Media Naranja

¿Se puede olvidar a quien alimentó tus fantasías y destrozo tu corazón?

Si a Lía le hubieran hecho esa pregunta unos meses atrás no sabría la respuesta, pero lo cierto es que incluso después de semanas y meses tampoco no podría responderla, solo asegurar que la distancia y la mente ocupada en algo, que no hacia hace mucho, la ayudaba.

Y ese algo, era ella,  no preparaba almuerzos, ni postres, tampoco ponía el despertador para enviar un mensaje de  buenos días, ya no organizaba sus días alrededor de un campeonato de futbol americano y mucho menos estudiaba las jugadas para entenderlas mejor por si alguna vez, Valentín quisiera hablar de eso, no, ya no, esta vez estaba comprometida con ella, con descubrir que le gustaba hacer en sus horas libres, volvió a libros y la salida con nuevos amigos.

No se iba a mentir, extrañaba corretear feliz alrededor de su adonis de piel bronceada y cuerpo musculoso, pero eso ya estaba fuera de discusión. Estaba dispuesta a cerrar ciclos, decidida a empezar de nuevo y en ese capítulo nuevo Valentín Lacrost no existía.

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La clase de contabilidad termino y el fin de semana prometía ser divertido, Timothy viajaría a verla y los planes de un disfraz coqueto la entusiasmaba por demás.

Lía estaba lista para disfrutar el momento y  vislumbrar los siguientes, sin apegarse demasiado, eso no era bueno.

-Sigo sin entender esos horribles ejercicios- se quejó Jazz, una compañera de clases, sacudiendo la cabecita mientras, rizos alborotados caían descuidados, en su rostro

-¿Por que no hablas con tus padres?, sino te gusta no tiene sentido que sigas-  guardo sus apuntes mientras caminaba por los pasillos con tranquilidad.

-No quiero morir, mi papá me mataría si le digo que quiero ser bailarina- carcajeo y levanto su cabello ondulado en un rodete desprolijo

Lía solo negó sonriendo, ella no era quien, para dar consejos, estaba haciendo lo mismo, pero por motivos diferentes.

-Ey, ¿en verdad estas considerando aquel plan?, esos folletos son geniales- hablo la morena curiosa, sus ojitos verdes brillaban debajo de esas pestañas largas y risadas

-Sí, creo que si- se encogió de hombros y curvo sus labios alegres de solo pensar en aquello, pero poco duro su felicidad.

-Ay no, ahí viene el chico de tercero, ese sí que está interesado en ti- susurro Jazz subiendo y bajando las cejas

-No digas tonterías- preparo su cara de póker cuando Valentín se detuvo unos pasos frente a ella

-Hola ¿cómo estás? - pregunto nervioso con las manos en los bolsillos. Si alguien le hubiera dicho que estar frente a la pequeña Lía, lo haría sudar frio, unos meses atrás no lo creería, pero lo cierto es que sentirla tan distante, lo había vuelto inseguro.

*

-¿Qué quieres?- ignoro la estúpida amabilidad que solo la incomodaba. Toda actitud amable proveniente de él, era falsa, necesitaba creerlo así y no caer a sus pies.

-Li, mejor me voy, debo buscar el disfraz, nos vemos esta noche- Jazz dejo un beso en la mejilla y huyo al sentir la atmosfera tensa-

-¿Iras esta noche?- dio unos pasos al frente, solo para sentirla cerca y Lía no retrocedió, pero tampoco cambio su expresión estoica

-¿Qué quieres? – repito inclinando sus cabeza- ¿Por qué de pronto tanto interés en mí?- demando acomodando su mochila en el hombro.

-Te extraño cach- Lía- rápidamente corrigió el error que le costaría la vida, al ver como esa ceja derecha se levantó amenazante

Lía sonrió ladeado y resoplo con fastidio- ¿tú me extrañas?, Dios, no tienes nada mejor que hacer, no se, juntarte con tus amigos, salir con alguna de tus tantas chicas, cualquier cosa que signifique tenerte bien lejos-

Los ojos de se abrieron sorprendidos, y el cuerpo se paralizo unos segundos, al oír la forma en que las palabras salieron seguras, infringido el mayor daño posible.

-Lía, por favor, tú no eres así- cerro la distancia entre ellos y su mano acaricio la mejilla viéndola a los ojos. Esos ojos, que tanto extrañaba, esos que habían perdido el brillo, gracias a su estupidez.

Decir que en ese momento no le temblaron piernas a Lía, seria mentir, el sueño de su vida estaba ocurriendo, su Valentín estaba tan cerca, que podía sentir el aliento acaramelado, y su maldito corazón desbocado le recordó que eso era lo que más ansiaba

-No te puedo creer, cachorrita- la voz burlona hizo que todo el cuerpo de ser tensara

Valentín cerro lo ojos con fastidio, y deseo de asesinar a su mejor amigo.

Jonás- Lía se alejó de aquel toque- sigues siendo el mismo pendejo de la prepa- dejo escapar con disgustó, el recuerdo de aquella tarde lluviosa, la sacudió con fuerza y esa barrera invisible se fortaleció

-Wow, eso no me lo esperaba- Jonás se asombró por completo, esa chiquilla enamorada de su amigo, era una campanita inocente y ahora lo acribillaba con esos ojos de muerte- sacaste los dientes- una risilla incomoda surgió de sus labios

-Cierra la boca Jonás- elevo la voz Valentín con enojo

Lía decidió no perder su tiempo y pasó junto a Valentín sin decir una palabra más, pero la mano sujetando su brazo la detuvo

-¿Iras esta noche?- pregunto abatido,  ella volteo y lo vio de arriba a bajo

-No molestes Lacrost-  negó sin ninguna expresión clara en su rostro

-Valentín déjala, mi hermana nos espera para almorzar-  insistió, cuando la situación se volvió incomoda

Lía sonrió y su mano alejo la de él- será mejor que te apures, te esperan- No le dio tiempo a replicar, solo camino decidida a la salida, sus manos se apretaron a la correa del bolso con fuerza hasta doler

-No te derrumbes, no te derrumbes– se repito mentalmente dándose fuerzas a través del enojo contenido.

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-¿Que carajos te pasa Jonás?- Valentín arremetió contra su amigo, ese que decidió seguirlo a Stanford.

-Ey Val, solo jugaba, no pensé que se enojaría, vamos hermano ¿Qué importa? Abrió sus palmas y se encogió de hombros ¿vas a decirme que te gusta? - preguntó curioso, casi inocentemente

-y si me gusta cual es el problema –  elevo el mentón y frunció las cejas

-Ninguno- carcajeo Jonás-

-¿De qué te ríes?- sus fosas nasales se abrían y cerraban violetamente cada que al aire ingresaba, y su pecho denotaba la reparación errática, se estaba enojando y mucho.

-Eres un idiota, solo debías decirlo, dejaste que todos lo malinterpreten,- negó viendo a los lados y se acercó a Valentín para apretar el hombro- carajo, incluso golpeaste a Alan aquella vez, pensé que era por pendejo y no cerrar su bocota, pero ahora lo entiendo- peino su cabellera castaña y sonrió viendo a su amigo- ahora estas jodido hermano-

Valentín lo observo sin responder, era cierto, dejo que sus compañeros lo malinterpretaran. No tenía a quien culpar solo al reflejo que veía cada mañana en su espejo,

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El campus era enorme, los estudiantes iban y venían, algunos aprovechaban el espacio verde para sentarse y leer algún que otro apunte bajo un árbol acogedor, pero esta extensión verde, no era suficiente, para que Lía descargara su ira, mientras caminaba a gran velocidad.

-Maldito idiota, arrogante, egocéntrico, cara de perro- refunfuñaba arrugando su naricita- ¿te extraño? - imito la voz, estaba ardida del odio-

Tan compenetrada en los insultos que murmuraba, que no le importo las miradas graciosas de quienes la veían hablando sola

El teléfono sonó, en el bolsillo trasero de su jean y de mala gana lo saco

📱📱-Quien- grito histérica

-¿Que paso, media naranja?- la risa de Aron la tranquilizo y sus pies se detuvieron en el lugar

-Aron, te extraño- soltó sin vergüenza, esa era ella, alguien que no dudaba expresar sus sentimientos, pero la vida le enseño, que a veces eso es contraproducente.

-También te extraño, tarada, ¿Qué haces? -  detrás de aquella voz masculina se oía música latina y la risa de algunas mujeres

Lía recordó lo que hacía minutos atrás y no valía la pena entrar en detalles- Nada en particular, vuelvo al departamento en unas horas llega Tim

-Cierto, la fiesta de disfraces, y mi hermanita que se pondrá- la música se escuchaba más lejana, como si se hubiera retirado del bullicio

-soy una bruja- ella retomo su camino en dirección al departamento.

-Lo sé, ¿pero tu disfraz? - la risilla de Aron era contagiosa y ella trato de aguantar las ganas de reír, debía parecer molesta

-Zopenco- carcajeo sin poder resistirse- mi disfraz es de bruja- corrió cruzando la avenida y subió al pequeño auto rosa, cortesía del tío Lion

-Oh entonces usaras ropa entre casa- Aron estaba más que entretenido buscando el enojo de su melliza

-Voy a colgar- Amenazo

-No, no, vamos no te enojes- rogo su otra mitad

-Cuéntame ¿Cómo esta todo por Nueva York?, no podía creer cuando mamá me conto que fuiste para allá, de seguro esa música era lola y la tía. ¿te costaba tanto hablar con tu hermanita? - hablo apresurada y no perdió oportunidad para regañarlo.

-Ey – la risa despreocupada de Aron surgió-solo vine unos días, no eres la única que se replantea las cosas, además el tío Joshua insistió que me quede un poco más-

-¿Y bodoquito?- encendió el coche y  conecto el manos libres-

-No lo llames así, te va odiar, ya tiene trece y por lo que me conto la tía Fenix, muchas noviecitas -

Lía dejo escapar una risa cariñosa, al recordar esas mejillas regordetas de Bastián cuando lo conoció -Oh es que era tan bonito de chiquito, mándale besos, y no olvides contarme que harás ok-

-Ya, no seas curiosa, esta noche pásala bien, disfruta Lía, pero cuídate ¿sí? - sonó preocupado

-No seas como papá- sus ojos estaban al frente viendo la carretera- estoy bien, no hare nada que no quiera- confirmo

-Eso es lo que me preocupa, mas con Lacrost cerca- la risa ronca atravesó la línea

-Eres insoportable- no podía discutir con Aron siempre llevaba la delantera- besos a todos por allá, no vemos pronto, media naranja- la llamada termino-📱📱

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