Capítulo 4

Como dijo el emperador yo conocería a Felipe. El emperador me envió una carta a los 15 días de abandonar el palacio imperial. El contenido decia la fecha para nuestro encuentro. Así que debía prepararme. Un carruaje vendría a escoltarme. También me indicaba que el lugar de encuentro sería en "Hell" un famoso lugar donde la aristocracia se reunía para tomar el té.

El emperador ya estaba actuando y yo no podía quedarme atrás. No tenía demasiada información acerca de Felipe Herace. Pero los rumores acerca de él me lo decían claramente... "Él no es alguien con quién me gustaría pasar el resto de mi vida".

Cuando Phenia abandonó el palacio imperial, la mansión Baldit fue sacudida. Su padre maldijo la situación, arrojando al suelo cualquier objeto que tenía en frente.

—¡¡Maldito emperador!!

¡¡¡Cómo se atreve a quitarnos los privilegios que el primer emperador nos dió!!!

¡¡Además de aceptar un estúpido matrimonio!!

¡¡Y él de mandar a mi sucesor al campo de batalla!!!

Es tu culpa Phenia.

¡¡¿Porque tenías que escribir ese maldito plan!!?

¿Qué? Como podía culparme. Soy yo quien será vendida a la familia imperial. No podía creer lo que había escuchado. Mi semblante cambio, sentí un frío inexplicable recorriendo todo mi cuerpo. Y lo que pensé fue:

"Fuiste tú quien no pudo actuar con cautela"

"Fuiste tú el que no pudo cumplir adecuadamente con su ambición"

"Fuiste tú el que no pudo silenciar esos rumores, para no ser atrapado"

"Todo lo ocasionaste, tú"

—Padre tranquilízate. Mi hermano se interpuso para detener a mi padre, pero... ¿porque?

Padre piénselo dos veces, nuestra situación no es tan mala. Acuérdese que el privilegio que nos dió el primer emperador se nos quitaría pronto. Quién sabe porque el actual emperador nos dejó tenerlo por tanto tiempo.

—¡¡¡Es por eso que vendí "Elbam" al imperio enemigo!!!

—Lo sé padre, pero mire la situación de esta forma. El emperador quiere que Phenia se case con su sobrino para "educarlo".

Entonces cuando Phenia sea parte de esa familia, la familia de la novia recibirá un dote. Oro, joyas, ganado, seda. Piénselo porfavor.

Además usted y madre serán conocidos como yernos de la única familia del emperador. Y tal vez podamos recibir un título.

Mi hermano era una escoria igual que mi padre. Ya no me sorprendía lo que saliera de su boca.

—Tienes razón, no es tan malo El matrimonio de tu inútil hermana nos servirá. Y podremos recibir un jugoso dote.

Mi madre saltó sobre mi padre y dijo:

—Mi señor... porfavor reconsiderelo. El matrimonio es sagrado. Debe ir con el emperador y pedirle que cancel–

—¡Cállate! Acaso quieres que me corté la cabeza.

—Pero...

—¡Phenia! Tienes que casarte con el sobrino del emperador. Ya dí mi palabra. No puedes escapar ¡¿Entendiste!?

—Sí padre. Ya me había decidido. Por ella, por la ex emperatriz. No por está familia.

Cuando me dirigí a mi habitación, mi madre vino detrás de mi. "¿Phenia, estás segura de que te casarás? Yo puedo ir con el emperador y—

—Esta bien madre. Esto es lo que quiero. No sé preocupe por mí.

•••

Dos días antes de que la reunión se diera. Pague para obtener información acerca de Felipe. Tuve éxito gracias al Gremio de Información Secreta.

Felipe no vivía solo en esa gran mansión. Felipe tenía a su lado a su tía. Hermana de su padre, Beatrice Herace. Ella se encargaba de dirigir la mansión. Y permitía las acciones vergonzosas de Felipe.

Su comportamiento sería descubierto por Phenia, a su llegada a la lujosa residencia.

—Bien, ya se a quién me enfrentaré además de Felipe. "Beatrice Herace cuento contigo".

El día del encuentro había llegado y como estaba escrito en la carta un carruaje llegó para llevarme a "Hell".

Phenia estaba nerviosa... era humana... se preguntaba quién iría al encuentro. Serán solo Felipe y ella o también estará su tía, Beatrice.

¿El emperador asistirá al encuentro?

El atuendo elegido era un vestido de tono azul oscuro, con delicados bordados y lazos. Muñequeras y guantes que combinaban espléndidamente, una bella horquilla para el cabello. Joyería pequeña que hacía juego. Zapatillas de tacón bajo. Maquillaje ligero y claro. El vestido no era el más elegante ni el más sofisticado pero resaltaba la belleza de una mujer inteligente, capaz de lograr sus objetivos.

El carruaje se puso en marcha.

•••

Antes de que el emperador enviara la carta para decidir la fecha del encuentro entre Phenia y Felipe, visitó la mansión donde residía su sobrino. Le informaría la decisión que había tomado y le hablaría de su futura esposa.

Cuando llegara a la mansión, Felipe lo recibiría con los brazos abiertos pero después de escucharlo... cambiaría su actitud.

—Tío... ¿porque no recibí una carta de que usted vendría?

Así me hubiera preparado. Felipe tenía el cabello desordenado y su ropa entre abierta.

Su libido estaba siendo atendido.

Beatrice, la tía de Felipe salió rápidamente de su habitación para recibir al emperador que esperaba en la entrada.

—Oh Felipe, cuida tus modales. Su majestad el emperador es quien vino de visita.

*Perdone mi atuendo inapropiado majestad, no supe de su llegada con anticipación.

Le ruego me disculpe.

—Oh vamos tia, nosotros somos una familia... ¿verdad... tío?

—Esta bien, no hay necesidad de tanta formalidad. Vine aquí porque tengo algo que informarte.

—Por supuesto tío. Entremos.

El emperador ingresó a la mansión y fue recibido por los sirvientes y el mayordomo, para ser guíado a una elegante sala. Felipe y Beatrice Herace se sentarían a escuchar las palabras de la inesperada visita.

La noticia del matrimonio de Felipe por fin se anunciaría.

—Felipe como dije antes tengo una noticia que darte. Supongo que ya debes haberte enterado del robo de las semillas de "Elbam".

—Si, los rumores acerca de ese incidente es de lo único que se habla en todo el imperio.

—Fue acción atroz lo que pasó majestad. Esa familia no debe recibir el perdón. Beatrice dijo esas palabras sin saber de la inesperada noticia.

—¿También sabes que el plan de exportación que fue escrito para la distribución del vino fue filtrado?

—Bueno solo algunos detalles.

Así que Felipe no sabe que tan brillante es ese plan y por quién fue escrito. El emperador apretó su puño y siguió hablando.

—Ese plan fue hecho por la hija del Baron Baldit.

—Oh vaya, esa señorita...

—Entonces tío... ¿vino para hablarme de esto?

—Te casarás con esa dama... Felipe.

Felipe que estaba tan relajado luego de sus juegos... enfureció. Su rostro perfecto cambio de color. Las venas de sus fuertes brazos aparecieron. Sacudió su cabello que ya había Sido desordenado y se apresuró a "atacar" al emperador.

—¡¡¡¿De que hablas tío?!!! ¡¿Porque tengo que casarme con ella?!

—¿Su majestad de que habla? Un matrimonio para Felipe...

—Como lo escuchaste Felipe. Te casarás con la señorita Phenia Baldit, ella formará parte de esta familia.

Ya es tiempo que consigas una esposa.

—¡¿Una esposa?!

—Así es, ella se encargará de dirigir este lugar.

—¡¡No digas tonterías tío!! Es una mujer que cometió traición, su familia solo me trae deshonra. Una mujer sin educación y modal—

—Felipe. Esto no es una petición. Cómo emperador de este imperio te lo estoy ordenando.

No me hagas repetirlo dos veces.

El emperador ya conocía la personalidad de Felipe. Estaba seguro que no lo aceptaría tan fácilmente. Pero tenía un plan que pronto pondría en marcha.

—El ambiente en el que vives no es lo que tu madre quería para tí.

—Mi madre dice... ella está muerta.

—Felipe... Ya es hora de que tus juegos paren. Tu tía ya te cuidó lo suficiente.

Si no quieres aceptar mi orden te quitaré los privilegios y vivirás siendo un simple plebeyo. Se lo mucho que te gusta está vida y confío que tomarás una decisión acertada.

Tu decides.

Felipe se quedó en silencio y se sumergió en sus pensamientos. Luego de pensarlo lo suficiente, Felipe suspiro, apretó su puño, elevó su frente y se preparó para responder.

—Esta bien. Aceptaré la orden de su majestad el emperador.

Beatrice palideció ante la decisión de Felipe. Él jamás había hecho un saludo oficial fuera del palacio al emperador, amenos que estuviera molesto. Beatrice no podía hablar más. Sabía que el emperador no la veía con buenos ojos. Beatrice era la que dejaba que Felipe se divirtiera a su antojo. Después de todo porque cuidar al hombre que pronto sería el emperador de Sena. Tendría un harém igualmente. Y por esa libertad, Felipe la recompensaría convirtiéndola en emperatriz.

—Emperador ¿Cuando me casaré con ella?

—Dentro de un mes. Pero antes quiero que la conozcas.

—Muy bien.

El emperador abandonó su asiento y se apresuró a despedirse. "Te enviaré una carta con la fecha del encuentro"

El lugar ya está decidido y lo conoces muy bien.

Es "Hell".

Comportate a la altura de tu estatus.

Y Felipe... "Quiero que vayas solo"

Felipe sabía que esa advertencia no era para él, era para Beatrice Herace, quien no refutó nada luego de oír la decisión de Felipe. Para el emperador el comportamiento de Beatrice no el usual.

—Lo entiendo.

—Muy bien, entonces me retiro.

El emperador salió de la mansión, subió al lujoso carruaje y escoltado por la guardia imperial partió hacia el palacio.

—Perdón... hermana.

Nosotros no tuvimos la misma madre, pero te prometí que cuidaría a tu hijo y así lo voy hacer. Esa niña lo hará, estoy seguro.

•••

Ya está todo listo. Phenia y Felipe se conocerán en Hell. Estarán solos. La aristocracia los verían y difundirán rumores. Perfectos para los planes del emperador.

Un hombre hermoso con una larga "reputación"... se casará con la villana.

Una mujer que le pondrá un collar, sacará la basura y demostrará como una pareja casada se comporta.

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