—Mayordomo, que me preparen algo. Tengo hambre. —Si su excelencia.

Beatrice que estaba en el lugar dijo: ¿Querido sobrino pareces cansado?

—Lo estoy tía. Dijo Felipe.

—Beatrice ocultó su rostro con el abanico que tenía y dijo con un tono de voz sarcástico: "Debe ser agotador para ti tener que aceptar un matrimonio que no quieres. Además de que esa señorita tiene una reputación dudosa."

—¿Qué quieres decir tía?

—Felipe sabes que te aprecio y quiero lo mejor para tí. Ahora mismo descubrí que el padre y el hermano mayor de esa mujer cometieron traición contra el imperio.

Felipe cambió su cómodo estado a una recta postura sobre el sillón.

—Es decir, ¿porque el emperador quiere que te cases con una familia de traidores? Es inaceptable para el apellido Herace. Tu padre no lo abría aceptado. Eres el sucesor del Ducado Herace y el próximo emperador de Sena. Esa mujer solo quiere borrar su traición casándose contigo. Tu necesitas a una señorita de segundo rango a tu lado. Yo me encargaré.

—.................. Felipe no dijo una palabra.

—No te preocupes querido sobrino no dejaré que esa mujer logre su cometido. El día de la ceremonia la haré ridiculizarse frente a toda nobleza.

—JAJAJAJAJAJAJA. Felipe se cubrió el rostro con las manos y carcajeo unos segundos para luego decir:

"¿Tía, tu crees que me importa eso? No es de sorprenderse que las señoritas de este imperio se acerquen a mi para subir de rango. Esa señorita es más astuta de lo que creí. Su altanero comportamiento es muy interesante. ¿Traición, eh? Hmp!...

El mayordomo llegaría con la comida para Felipe. Pero esté sería llevado a su habitación.

—Su excelencia está listo.

—Llevalo a mi habitación. Comeré ahí. Pero antes que me preparen el baño.

—Sí su excelencia.

—¿Entonces Felipe continuarás con la idea de casarte con esa mujer?

—Si, aún me casaré con ella. Será divertido ver como esa gatita salvaje se sale con la suya el día de la ceremonia. Quiero ver que tipo de expresión hace con esos ojos rojos... que parece que me quemarán en cualquier momento.

—Felipe, aún si sigues con la idea de casarte, yo no puedo permitir que se manche el apellido Herace con la entrada de esa mujer. Haré lo que tenga que hacer.

—Has lo que quieras tía. Yo no interferire. Solo quiero divertirme.

—Su excelencia, su baño está listo y su comida está puesta en su habitación. Dijo el mayordomo, esperando instrucciones de Felipe.

—Bien. Entonces me retiro tía. Mayordomo envía una carta a la "señorita". La estaré esperando en mis aposentos está noche.

—Sí su excelencia. Cómo ordene.

—Felipe... antes de que te vayas necesito que en unos días me acompañes a ver a la empertriz. Escuche que el Palacio Lunar ya abrió sus puertas. Quiero presentar mis saludos, además ¿no crees que la emperatriz querrá ver a su "sobrino"?

—...............

"Bien, solo avísame". Me retiro.

—Que pases una buena noche, querido sobrino. Mencionó Beatrice son una maliciosa intención.

Felipe subió a su habitación. Beatrice planeaba que Phenia fuera el centro de atención de rumores el día de la ceremonia y además visitaría nuevamente a la mujer que estaba apagando poco a poco anteriormente.

"¿Qué regalo de cortesía caería perfecto con la luna del imperio? " Se pregunto Beatrice.

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