Primera cita.

...Gabriela....

¿Así que es verdad?, ¿esta mocosa intentó suicidarse.? ¿Y por esté.? Digo está lindo el niño, pero no es para tanto..

— Suéltame, ya te he dicho que no vengas a mi casa, tengo suficiente con verte todos los días en la escuela. — Dijo Omar sin nada de amabilidad.

— Hijo, no le hables así. — Intervino su madre..

— No vine por ti, quiero ver a Ulises. — Le aclaré al mocoso..

— ¿A Ulises.? — Preguntó su madre muy confundida..

— Me quedé preocupada por el, quiero saber que está bien.

_ Claro hija sube está en su antigua habitación.

¿Hija?, siempre me trató con la punta del pié y ahora .... a claro ya no soy Gabriela la pobretona, ahora soy Edith la niña rica.

— Gracias señora.— Me quedé esperando a que me dijera dónde duerme. Nunca había venido. Y si vine no me acuerdo haber subido. — ¿Me puede indicar su habitación.?

— Conoces la casa muy bien. — Edith, ¿por qué buena tanto.?

— No recuerdo muy bien. Es por el accidente..

— Claro.. Disculpa mi mala educación. — Llamó a una empleada y le pidió que me llevará. Subí las escaleras siguiendo a esa mujer.

— Es aquí señorita.

— Gracias. — Toqué la puerta.

— Vete mamá. — Escuché la única voz que altera mi corazón. El que tenía cuándo era Gabriela..

— No soy tu mamá, soy... — Rayos no puedo decirle que soy Gabriela. - Soy Edith.

— ¿Qué quieres.?

— Yo ... yo necesito darte algo.

— ¿Qué cosa.? — Preguntó Ulises sin darle mucha importancia.

— Una carta, es de Gabriela, me la dió para ti.— La puerta se abrió de golpe.

— ¿Qué te dió?

— Toma. — Le pase la carta que recogí en mi departamento.

...Ulises....

La visita de Edith me sorprendió. Sobre todo que me visitará a mi, pensaba echarla, pero al escuchar el nombre de Gaby no pude. Abrí y tomé la carta. Luego empecé a leer.

Querido Ulises, espero que estés bien, yo me casare mañana pero quiero que sepas que no es por ambición y menos por amor, Maximiliano tiene secuestrado a mi sobrino y me amenazó con matarlo si no hacía lo que el quería.

Maximiliano quería distraerte con la boda para que pierdas el caso, esperó ganes para que yo pueda divorciarme lo más pronto posible.

Soy tuya y siempre lo seré. Te amo. Te amo más que a mí vida..

...Atte: Gabriela....

No sabía cómo sentirme con ésto, Gabriela me amaba pero no tuvo la confianza de contarme lo que en verdad pasaba, y yo me apresuré a sacar conclusiones y juzgar. — Sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas.

— No estés triste. A ella no le gustaría verte así. — Dijo la pequeña Edith.

— ¿Cuándo te dió esto.? — Yo pensé que no se conocían, y al parecer si.

— No me acuerdo, tuve un accidente y muchas cosas se me olvidaron, la encontré en mi mochila hoy.

— Gracias por darme la.

— Supuse que la necesitabas.— Me observó de una forma extraña.

— Ya me tengo que ir, no sigas encerrado y vuelve al trabajo, recuerda que la justicia es primero. — Gabriela siempre decía eso..

— ¿De dónde sacaste esa frase.?

— Yo. _ Se puso nerviosa. — Mi padre la dice. Nos vemos. — Bajó las escaleras y la perdí de vista.

Ahora que se le verdad Maximiliano me las pagará, por su culpa perdí a mi mujer.

...Gabriela....

Regresé a la casa de Edith para toparme con la regañada del año.

— ¿Por qué siempre estás preocupándome?, ¿quieres matarme de un susto.? — Yo creo que está señora es muy exagerada. No es cómo que me fui sóla en autobús, me fuí con un chófer que se nota también es guardaespaldas.

— Sólo fui a casa de los Montenegro.

— Dejá de buscar a ese niño, si sigues así le diré a tu padre que rompa el compromiso.

— Adelante. — Por mi mejor.

— No me busques, sabes que soy capaz de hacerlo.

— Mamá no quiero casarme con ese niño, por favor rompe el compromiso.

— ¿Estás hablando enserio.? — Noe creyó.

— Si, yo no quiero casarme con ese mocoso, por favor házlo.

— Esté es el día más feliz de mi vida, por fin mí hija entró en razón, ahora mismo hablo con tu padre. — Me dió un beso en la mejilla y se fue.

Esta señora es muy cariñosa, lo extraño es que no me siento incómoda. Seguro por qué estoy en el cuerpo de su hija.

...— — — ...

Esa noche Oriana habla con su esposo, Federico está muy sorprendido, piensa que su esposa lo inventó, va a la habitación de Edith y habla con ella.

— Hija tu mamá me dijo lo del compromiso ¿es verdad.?.

— Si papá, no quiero casarme con ese mocoso.

— Pero si hace unos días ...

— Hace unos días yo era otra, por favor habla con la familia Montenegro y diles que no me casare.

— Está bien, sabes que te apoyó en todo.— Le da un abrazo.

Gabriela siente envidia de la vida que ha llevado Edith, sus padres la adoran y siempre la apoyan, aún así fue a quitarse la vida por un tipo que siempre la ha tratado mal.

Esta chica en verdad está loca, Piensa.

— Papá tengo tarea, sal de mi habitación por favor.

— Me alegra que estés poniendo interés en la escuela. — Le da un beso en la mejilla y sale.

Al día siguiente en la escuela Omar le pregunta porqué decidió romper el compromiso.

— Sólo dame las gracias y nunca me hables.

— ¿Por qué debería agradecerte?, ahora mis padres están muy enojados conmigo.

— Ese es tu problema, recuerda que tú eras el que no soportaba estar comprometido conmigo ahora ya no lo estas, solo te queda ser feliz.

Con esto último se despide de el.

Días después va a comer a su restaurante favorito y se encuentra con Ulises, recuerda la primera cita que tuvieron, fue en ese lugar.

...Flashback....

Gabriela llega al restaurante, Ulises ya está esperando, se queda boquiabierto cuando la ve.

— Tienes unos gustos extraños.— Dice Ulises observando el lugar con desdén.

— Éste lugar es genial. — Se sienta en la mesa y ordenan.

Gabriela pide chilaquiles rojos y Ulises al no estar familiarizado con ese tipo de comida pide lo mismo.

Gabriela come normal mientras el está enchilado.

— ¿No me digas que no comes picante.? — Se burla ella de el.

— Claro que si. — Se hace el fuerte..

— Te reto a que te comas esto. — Le pasa un chile verde.

Ulises por orgulloso se lo come y termina enchilado hasta los huesos, Gabriela se burla de el a más no poder.

— Supongo que tú si eres buena comiendo picante.

Gabriela se come todo el chile a mordidas y no parece que le afecte. Ulises está rojo.

— ¿Estás así por el enojó o porqué te enchilaste.? — Continúa con su diversión.

Ulises la observa, es la primera vez que la ve riendo tan sinceramente, así que aunque está súper enchilado le da gusto haber echo reir a la chica que le gusta.

Gabriela nota su mirada así que deja de reírse, siguen comiendo y la cita termina con un ...

— ¿Quieres volver a salir conmigo.?

— Claro.

En el fondo ella no quería pero tenía que hacerlo por dos meses así que no le quedó de otra.

^^^Fin del Flashback.^^^

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