Jugada Maestra

POV Seung Hank

— Cuando llegue la abogada, le diré que me deje los documentos en blanco en la parte donde va tu nombre. De eso me encargaré después.

— Me gusta, pero tengo una idea algo excéntrica, combinada con la tuya será una jugada maestra.— ¿Qué tendrá en mente esta mujer ahora? Terminará enloqueciendo mi vida antes de casarnos.

"—¿Qué tienes en mente, dulzura?" .— Le digo, acercándome a ella y tomando su barbilla entre mis manos.

— "Que digas que te casarás con un hombre. Ella difundirá el rumor de que el gran hombre que está detrás de la máscara batea para el otro bando. Eso nos ayudará a despistar a nuestros enemigos. Nadie va a imaginar la verdadera identidad de tu esposa o 'esposo'."

— "Estás desquiciada, la droga que tomaste anoche te tiene mal. Definitivamente no diré una locura como esa."— Le digo, apretándola más contra mi cuerpo.

— Evalualo por el lado positivo, no he visto a ninguna mujer trabajando para ti, sería totalmente creíble.

Cada vez me convenzo más de que le falta un tornillo.—Y ¿quién será el candidato? No quiero ni imaginar lo que saldrá de su cabecita.

—Tú hombre de mayor confianza, entre menos personas sepan la verdad, mejor.

A Seung no le quedó de otra que aceptar la locura de Alma; cuando la abogada se hizo presente, Alma se escondió en el baño del despacho.

— ¿Se puede saber el motivo por el que me solicitó el hombre más poderoso del bajo mundo?.— Habló la abogada con cierta arrogancia, paseándose por el lugar como si fuera de su propiedad.

— Me voy a casar, quiero que redactes el documento hoy mismo, y dejes en blanco donde van los nombres.

— Y ¿quién es la dichosa afortunada que derritió tu frío corazón de acero?.

Preguntó la mujer irritada. Ella quería ser la dueña de todo el imperio que tenía el hombre en sus manos, pero se le "adelantaron".

— No es ninguna afortunada. No me casaré con una mujer, sino con un hombre.

La abogada quedó petrificada. Ella anhelaba ser la esposa del hombre que está enfrente de ella. No esperaba que fuera gay. Por otro lado, Alma no aguantaba la risa al ver el estado de la mujer. Sí, señores, ella está espiando todo. Un hombre muy apuesto de tez blanca se volteó y quedó frente de la mujer que yacía sin mover un solo músculo de todo su cuerpo.

— Buenos días, señorita. Es un placer conocerla. Perdone que no diga mi nombre, mi futuro esposo y yo queremos mantenerlo en total privacidad.

— El gusto es mío, no se preocupen, seré lo más discreta posible. ¿Me permiten que me retire? Necesito preparar los trámites lo más pronto posible, así tendrás los papeles hoy.

La abogada salió despavorida de la oficina y el líder del comando uno asesinaba a su jefe con la mirada, Alma hizo acto de presencia aplaudiendo.

— "Vaya, vaya, deberían darles un Óscar por su maravillosa actuación jajajaja".

— "Si me permite, señora, a mí no me causa nada de gracia y veo que al jefe tampoco".— Respondió el hombre. No le hacía gracia que la mujer jugara con un tema tan delicado como su orientación sexual.

— "Calma, hombre, le estás salvando la vida a tu jefe. Además, no me digas señora, todavía no me caso".— Dijo Alma risueña, mostrando su mano en señal donde debería ir su anillo de compromiso y matrimonio.

— "Sí que te has vuelto cínica en tan poco tiempo".— Expresó el hombre, verdaderamente ofuscado. No se había casado, y ya sentía que esa mujer acabaría con su vida.

— Mejor planeamos los siguientes tres ataques antes de regresar a la mansión. Llevo mucho tiempo fuera y van a comenzar a sospechar.

— Podemos iniciar anunciando que te comprometiste en matrimonio con Luciano Mancini.— Aunque no le agradará la idea, era la mejor opción.

— Después tomaremos fotos del señor con sus amantes, las subiremos en línea y venderemos la primicia a las mejores revistas de escándalo del país.— A Seung, le gustaba ver cómo sus enemigos sufrían la humillación pública antes de acabar con ellos por completo.

— Eso traerá como consecuencia que los accionistas retiren su capital, y las acciones caigan en picada, y así poder obtener sus propiedades en una jugosa oferta.— Alma ya se saboreaba su victoria.

— Bingo, un mes será suficiente para llevar a cabo cada jugada sin ningún error.— Expresó Seung Hank complacido.

Tres mentes maestras estaban organizando un plan sin falla alguna.

En el sur de Inglaterra se encontraba un prominente hombre de buen parecer contemplando unas fotografías, de quien se había vuelto su mayor obsesión.

— "Te has convertido en mi alma, no te he olvidado desde aquel incidente, lástima que llegué tarde para llevarte conmigo, pero pronto serás mía, eso te lo puedo jurar".

hablaba el hombre con un furtivo anhelo.

— "Señor, el jeep rumbo a Italia ya está preparado, nos vamos en media hora"

Le informó su mano derecha.

— "No se diga más, vamos que se nos hace tarde para llegar a la pista, no quiero inconvenientes durante mi larga estadía en Italia".

— "Cómo usted ordene, señor, ya todo está arreglado, tendremos una cita con la magnate en dos semanas".

—"Excelente, quiero un hermoso collar del color de sus ojos, ese será mi primer regalo, se lo daré como ofrenda de paz entre las dos empresas. Mi preciada Alma, te tendré en mis manos en menos de un parpadeo.

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