Sensaciones Nuevas

ALMA

(Pensamientos)

— No entiendo como este hombre me pone así, me sumerge en un éxtasis de placer del cual no quiero salir, el sentir como muerde y besa mi cuello me lleva al descontrol de mi cuerpo.

— No sé si lo que siento por él solo sea deseo, o un oscuro sentimiento generado por aquel incidente donde nos conocimos. Con Luciano nunca he sentido estas ganas, este deseo, este calor que recorre mi cuerpo centímetro a centímetro nublando mis pensamientos más cuerdos.

¡Pero qué estoy pensando!. Es mejor dejar estos pensamientos encerrados en lo más profundo de mi memoria, en un esfuerzo de mi mente por controlar mi cuerpo, posó mis manos en su pecho, pero creó qué fue peor, siento cómo gruñe y no precisamente de molestia, sino de placer, y para serme sincera, a mí también me está gustando esto, me sumerjo en la ola de placer hasta que su voz me saca de mi trance.

SEUNG

(Pensamientos)

Con ambas manos la tomé con fuerza y la acosté en la cama y sin que se diera cuenta me posicionó encima susurrándole al oído.

— Me encanta saber que no te soy indiferente, pero hoy no te haré mía, la única forma en que lo haga es que tú misma me lo pidas, no quiero acostarme contigo, quiero hacerte el amor, y está no es la manera. — Con sumo pesar me levanté, me da gracia verla confundida, aprovecho su aturdimiento para vestirme antes de que cometa una locura, mi dureza duele de lo hinchado que está, este matrimonio será un peligro para mi.

— Magnate, me llevo mis dispositivos, cuándo te insertes el microchip le avisas a tu padre, él me hará llegar la información.— Le guiño un ojo y termino de salir.

— Al bajar las escaleras me encuentro con una amena conversación entre mis padres y mi suegro.

— Luigi, ya resolvimos nuestras diferencias, padres, es hora de irnos. Luigi, tú esposa ya debe de venir en camino y es mejor que no nos vea.

— Me alegro mucho de que hayas con el temperamento de Alma, cuándo se lo propone es indomable, es mejor que se retiren ahora, Sandra nos podría complicar las cosas, Yang Mi, dae-hyun fue un placer volverlos a ver y qué ahora seamos familia.— En definitivo, Alma tiene un temperamento explosivo, es mejor no hacerla molestar, pero es algo que no voy a admitir en voz alta.

— Esa mala mujer, no sé hasta cuándo piensas seguir casado con ella, mi hija no te esperará toda la vida, querido Luigi — Si mi hermana se entera que nuestra madre anda hablando tan ligeramente de su celibato, arderá troya.

— Pero mi cielo ¿de qué hablas?, deja de jugar con Luigi.— Al parecer mi madre hablo de más.

Luigi se quedó algo pensativo, nunca penso que esa pequeña se acordará de él.

— Yang Mi, ¿cómo está ella?, tengo años sin recibir una foto suya

— Está cada vez más... Hermosa, se convirtió en una gran mujer, ya no es la misma niña, aunque sigue siendo audaz.

La mujer estaba completamente orgullosa de su hija.

— Después que te casaste, ella no te quiso molestar más, decía que sería un estorbo para ti.

Yang mi se mostró afligida, su niña cambió mucho, al sentir el abandono de su protector.

— Quisiera volver a verla, ella nunca será un estorbo, todo lo contrario a ella y a ustedes les debo la vida.

Luigi se notaba arrepentido por sus malas decisiones, lo único de que no se arrepentía era de su hija.

— Está bien, hablaremos con ella, pero no te prometemos nada, que tengas un hermoso día querido, nosotros nos retiramos, nos vemos en otro momento, cuando la insípida de esa mujer, no este medianamente cerca.

La mujer sabía que su hija era igual de terca que Luigi, y que no aceptará reunirse con el.

Los Hank se retiraron dejando a Luigi en un gran dilema. La idea de volver a ver a su pequeña le calaba en los huesos, pero sabía que ya no era una niña, por un momento la imagino casada o con novio y se llenó de coraje, el solo hecho de imaginar a su pequeña en los brazos de algún canalla lo llevaba de indignación.

Por otro lado, Alma aún se encontraba en estado de shock, no podía creer lo que había hecho con aquel hombre hace unos minutos atrás.

— ¡Pero qué diablos acabo de hacer!

Alma estaba sumamente alterada, y como si fuera poco, su mente le jugo una mala pasada, al aparecer dos personalidades un tanto diferentes, que se posicionaron cada una en un hombro.

Estas personalidades tenían su misma apariencia, pero auras totalmente diferentes, la que estaba sentada en el hombro derecho, era tan pura y pacífica como un río cristalino.

En cambio la otra, que estaba sentada en el hombro izquierdo, era la turbulencia de un mar embravecido.

La última personalidad era; su lado más perverso, una representación del mal, y lo pecaminoso. Con una sonrisa pícara dijo:

— ¡Hey! con mi padre no te metas, ¿ pues, no es obvio?, te dejaste llevar por el deseo y casi te entregas al placer, yo que tú, lo hubiera disfrutado un poco más, a mi parecer no hiciste nada.

Alma estaba horrorizada, sentía que se estaba volviendo loca, lo que sus ojos estaban abmirando, tenía que ser una insensatez de sus pensamientos.

La personalidad más pacífica, se tornó de un rojo chillón, y golpeo el lado maligno con una especie de cetro que apareció en pequeña mano.

— ¡Tú, mejor haz silencio! No eres de mucha ayuda ¡recuerda porque eso te estás quemando en la quinta paila del infierno! Alma mi niña, tienes que recapacitar; recuerda que amas a Luciano, no puedes caer en esos pensamientos pecaminosos, no te llevarán por el buen camino.

El ser de luz, estaba más tranquila, al ver a la mujer dudando.

En cambio el lado oscuro, solo rodo los ojos con un atisbo de pereza.

— Haber, "Angelita desabrida" ella acaba de darle una pequeña probada al placer, déjala que disfrute, pecado sería el quedarse con un hombre que claramente no ama, ni desea... Tú y yo, sabemos perfectamente lo que en realidad siente.

Alma sentía que estaba delirando todo, en un arranque de cordura o demencia, decidió intervenir en la pequeña plática, que no era más, que un debate de su vida amorosa. Intentando rescatar su dignidad.

— ¡Se pueden callar las dos, ya me están comenzando a volver loca! Aquí el ángel tiene razón, yo amo a Luciano, y no puedo seguir de desvergonzada.

Alma trataba de sostener su mentira, aunque está de escapa entre sus dedos como la arena del desierto.

— Como digas "querida", tú eres la que te lo pierdes.

Y sin más, el ser que parecía ser la versión endemoniada de Alma, desapareció.

El ser de luz, mostraba una sonrisa triunfante,al haber ganado una batalla, contra su rival.

— Tranquila mi niña, lo hiciste bien, además, acuérdate que tienes una cena con Luciano, te dejo para que te arregles.

Alma estaba estupefacta, aún no asimilaba, lo que acababa de pasar.

— Definitivamente, Ya estoy loca, ahora hablo sola con mi diabla y ángel imaginario.

ALMA

(Pensamientos)

Pero el solo hecho de recordar sus caricias y besos comienzo a sentir como mi cuerpo se calienta.

Me despojo de mi vestido e intento algo que nunca me imaginé hacer y que Seung despertó.

Me recuesto en mi cama quitando mi sujetador y quedando solo en bragas, y comienzo a tocarme recordando lo que pasó y cómo su voz robótica hizo estragos en mi mente, juego con mi cuerpo, bajo a mi zona íntima, me doy cuenta de que estoy mojada por la excitación que él despertó en mí, arqueo mi espalda y aprieto mis piernas al recordar su duro falo, estoy en un mar de sensaciones nuevas hasta qué... El sonido de mi teléfono me saca de mi ensoñación de placer.

Un mensaje de Luciano me hace parar mis actos pecaminosos, tengo que pensar las cosas con claridad, lo mejor sera descanzar lo que queda de noche, mañana tendre que definir esto, ¿Será amor? O ¿obsesión?

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