Pasado un tiempo, las cosas en casa de Clara empezaron a ir
mal. Su padre se quedaría sin trabajo y decidirían retornar a su país natal
Italia.
Por aquel entonces Tony aun la seguía rondando, estaba
obsesionado con ella, aquel sabor a miel lo había enamorado. Pero ella ya no
quería salir más con él y aun así cuando se enteró de su retorno a la patria,
decidió visitarla por última vez para despedirse de ella. Clara lo recibió en
su casa y cuando toco despedirse Tony le entregó una carta. Le pidió que la
leyera esa noche.
Cuando Clara se fue para cama decidió leerla, viniendo de el
a saber que tonterías le había escrito. Clara se quedó perpleja. En aquella
carta con tachones y borrones le declaraba todo lo que sentía por ella y le
pedía que se casara con él. ¿Quieres casarte conmigo? Esperare tu respuesta.
Clara quedo muy sorprendida y no sabía que pensar, en parte le daba lastima,
pero no le creyó y guardo la carta en su mochila.
Ahora empezaría una nueva vida en su país natal y no podía
pensar en amoríos.
Estaba decidida e ilusionada con el retorno a su país y
tendría la opción de seguir sus estudios, así que no tendría inconveniente en
pedir un traslado, eso fue lo que le habían asegurado.
Cuando llegaron a Malta, nada fue como se lo había imaginado.
El primer inconveniente que se encontró fue que no le convalidaron los
justificantes de los estudios que traía. Le decían que los estudios que ella
había cursado en el extranjero no eran válidos. Primero tendría que retomar las
clases requeridas para alcanzar el nivel que ellos le exigían para el oficio.
Aquello era injusto. Tendría que empezar de nuevo.
Lo intento, se apuntó a clases nocturnas, pero la ilusión se
le había esfumado y abandono los estudios a finales del primer trimestre.
***
Ya había alcanzado la mayoría de edad, necesitaba ganar
dinero y ser más independiente. Empezó a trabajar en un Supermercado a media
jornada de cajera y por las tardes iba a la autoescuela.
El trabajo le gustaba y quitar el carnet le resulto más fácil
de lo que imagino, aunque el examen práctico lo aprobaría al cuarto intento.
Los malditos nervios siempre la traicionaban. La pierna derecha no paraba de
temblar.
Casi todas las tardes quedaba con un grupo de amigas para ir
a un local de moda. Allí se movía todo tipo de personajes, cosa que a Clara le
gustaba. Entonces ya era consciente de su atractivo y sacaba partido de ello,
pues ella era el cazador y había mucha presa donde escoger. Por lo menos eso
era lo que ella creyó. Pues al poco tiempo de frecuentar el local, la presa fue
ella.
Un día de esos conoció a Mario. Él era un hombre de veinticinco
años, moreno de constitución gruesa. Trabajaba como agente comercial para un
empresa de accesorios de oficina. A Clara no le atraía mucho, le parecía un
tipo engreído, pero le siguió la corriente. De todas maneras, pasaría de él en
cuanto tuviera la ocasión. Él quería volver a verla y quedaron para el día
siguiente.
Esa misma tarde unos amigos le presentaron a Guille, un chico
de veintidós años.
Era bastante guapo y trabajaba como electricista autónomo. Simpatizaron
y luego le dejo que la llevara a casa en su coche. Antes de bajarse del coche Guille
le sugirió quedar, para la tarde siguiente y ella acepto. Fueron a una
cafetería a tomar unas cervezas y luego al billar.
No tardaron en gustarse por lo que se enrollaron no pasadas
ni 24horas. Circularon a las afueras de la ciudad y se adentraron en el monte.
Allí comenzaron a besarse. Aquellos besos eran muy húmedos, quizás demasiado
mojados para el gusto de Clara, pero no le dijo nada.
Guillé la miro a los ojos y le dijo con voz excitada que le
hiciera una felación.
Aquel momento la pillo por sorpresa, titubeo un instante,
pero lo complació. Guille le agarro la cabeza y se la inclino hacia su
entrepierna.
Con una mano sujetaba el miembro y con la boca lamia y
succionaba rítmicamente. Ella notaba como él se estremecía de placer hasta que
alcanzo el clímax y termino en su boca. Al sentir esa mucosidad, le dio una
arcada y lo escupió por la ventanilla del coche, pensando en lo asqueroso que
le había parecido.
Desde aquella vez no quiso verlo más. ¿Por qué siempre
reaccionaba tan mal a todo y se sentía tan sucia??
¿Por qué no dijo que no? Se odiaba por ello.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 43 Episodes
Comments