Fuera de Juego

Empezar de cero fue algo que decidieron los hermanos Anderson cuando le rompieron el corazón.

Aron, se negó a escuchar a Mila, ella no estaba dispuesta a reconocerlo y él no estaba disputo a esconderse, fin de la cuestión.

Por otra parte, Lía, pudo controlar a su alborotado corazón en los pasillos de la universidad, cuando cada tanto un coqueto en insistente Valentín buscaba excusas para acercarse y hablar.

Ambos hermanos, decidieron volver a la casa el fin de semana, para una cena familiar, luego deberían alejarse por varios meses.

Si bien Aron estaba en la misma ciudad opto por vivir cerca de la Universidad y visitaba a sus padres cada tanto.

Lía recorrió su habitación, había llegado ese día en horas de la mañana y luego de ponerse al día con Lizet y Cameron decidió ir arreglarse para la cena

Extraño mucho su hogar y a pesar de ausentarse pocos meses, busco en el armario y decidió por un vestido de tirantes azul profundo, casi negro, luego de darse un refrescante baño, decidió prepararse para una noche que prometía ser más que compleja

Levanto su cabello en una coleta alta, maquillo su rostro sutilmente y se vistió esperando con mil mariposas en el estómago, por el momento de la cena.

-Cariño, llegaron, baja- la voz de Lizet le erizo la piel, dio un último vistazo a su atuendo e inhalo y exhalo varias veces

-No vino, tonta, solo comes y luego a la fiesta- hablo a la imagen frente al espejo

En la planta baja Lizet y Lorna se abrazaban con cariño

-Como te extrañe, debemos salir de comparas- Lorna veía los ojitos brillantes de su amiga

-No, compras no, sino se irán por meses – agregó Cameron y Marcus carcajeo

-Tienes razón amigo- golpeo el hombro del grandote

-¿Cómo te ha ido en la universidad Valentín?- preguntó Lizet, estaba un poco sorprendida por la llegada del universitario, pero sabía que su princesa era el motivo

-Muy bien, por suerte- hablo buscando disimuladamente alrededor

-Sí, Valentín quiere aplicar para una Beca en Nueva Zelanda- agregó Marcus orgulloso

-Papá eso fue solo una idea no creo…- desde que perdió a su cachorrita todos sus planes cambiaron, incluso la manera de verla, pero lo cierto es que solo debió reconocer lo que era evidente. Lía le gustaba y estaba seguro que siempre estaría para él, por ese motivo dio por sentado todo lo referido a ella, pero la vida lo había golpeado directo a la cara.

-Deberías ir, nada te ata aquí- agrego Cameron con una mirada mortal, pero la suavizo al sentir la mano de Lizet

-¿Esa es mi bebé?, - grito Lorna- viendo  descender a una muñequita, con una bella sonrisa- estas preciosa cariño

Valentín parpadeó varias veces y su corazón galopaba a mil,

-No te muevas, solo espera-se ordenó, las ganas de ir por ella crecieron a medida que veía como ese vestido se movía con gracia marcando las curvas perfectas.

Era la primera vez que se veía tan mujer, tan segura, y ahora estaba a mil kilómetros de distancia aun estando ambos en ese recibidor.

-Tía, te extrañe- abrazo a Lorna y sus ojos se encontraron con aquellos, color miel, trago duro y lo ignoro

-Tu puedes, lo has hecho antes- se repitió internamente, dándose ánimos

- Cameron\, debes cuidar a esta belleza- aclaro Marcus para caminar hasta la jovencita y abrazarla con cariño

-Si debo protegerla, hay muchos buitres revoloteando y no la merecen- escupió con una risa forzada

Valentín entendió el mensaje, pero solo esperaba su turno para saludar, tal vez, por fin podría tenerla cerca.

En esos meses extraño, la vocecita alegre que lo recibía, las caricias al pasar en la mano con disimulo, las mejillas rosaditas avergonzadas cuando las miradas se cruzaban, Este era su momento y no iba a desaprovecharlo

-Lía, hola - dio dos pasos al frente, pero la mirada fría lo detuvo con los brazos aun extendidos esperando un abrazo.

-Valentín- se alejó con disimulo hasta a su padre- que raro verte aquí, hola- marco distancia- mama iré a ver por la comida permiso.

Él por poco se ahoga de la vergüenza, su tonto e inútil intento por acercase quedo en la nada

Cameron sonrió más que feliz, él sabía que se sentía,

-Sufre- pensó.

Todos se ubicaron en la mesa, los mayores en un extremo para conversar y Valentín  decidió sentarse frente a la chica que le estaba robando el aliento,  cuando la mano delicada roso la comisura de los labios.

El quería hacerlo, quería tocarla, quería conectar con esos ojitos, pero para ella él era la nada misma, en toda la cena lo ignoro y cada comentario en busca de una conversación terminaba con un simple, si, no o no sé.

-Es una pena que Aron no esté esta noche- afirmo Lorna- quería verlo

-Está en llegar, sus clases le exigen demasiado y se reúnen a estudiar - explico Cameron orgulloso de su mocoso, pero preocupado, parecía que fue consumido por los libros y la sonrisa picara que lo definía había desaparecido.

-Los chicos están grandes, - agrego Marcus

-Lía ¿hiciste amigos en la universidad?  Lorna la vio en espera de una respuesta

Valentín, escucho atento, el sufrió en carne propia, cuando los chicos rodeaban el primer día a Lía, y los comentarios de lo hermosa que era

-Si, hice de buenos compañeros de clases, tuve suerte- declaró con sencillez.

-Cariño, no es suerte- eres un amor, quien no querría estar contigo- Lorna la vio con ternura, para ella los mellizos eran como sus hijos.

-Gracias mamá por recordarme lo idiota fui- pensó rodando los ojos\, gesto que Lía malinterpreto como fastidio

-No creas tía, hay a personas que no piensas igual- sonrió y su mirada fría recorrió el rostro de que la veía perplejo.

Valentín negó, pero ella lo ignoro

-Vamos no seas tonto día algo- se reprendió internamente.

-Te gustaría salir esta noche, podemos… intentó hablar, lo más seguro posible pero su voz salía temblorosa denotando sus nervios.

Lorna lo vio con pena, era su hijo, se equivocó, pero era su hijo.

Lía lo observo arrogante-No- dijo sin titubear dejando pasmado a quien tenía enfrente- esta noche tengo una cita-  disfruto el rostro desencajado de Valentín.

Cameron quería gritar de felicidad estaba tan orgulloso y Lizet noto los ojos brillantes de su marido.

-Cierto cariño, hoy saldrás con Tim y es muchacho, como era que se llamaba-  hablo en complicidad con su nena

-Osher, papa- lo vio sonriente y guiño un ojo disimuladamente

-Gracias papi-pensó

-Qué bueno, eres joven, debes divertirte - Marcus comía  ajeno a lo que sucedía y Lorna llevo un bocado a la boca para no reír por lo despistado de su marido

-Si me disculpan, debo cambiarme- se puso de pie frente a la mirada suplicante de Valentín porque se quedará.

-Ve cariño- Cameron secundo y Lizet lo pateo debajo de la mesa para que se calmara, él la vio y abrió sus ojitos inocentemente.

--

Varios minutos pasaron, todos fueron a la sala para disfrutar del postre, el universitario estiraba el cuello como una jirafa para ver a Lía y sus plegarias fueron escuchadas, de tal manera que por poco se ahoga con el helado de chocolate

-Cof, cof-

-Valentín ¿está bien? - preguntó su mamá palmeando la espalda de su hijo-

Este asintió limpiando sus labios

-Vine a despedirme, ya vinieron por mí- la voz dulce de Lía hizo que todos voltearan a ver

Lizet elevo una de sus cejas y escaneo a su pequeña

-Es más Collins que Anderson- pensó orgullosa de su chiquita

Cameron se tragó las ganas de pedirle que se cambiara, era más satisfactorio, ver la cara de idiota, del mocoso que babeaba, viéndola

Lía calzaba un pantalón negro que ajustaba sus curvas a la perfección, un top del mismo tono y chaqueta color cobre sobre sus hombros, los tacones la hacían ver más estilizada; digna hija de una modelo.

El maquillaje era diferente al de la cena, sus ojos delineados en negro dejaron una mirada extremadamente sensual y sus labios con un sutil brillo se mostraban apetitosos.

-Pásala bien cariños- carraspeo Cameron, buscando firmeza en sus palabras

-Gracias, fue bueno verlos- saludo son su manito desde el umbral, evitando otra situación incómoda con Valentín y salía.

Afuera Osher la esperaba montado en su gran motocicleta, un cigarrillo descansaba en sus labios, la ropa oscura le daba un aire peligroso, pero los ojos azules, el cabello renegrido y la piel blanca lo hacían ver terriblemente hermoso e intrigante,

-Vamos preciosa- la voz ronca la llamo y ella no dudo en caminar hacia él, coqueta

Aron justo descendido de su coche y detuvo unos minutos a su hermanita, mientras Valentín se inventaba una excusa para salir y verificar con quien se iba su cachorrita.

-Nos vemos, cuida a mi hermana- dijo esbozando una sonrisa y elevando su mano para saludarlos desde lejos.

-Tenlo por seguro Anderson- carcajeo Osher y ayudo a Lía a montarse en esa gran máquina.

-¿Vas a dejar que ese tipo se la lleve?- la voz molesta de Valentín en la puerta divirtió por demás a Aron  que venía agotado

-Nada más peligroso, que estar a tu lado, creo que él por mucho es mejor que tu- camino hasta el castaño y poso su mano en el hombro

-Mira- señalo con el mentón hacia donde la moto partía con su hermana, aferrada como un koala al cuerpo de Osher- siente lo que estar fuera de juego Lacrost- sin más ingreso a la casa, orgulloso de su otra mitad.

💕💕💕💕

Mañana mas cap.

Abrazos

Gaby

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