Capítulo 10

Al día siguiente el emperador envío una orden a la residencia de Felipe y Phenia. Los convocaría al palacio imperial para confirmar que el matrimonio se realizaría sin protesta alguna. La orden llegaría primero a la residencia Baldit.

—Señorita Phenia Baldit, su majestad el emperador ordena su presencia en el palacio imperial. Por favor suba al carruaje.

Phenia sabia que esto pasaría, el emperador la mandaría llamar inmediatamente para saber sobre el encuentro que el mismo había preparado.

—Muy bien. Phenia se prepararía para la visita al emperador.

Y en la residencia Herace, porfin llegaría la orden del emperador.

—Su excelencia, Felipe Herace. Su majestad el emperador ordena su presencia en el palacio imperial de inmediato. Se preparó un carruaje, suba porfavor.

—¿Dice de inmediato? Felipe... Dijo Beatrice.

—Esta bien tía. Hace un tiempo que no veo a mi querido tío. Tengo mucha curiosidad.

Y no olvides lo que hablamos en la mañana.

Los carruajes designados a la futura pareja llegarían juntos al palacio imperial. Cada uno bajó de su respectivo carruaje, para luego verse frente a frente.

—Señorita Phenia, así que mi tío también la mandó llamar. La repentina aparición de Phenia, no sorprendió a Felipe.

—Así es su excelencia.

—Entonces entremos.

•••

El emperador había convocado a sus ministros de interior y exterior para una importante reunión. Y hoy era ese día. Este grupo estaba conformado por nobleza de segundo y tercer rango con selección lunar. Este trabajo era designado a la emperatriz, luna del imperio.

El emperador anunciaría la decisión que había tomado, y presentaría a la futura pareja.

—Su majestad todos los ministros se encuentran reunidos. Es hora de que empiece. Le informó el asistente del emperador.

El emperador alzó su voz:

—Ministros de cada sección, tanto dentro y fuera del palacio, los he convocado aquí para comunicarles una importante decisión que he tomado. Es de mi conocimiento que Felipe, mi sobrino, tiene gente de esta sala que desea convertirlo en el próximo emperador.

Un personaje respondió: Su majestad, eso es...

—Silencio. Está reunión no es para cuestionar a nadie. Solo les recuerdo que en este imperio no hay nada que yo no sepa. Además... hay gente que rechaza su comportamiento. Y lo entiendo perfectamente. El hombre que ahora es Felipe, es terrible.

El emperador permitió un debate:

1—Así es su majestad. Cómo se sabe su excelencia Felipe es el único heredero del Ducado Herace pero aún no ha recibido el título por su desordenado comportamiento. Por lo que lo su majestad lo tiene en su poder.

2—El comportamiento de su excelencia no es el adecuado para un importante sucesor.

3—Su majestad, los rumores sobre su alteza la emperatriz, se extienden. Ella no puede concebir y no se sabe aún la causa. Por eso sin un sucesor directo al trono... su excelencia Felipe sería el mejor candidato actualmente.

4—Es cierto.Aunque el comportamiento de su excelencia no es el correcto ahora, estoy seguro que hará un gran trabajo. Después de todo es el hijo del héroe que ayudó a la fundación del imperio.

5—Majestad, por favor no los escuche. Su excelencia ni siquiera está casado. Su juicio ahora no es el correcto para el imperio. Y los rumores sobre su vida de libertinaje son...

6—Su majestad, los ministros del interior solo calumnian a su excelencia. Él será... un buen sucesor. El emperador sintió palabras avariciosas en esa última frase.

—Muy bien, cálmense todos. Mi sucesor no es el tema de discusión hoy. Dijo el emperador.

—Su majestad, su excelencia Felipe y la señorita Baldit han llegado. —Que pasen.

Phenia y Felipe se encontraban en la puerta, listos a escuchar la orden de entrada. Pero mientras esperaban tuvieron una larga conversación, que fue interrumpida, pero el objetivo ya estaba logrado.

—Entonces señorita así será mejor para nosotros, ¿no lo cree? Todos ganamos.

—Estoy deacuerdo.

El emperador dió la orden, se abre la puerta, y su entrada sorprende a muchos.

—Felipe, señorita Phenia. Bienvenidos.

—2* Saludamos al sol del imperio.

—Levántense. Les pedí hacer presencia para anunciar oficialmente que mi único sobrino, Felipe Herace contraerá matrimonio con la señorita Phenia Baldit. Y antes que empiecen con las protestas, este es un matrimonio que fue arreglado bajo mi criterio.

La señorita Phenia Baldit es una mujer con inteligencia y habilidades, estoy seguro que será un buen matrimonio. La elegí a ella porque no se compara con las otras damas del imperio. Su educación hará un gran cambio en Felipe. Él se olvidará de su vida de libertinaje. Como gobernante de este imperio apruebo este matrimonio sin derecho a reclamo.

La nobleza que se encontraba en la sala se quedó atónita. Pero de repente alguien protestó.

—Su majestad, ¿está seguro que está señorita podrá hacer todo lo que dice? Hay muchas más damas calificadas. Por ejemplo mi hija su majestad.

—Duque Fource, ¿qué está diciendo? Refutó el emperador.

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Duque Alem Fource, ministro de exterior. Segundo rango lunar, encargado del comercio floral exterior con otros imperios. Tenía una única hija y sucesora, Selem Fource.

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—Su majestad, lo único que quiero decir es que su excelencia Felipe se merece una dama que esté a su altura. Incluso la señora Beatrice Herace la respalda.

—Sé que la señorita Fource, es una dama muy bien educada. Pero no es lo que busco para mí único sobrino.

Phenia desvío su mirada hacía al Duque Fource, sombría supo que ese personaje traería problemas, además: ¿Porque mencionó a su hija? ¿Y que tenía que ver Beatrice Herace con ella? Definitivamente había un escenario detrás.

—Felipe, ¿Que piensas tú? Dijo el emperador. Ansioso por escuchar lo que tenía que decir.

—Jajajajajaja. Vaya tío. Felipe soltó una carcajada tan profunda que hizo temblar a Phenia.

Parece que importa demasiado con quién me case. Hace unos días, mi tío, el emperador de Sena me impuso un matrimonio. Felipe caminaría alrededor de la sala, para contar su experiencia. Vino a mi residencia y me dijo que me casaría con una señorita. Nos citó a los dos en Hell para conocernos. Y me llevé una gran sorpresa.

Felipe paró de caminar y fue directo hacía Phenia, tomó su mano y enfrente de los presentes dijo: "Está señorita conquistó mi corazón con su inteligencia". Así que no se preocupen ministros. Yo estoy seguro que cambiaré. Mi futura esposa está deacuerdo con nuestro matrimonio.

Phenia podía ver en los ojos de Felipe que él estaba actuando. "El dijo antes que teníamos que actuar frente a otros ojos..." "Que oportuno momento eligió". Bien te seguiré el juego"

El emperador habló: ¿Es cierto eso, señorita Baldit?

—Así es su majestad, haré todo lo posible para ayudar a su excelencia... lo prometo.

El emperador no creía en las palabras de Felipe. Felipe no era alguien que diría ese tipo de frases. "A menos que haya llegado a un acuerdo con la segunda persona". El emperador pensó: "Bien, si ustedes dos han avanzado hasta llegar a crear un "acuerdo" es relativamente bueno.

—Muy bien, no indagaré más.

En la sala todavía abundaba la tensión, "los enemigos" no podían dejarlo pasar: —Pero su majestad si—

—Duque Fource. Dijo el emperador molestó. "Acaso está en contra de mi decisión" "¿Quiere ir en contra de la familia imperial?"

—Su majestad como puede decir eso, yo no—

—Bien, entonces quédese en silencio.

Un fuerte apretón de puños acabó con la protesta del Duque.

—La reunión ha terminado. Retirense. Felipe, Señorita Phenia quédense aún.

—2* Sí, su majestad.

•••

—Ya se acabó la actuación Felipe. ¿Dime de verdad aceptas casarte?

—Por supuesto tío, ya lo hice público ante los ministros, y lo haré delante de todo el imperio dentro de un mes. No te decepcionaré.

—Señorita Phenia—

—Su majestad. Interrumpió Phenia. Si no puede creer en las palabras de su excelencia, crea las mías. Nosotros nos casaremos. No hay protesta de ninguna parte.

—................... . Me siento aliviado. Muy bien. La boda se hará en el palacio imperial. La ceremonia se realizará en el "Salón Dorado". Toda la nobleza de segundo y tercer rango asistirá. ¿Están deacuerdo?

—2* Lo aceptamos, su majestad.

—Y Felipe. Tengo la intención de entregarte el título de sucesor legítimo del Ducado Herace, pero hasta que no me demuestres que has cambiado, ese título se quedará bajó mi poder. Espero la cooperación de la señorita. Luego del matrimonio, para que no haya alguna interrogante, la señorita Phenia te dirá completamente mis razones para casarte con ella.

—................. Felipe cambió su rostro altanero. Una expresión fría volvió a él. "Muy bien, tío".

—Cuento contigo... señorita. No olvide sus palabras hacia mi madre.

—No se preocupe. Lo tengo presente su majestad.

Felipe miró a Phenia y pensó: "Definitivamente el emperador y ella esconden algo"

—Es hora de regresar. Señorita Phenia dentro de 20 días se le enviará a su residencia a una dama noble. Ella se encargará de confeccionar su atuendo para la boda.

—Sí su majestad.

—Pueden irse.

*Reverencia*

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