Lagrimas

La madre de Clara no vio bien aquella situación y trato de disuadir a su hija de que se casaran, de hecho no acudió ni a la

boda ni al bautizo.Decía que estaban cometiendo sacrilegio.Fue una ceremonia

por la tarde, de lo más sencillo, y luego los invitados fueron hasta su casa a tomar un pincho.Clara había estado llorando toda la mañana no quería sentirse triste pero la situación no la dejaba pensar claro, tenia tantas dudas, tanta inseguridad, se sentía sola.Con tantos disgustos, mas los problemas cardiovasculares que padecía su madre desde hacía unos años. Una semana antes de la ceremonia, le había dado una angina de pecho y la tuvo que ingresar en la UCI. Clara estaba muy disgustada, quería mucho a su madre y no quería que le pasara nada, aun la necesitaba. Cuando estaban esperando noticias en la sala de espera el abuelo de Clara se dirigió a los Julián y a ella, con una expresión de enfado y les

reprocho que si su hija estaba así era por culpa de ellos dos, por todos los disgustos que le habíamos dado. Miraba a Clara desafiándola porque ella era la causante del dolor que padecía su hija, ella le había causado muchas disgustos por no abrir los ojos y no hacerle caso y si le pasaba cualquier cosa no se lo perdonaría nunca. Ese reproche fue muy duro para Clara, se sentía responsable de la dolencia de su madre y rezaba para que su madre se pusiera bien.

 A la semana se recupero y le dieron el alta, con la condición que no debía sufrir disgustos innecesarios y volvieron a su casa.

Pasados otros tres meses de la boda canónica la relación entre ellos iba de mal en peor, discutían por todo;por la comida, por la casa, por el coche, por el dinero, por la familia de cada uno;nada de lo que Clara hacia o decía estaba bien. Ella se desvivía por complacerlo en todo a cambio de cariño. Un día que discutieron acaloradamente ella le pidió explicaciones de porque la trataba de aquel modo tan despreciable, y este le confirmo lo que ella se temía. Quería la separación, había dejado de quererla.

A Clara se le vino el mundo encima. Él le dijo que había conocido a una chica y quería

estar con ella. Julián la estaba echando a ella y a su hija de su vida y de su casa. Clara estallo de ira, comenzó a romper objetos, fotografías. Agarro la parrilla donde se hacen los churrascos y a golpes le destrozo todo el coche. El la agarro por el brazo para que parara de aporrear el coche. Lo empujo, le grito y luego se encerró en el baño

mientras el muy canalla llamaba a su propio padre para que le ayudara a convencerla de que se tenia que ir de su propiedad, que estaba loca y que ya no la quería. A Clara todo aquello le parecía irreal. No la pueden echar así porque si, ella no había hecho nada malo, ella lo amaba fue él quien le había sido infiel. Su padre no quiso inmiscuirse. Esa noche Clara la paso llorando  y bebiendo en casa, para olvidar aquel dolor. Nunca antes se había emborrachado y con unos chupitos de anís del mono cogió una borrachera tremenda. Por aquel entonces Clara  trabajaba en un súper de Cajera, y estaba cubriendo unas vacaciones y como era de esperar al día siguiente no se sintió con fuerzas para asistir al trabajo. Julián no paso la noche en casa.

A la noche siguiente Clara estaba decidida en pagarle con la misma moneda, se enrollaría

con el primero que se le insinuarse. Estaba despechada y necesitaba desahogarse. Y después de dejar a Luna en casa de su madre regreso para cambiarse de ropa. Se puso un conjunto vaquero de falda corta y chaleco, se calzo unas sandalias de esparto que ataban alrededor de los tobillos, se peinó su larga melena, se maquillo y se hecho un perfume de agua de rosas.Cogió su cazadora levis, algo de dinero y las llaves de casa.Salió

de casa en busca de la revancha. Esa noche el iba a saber lo que es que le pongan los cuernos. Total la relación estaba rota, que mas podía perder.

El había conseguido sacar lo peor de ella y despertara en ella unos celos incontrolables que solo con la misma moneda se podrían calmar.

Ella que lo había sacrificado todo por el. Se había enfrentado a sus propios demonios, lo había complacido en todo y así era como la recompensaba, haciéndola sufrir.

En ese momento recordó aquella pesadilla que habían tenido en su primera noche de bodas. Era un presagio y estaba sucediendo de verdad.

Su relación se iba a pique , asa como se lo predijo su madre.

Suspiro y siguió con su plan.

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