afrontar la responsabilidad

...Ulises....

Iba entrando a la sala VIP cuando me tropecé con una chica divina, no la reconocí de inmediato pero cuando observé bien su rostro me di cuenta de que era Gabriela, esos labios los podría reconocer en cualquier lugar.

— Amigo ¿que haces embobado.? — Me habló Gerardo. — Ven acá. — Fui con el y me senté.

— La nueva mesera es hermosa, ¿no crees.? — Comentó Raúl.

— ¿Nueva mesera.? — Pregunté incrédulo. Parece que no se habían dado cuenta de que era la misma.

— La chica que acaba de salir, ¿no la viste.? — Y seguían con su ignorancia al respecto.

— Ella es la mesera de la vez pasada, no es nueva.— Los saqué de su error.

— Eso es imposible, la mesera anterior no era tan linda. — Dijo Gerardo muy sorprendido.

— Al parecer si lo era solo que ocultaba su belleza. — Seguro no quiere chicos detrás de ella. O quizás quiere a alguien que la amé por lo que hay en su corazón, y no entré sus piernas. Pero con su nueva imagen no se que pensar. Tal vez ya se arto de la soltería.

— No puedo creerlo, voy a pedir otro trago para observarla mejor. — Dijo Raúl y llamó de nuevo. Pidió otras cervezas, Gabriela subió a dejarlas, mis amigos no le quitaban los ojos de encima, estaban analizando cada facción. Eso cómo que no me gustó. Empecé a experimentar una sensación de disgustó que no había sentido en mi vida.

— ¿Necesitan algo más.? — Preguntó Gabriela. Y todos embobados respondieron que no. Fue entonces que ella se retiró. .

— No puedo creer que esa mesera se transformara en esa belleza. — Dijo Raúl.

— ¿Viste eso ojos y esos labios.? — Los ví desde hace mucho tiempo, Gerardo apenas la está notando. — Me gusta esa chica.

— Alto ahí, yo la vi primero.

— El punto no es verla primero sino tenerla primero. — Alex se estaba sumando a mi competencia.

— La tendré. — Aseguré. Pero no se cómo, ella piensa que soy un tipo con aserrín en el cerebro. Y esa es la forma menos atractiva de llegar al corazón de una mujer.

...Gabriela....

Terminé mi jornada de trabajo muy fastidiada, nunca vuelvo a venir maquillada al trabajo, muchos imbéciles trataron de pasarse de la raya. Mañana volveré a ser la misma de antes. Exepto en la universidad. Ahí si me tengo que ver presentable y hermosa.

— Suelta la sopa, ¿por qué estás vestida y maquillada así.? — Liliana se puso modo detective.

— Lili, no seas chismosa, esto es un asunto meramente profesional. — Me lo tomaré de ese modo. Ya he engañado hombres muchas veces, ésto no será diferente.

— Gaby cuéntame. — ¿Gaby.? Claro siempre me llama así cuando la curiosidad le carcome por dentro.

— Ya te dije que no. — Salí del bar y me fui a mi casa, mis padres parecían menos preocupados.

— ¿Cómo está Arturito.? — Le pregunté a mi madre.

— Está bien hija, gracias por prestarnos el dinero.

— De nada.— Hice una buena acción y tuve mi recompensa, lo malo es que esa recompensa venía con un paquete enorme y ese paquete se llama Ulises.

— Muchas gracias hermana, no se cómo pagarte lo que hiciste por mu hijo.

— Con dinero Erika. Obviamente con dinero. — Ella se quedó estupefacta. Probablemente no esperaba esa respuesta. Pero lo siento, no me meto demasiado en el papel de la hermana buena.

— Te lo devolveré en cuanto pueda.

— Está bien, no te preocupes. No tengo prisa. Concéntrate en cuidar al bodoque y después ves lo del dinero. .

— Gracias. — Le dediqué una sonrisa poco sincera y subí a mi habitación para hacer la tarea. Me quedé dormida en el escritorio pero extrañamente amanecí en la cama, tal vez soy sonámbula, o tal vez mi padre me metió a la cama. Esa posibilidad era nula. No me importa, lo único importante es que dormí bien. Me levanté fui a darme un baño y después me maquillé. O lo intenté. Me veía bien según yo.

— Hoy tienes que seducir al imbécil para que te invité a salir. ¿Cómo carajos se seduce a un hombre.? — Golpeé mi frente con una mano. — ¿Podré hacerlo.? Claro que puedo. Si pude aprobar un examen en la mejor universidad también puedo con ésto. Será lo mismo. Sólo debí estudiar.

De camino a la universidad me fui viendo toda clase de vídeos sobre lo que le gusta y disgusta a los hombres. Con audífonos claro. No quiero que los desconocidos se rían de mí.

...***...

Gabriela llega a la universidad. Muchas miradas se posan en ella, piensan que es una nueva alumna por qué no la ubican.

Llega a su primera clase y para su sorpresa Emiliano Acuña se sienta junto a ella, Emiliano es un chico de muy buen ver, es alto, de ojos claros, piel apelada, nariz afilada, y un rostro que lo hace ver mejor que modelo de pasarela.

— Hola. — Saluda el a ella. En un inicio planea mandarlo a freír plátanos, pero recuerda una de las cosas que escuchó en los vídeos. "Si tienes más hombres a tu alrededor te verás más atractiva para otros chicos." Con eso en mente acepta ser amable.

— Hola.

— ¿Cómo te llamas.? — Pregunta el con una linda sonrisa.

Odió esto, ¿por qué tuve que aceptar la estúpida idea de Sol.? — Piensa Gabriela arrepentida por su decisión.

— Soy Gabriela.

— ¿Eres nueva.? — Dios dame paciencia. Dice ella mentalmente.

No imbécil, yo estudió aquí desde hace dos años.— Vuelve a pesar pero no lo dice.

— No.

— ¿Cómo dijiste que te llamas.?

- Gabriela.

— ¿Gabriela?, a ¿tu eres esa chica que ...?

— La que dijo que tengo aserrín en el cerebro. — Dice Ulises llegando junto a ellos.

— Waw, estoy sorprendido.

Ulises se sienta junto a Gabriela, toda la clase se la pasa pensando que ella es muy guapa, y el por qué había ocultado su belleza por tanto tiempo.

La clase termina, Ulises la invita a salir pero ella no acepta, Sol que vio todo le pregunta por qué lo rechazó.

— Si lo aceptó tan fácilmente no sabrá apreciar me, algo que he aprendido de mis cuñados es que mientras más te des a desear más se esfuerzan por ganarte. — A Sol le parece una buena estrategia, ella a pesar de ser la más hermosa de la escuela no se aprecia lo suficiente, así que está aprendiendo cosas nuevas de Gabriela.

Gabriela decide ir al bar sin maquillaje y con ropa como la que normalmente usa, nadie le dice nada ese día, incluso le preguntan por la empleada de la noche pasada, Gabriela solo se da golpes en la cabeza y los deja seguir pensando que son dos mujeres diferentes.

Al día siguiente en la universidad otra vez usa vestidos bonitos y maquillaje bien hecho, Ulises le pide que salgan pero ella vuelve a rechazarlo, otros chicos le piden una cita pero también son rechazados.

Los días siguientes es la misma rutina, chicos invitando a salir y todas las invitaciones son rechazadas.

Sol piensa que ya es demasiado, y le insiste para que acepté de una buena vez.

Ante la presión de Sol y el pago de semestre pendiente, Gabriela decide que ya es hora de afrontar su responsabilidad.

Ese día Ulises la invita y ella acepta, el la cita en un bar pero ella sabe a dónde quiere llegar el así que es ella quien elige el lugar.

Ulises acepta, Gabriela rápidamente le informa a Sol que hoy será la primera salida.

Sol se pone muy contenta, la lleva a su casa y la arregla personalmente, después le da un buen vestido, Gabriela se lo pone y se marcha.

— ¿Cres que ella logré lo que tú quieres.? — Pregunta Berenice.

— No estoy segura, me da miedo que se enamoré de él.

Así es como empieza una historia de amor entre Ulises y Gabriela, historia que cuatro años después será destruida por las amenazas de Maximiliano Cazares.

(Contaré el resto de la historia en Flashback)

Spoiler: En el siguiente capítulo regresamos a la actualidad donde explicaré el porque Gabriela se va a casar con Maximiliano.

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