Infiel, reconciliación, perdón

A los dos días de la discusión aprovechando que Clara estaba en el trabajo Julián fue a

la casa a recoger sus cosas y de paso llevarse la nevera, el microondas, la plancha, mantas, sabanas y algunos utensilios de cocina.Luego se acerco al súper donde trabajaba Clara y empezó a insultarla delante de la clientela, se había entrado de que había salido la noche anterior y que le contaron que la habían visto en compañía de dos chicos.Armo tal escándalo que tuvo que venir la encargada del súper a ponerlo fuera del recinto bajo amenaza de llamar a la policía.Aquel suceso marco el historial laboral de Clara, y lamentándolo mucho la tenían que despedir porque no se podían permitir que los problemas personales de sus trabajadores afectaran al puesto de trabajo. Esto fue un golpe duro para Clara ya que ella era la cabeza de familia y la que traía parte del sustento para casa. Ya que el en una ocasión en que discutían él le había dicho que no se sacaría la chaqueta para taparla a ella. Vamos que le daba igual lo que a ella le pasara, pero privar a su hija del calor de un hogar no se lo perdonaría.

  Clara empaqueto sus cosas, las de Luna y se fue a casa de sus padres, mientras su vida y su matrimonio iban cuesta abajo.

Los reproches en casa de Clara estaban a la orden del día. Ella pasaba horas y horas llorando y ni siquiera la dulzura de Luna la calmaba.Deseaba con todas sus fuerzas que el volviese a ella, que la buscase, que le dijera que no podía vivir sin ella de que había cometido un error, de que la necesitaba, que le pidiera perdón. Clara sabia que si el volvía ella le perdonaría, lo amaba. El amor era mas fuerte que el odio.

Pasados 15 días Julián la llamó por teléfono, quería hablar con ella y se quedaron esa tarde en una cafetería. Cuando Clara acudió a la cita él ya se encontró en la barra tomándose un café. Julián se le acerco y le pidió que se sentaran en una mesa.

Él tenía la cara muy seria y tristona y Clara lo miraba con preocupación y a la vez con

esperanza.Aquello que ella había estado esperando se cumplió.Julián le pedía

perdón por todo el daño que le había hecho, decía que aquella separación le había hecho reflexionar y entender lo mucho que aun la quería; que la echaba de menos a ella y a Luna y quería que le diera una oportunidad para rectificar. Le prometió que cambiaria y que estaría mas pendientes de ellas. Ella le pregunto donde vivía

y él le dijo que había alquilado un galpón, en la otra punta de la ciudad. Clara aun estaba muy dolida y quiso saber si el había dejado a la otra, a lo que él le respondió que se habían peleado y aun no le había dicho nada de su decisión de volver con su mujer. Aquello a Clara la volvía loca, que demonios pretendía, era como si él estuviera esperando a la decisión de ella para después el saber que opciones tendría. El le volvió a insistir que no, que a quien amaba era a ella y si ella aceptaba volver con el  o no; el a la otra la iba a dejar de todas maneras porque no la quería.

Clara sin cortarse ni un pelo, le exigió a Julián que si de verdad quería volver con ella, ella tendría que estar presente en el momento que él hablara con la otra, para decirle que habían terminado y que había decidido volver con su familia porque amaba a su mujer.

Clara necesita confiar en él y a pesar de aquella situación tan violenta tuvo las agallas suficientes para estar cara a cara con la mujer que le había arrebatado a su marido. Necesitaba mirarla a los ojos, a los dos y ver la derrota y la humillación que le estaba haciendo pasar a Julián delante de ella. Julián también se sentía humillado por

los insultos que recibía por parte de la otra y Clara lo estaba presenciando como una mera observadora y disfruto del momento.

Después  Clara les comunico a sus padres que volvía con Julián, tuvo una fuerte

discusión con su madre y esta le volvió a advertirle de que estaba cometiendo un

error; que Julián jamás cambiaría su forma de ser aunque se muriera y volviera un nacer.

Que se arrepentiría.

Pero Clara ya no quería escuchar mas, ella lo quería y quería intentarlo de nuevo. Esa misma noche cogió a su niña, sus cosas y se fue a vivir con Julián.

El galpón era pequeño pero Clara lo acondicionó lo mas cómodo posible. Para eso tenía buena mano y quedo bastante acogedor. No era una preciosidad de lugar pero era barato y se lo podría permitir. Era la primera vez que se encontraron por su propia cuenta sin deberle favores a nadie.

Durante las primeras semanas parecía que todo iba bien, Julián estaba atento, amable, hacían el amor con regularidad y dejaba a Clara hacer y deshacer a su antojo. Ella había empezado de nuevo a trabajar en otro supermercado a jornada completa y Luna quedaba al cuidado de Julián.

Luna empezaba a portarse mejor y ya no lloraba por las noches, además ya se tenía de pie y a sus nueve meses ya quería caminar.

Cuando Clara se estaba empezando a confiar, otra vez comenzaron las dudas, los celos y la desconfianza.

Julián había conocido a una pareja, Maite y Frank y quiso que Clara se llevara bien con ellos. No eran mala gente pero Clara notaba en ellos un comportamiento un poco raro.

Era como si Julián tuviera algo con Maite y a Frank esas confianzas no le molestaban y se acercaba mas a Clara.

Julián le decía que estaba paranoica, que no viera fantasmas donde no los hay y de que no había nada entre ellos, solo que se llevaban bien.

Clara no podía evitarlo, a pesar de haberlo perdonado, sentía que algo no iba bien y los celos la envenenaban.

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