ALVARO

Soy Álvaro Salvatierra terrateniente (Hacendado) de estas tierras, soy hijo de Gonzalo Salvatierra e Isabel Ponce de León mis padres adorados que me han dado todo, soy hijo único, ya que mi madre al nacer tuvo complicaciones y no pudo tener más hijos, hoy es mi cumpleaños número veintiocho, estamos en 1907, si ya se dirán por qué no me he casado, es que no encontrado a la mujer de mis sueños, la mayoría de mis amigos no son como yo, ellos ya tienen esposa y varios hijos, pero mis gustos son muy peculiares y me tomo mi tiempo, mujeres tengo las que quiero, aunque mis padres me exigen que me establezca y forme una familia para que puedan mis hijos heredar mis tierras y continuar con el legado familiar, como Hacendado tengo muchas responsabilidades, pero desde niño fui preparado y me enviaron a las mejores escuelas para que pudiera con la responsabilidad.

Mi amigo Genaro me invito a su hacienda para celebrar mi cumpleaños fui a tomar unos tragos con él y otros dos amigos, ya que como cada año hacemos una gran celebración y como décimos acá echamos la casa por la ventana, me toma un par de horas a caballo el ir y venir, su hacienda es la más cercana a la mía, nos la pasamos muy bien, se me pasaron los tragos y el tiempo se me fue muy rápido les comente que me tenía que retirar y los esperaba en mi hacienda más tarde para continuar con el festejo, cabalgue a gran velocidad y me di cuenta de que ya era el amanecer cuando estaba llegando, bastante cansado desmontó y le entrego el animal a uno de mis peones y me dirijo a mi alcoba a descansar, los pocos empleados que estaban levantados para comenzar su día me saludaban alegremente, pero yo lo único que quería era dormir.

Al abrir la puerta de mi alcoba me topo con una mujer muy hermosa, de tez blanca, ojos color miel, cabello castaño claro, delgada con unos ¡¡pechos bellos como a mí me gusta!! Y lo mejor de todo con poca ropa como esperando por mí le dije ¡¡Que tenemos aquí!! ¡¡Que hacía en mi habitación!! Pensé que alguno de mis amigos la había metido ahí como regalo, parecía asustada era normal eso creía, cuando la iba a llevar a la cama, uno de los peones hace un ruido muy fuerte al tirar un barril completo de agua miel (Primera etapa de preparación para el pulque) distrayendo mi atención, en eso la chica aprovecha y se suelta de mí agarré y sale corriendo, veo como se va por la puerta de atrás, no tengo tiempo de perseguirla, me encargaré de ella más tarde, al fin no puede llegar muy lejos, sobre todo si va a pie y vestida así no hay forma de escapar, me doy la vuelta y regaño fuertemente al peón que hizo semejante desastre se lo descontaré de su paga, entro a mi alcoba cierro la puerta me tiro en la cama y caigo profundamente dormido.