LA DESICION

Aurora: Los días habían pasado ya tenía cuatro meses de haber llegado incluso, había escuchado los susurros en dos ocasiones, me acerque a la habitación, para abrir pero me arrepentí, me di la vuelta y regrese a mi cuarto, no sé que me pasa, cada vez me siento más feliz de estar en este lugar, las atenciones de Álvaro hacia mí, su caballerosidad, dice que soy su princesa, ese respeto que me tiene, en ningún momento me ha pedido nada fuera de una amistad, aunque sé que por dentro se muere igual que yo, por besarme y hacerme el amor, aquí la del problema soy yo, pienso que ha llegado el momento de hablar y tomar una decisión, quiero organizar algo especial para él, una cena romántica, donde podamos conversar tranquilamente.

En el tiempo que estado aquí me he involucrado con la gente y los ayudo en la medida de lo posible, ganándome su confianza, pidiéndole a Álvaro una que otra cosa para ellos, él no me niega nada y se está robando día con día mi corazón.

Estaba sumida en mis pensamientos, cuando entra, Carmen muy emocionada y agitada, ¡niña! Me dice, que te pasa porque vienes así corriendo, hay niña es que no había podido venirte a decir, algo importante fíjate que anoche el Juancho me pidió qui mi casará, con él y estoy requeté contenta, hay Carmen que alegría me da mucho gusto y cuando será la boda --Hay pus escogimos en la fiesta de la virgen de la Capilla y me iré a vivir con él a su jacal-- Solo faltan dos semanas para esa fiesta, no es muy pronto, --Niña como Juancho ya es capataz podemos hacer una fiesta sencilla, pero la gente de aquí no tiene pa eso y solo se arrejunta, soy afortunada por poder casarme y para mí esta bien, festejamos a la virgen y mi boda, mi tengo que ir, a mí pidió Juana qui te diga que la modista viene en un rato a tomarte medidas-- La modista para que ella ya me entrego mi ropa --Hay ni sé, bueno ya mi voy-- Se da la vuelta y se va esa Carmen tenía prisa.

Se preguntarán que paso con Jacinto, pues le aplicaron el castigo, los fuetazos fueron muchos, su cuerpo prácticamente quedó destrozado, lograron sacarle donde tenía el dinero y Álvaro lo recuperó, no murió se decidió que lo abandonarán en el monte a su suerte, eran pocas las posibilidades de sobrevivir, ya que él no quería tener una muerte en su conciencia, gracias eso la gente esta más feliz sin su tiranía.

Estaba terminando de ayudar a Álvaro, hacer unas cuentas, ya que tuvo que salir, arreglar unos asuntos de negocios, a las haciendas vecinas y llegará por la noche, en eso llega Juana con la modista y le preguntó, ¿para que? y ella me responde que para que me hagan el vestido de gala para la fiesta de Don Genaro amigo del patrón, algo me había comentado él pero se me olvido por completo, me toma medidas y me dice que se va a apresurar ya que el evento es el fin de mes recoge sus cosas y se va.

Me dirijo a la cocina y le digo a Juana, que me permita a mí hacer la cena, ella se sorprende y me dice que no, que si el patrón se entera la va a regañar, no te preocupes es una sorpresa que quiero darle, levanta sus hombros y me dice, hay niña que rara es usted, pero esta bien como quiera, yo solo se que el patrón la adora, me río como tonta y comienzo a trabajar.

Al llegar la noche ya tengo todo preparado, le hice algo especial, espero le guste, velas vino muchas flores me traje todo a la mesa para yo servir y le pedí a Juana y a las chicas que se fueran a descansar, que yo me encargaría de todo, me puse un hermoso vestido, me peine y maquille, esta conversación, era muy importante definiría, si quedarme para siempre o regresar.

Espere, un poca más y antes de las ocho de la noche, llega Álvaro se notaba un poco cansado, estaba todo a oscuras y empieza a llamar a Juana, al no recibir respuesta, me busco y le contesto aquí estoy entra al comedor y ve mi sorpresa, en su cara se dibuja una sonrisa pícara y una mirada maliciosa, que borro todo su cansancio, que es esto me dice que celebramos y se empieza acercar a mí, me pongo nerviosa y le digo ven siéntate, yo te prepare la cena, de verdad sabes cocinar, por supuesto que sé cocinar, que crees que yo tengo sirvientes que hacen todo por mí, claro que no yo hago mis propias cosas, comenzamos a cenar, se nota que le gusto, me pidió repetir platillo dos veces, me sentí orgullosa de mi comida, al terminar le digo hice esta cena en agradecimiento por todo lo que has hecho, por tu apoyo y creer en mí.

--¿Por qué me estás agradeciendo? Acaso te estás despidiendo-- Todo depende del acuerdo al que lleguemos tú y yo, es momento de que hablemos. Muy bien te escuchó, dándome toda su atención, tomo valor suspiro y comienzo hablar.

Álvaro hay algunas cosas de mi vida que no te he dicho, tal vez porque no se ha presentado la oportunidad, o yo he decidido omitir, pero debes saberlo, en mi tiempo yo soy una ¡mujer casada! Me le quede mirando ni una palabra, ninguna expresión, me estaba escuchando, así que continúe, yo me sentía enamorada de mi esposo, tenemos poco de casados y no tenemos hijos, por esta situación no te he aceptado como mi novio o pareja, siento que le estoy faltando, pero nunca había sentido esto, cuando estoy cerca de ti, mi pulso se acelera y me encanta tu compañía, la forma en que me tratas, jamás nadie lo ha hecho, los hombres como tú en mi tiempo ya no existen, pero aquí la decisión es solo tuya, si no me aceptas por esta situación que la comprendo, te pido de favor que me ayudes a volver a mi tiempo, para ya no dejar que esto que siento por ti siga creciendo, agacho la mirada, él toma mi barbilla con sus manos y deposita en mis labios un tierno beso.

Álvaro: Ahora déjame hablar a mí, quiero que me escuches, no me importa lo que tú hallas vivido en tu época, no es la mía, a mí me importa lo que estamos viviendo tú y yo, ahora en este momento, no me extraña que te hallas casado, eres una mujer única y el hombre que te dejara ir sería un "verdadero Imbécil" por hacerlo, eres hermosa, inteligente, bondadosa, sencilla y así podía seguir toda la noche, solo sé que eres lo que tanto había esperado, has venido a llenar el vacío que había en mi vida, agradezco a mis guías los susurros, por traerte, solo sé que te amo Aurora.

Aurora: Por mis ojos rodaban lágrimas de alegría, no podía creer las cosas tan hermosas que me decía este hombre, no pude más y me lance a sus brazos, sin importarme nada más, comenzamos a besarnos como dos desesperados, deseosos de amor, sin soltarme me fue llevando, hasta mi habitación, cerramos la puerta, detrás iba a ocurrir lo que tanto anhelamos, me voltea para quitarme ese vestido lleno de lazos, cuando de pronto escuchamos esos gritos desesperados de alerta ¡¡Fuego!! ¡¡Fuego,!!.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***