Durante todo el periodo de gestación Julián se portaba bien con Clara, la atendía con mimos, decía que la quería como a nadie en el mundo, que se sentía el hombre más feliz
del universo, la besaba y suplicaba que nunca lo abandonase.
La verdad que se esforzaba por tener
una estabilidad familiar. Clara lo amaba, lo adoraba, lo quería en cuerpo y
alma, pero de vez en cuando sospechaba que él la engañaba.
Estaba de siete meses cuando se contagió de
herpes vaginal, se dio cuenta porque Julián estaba perdidamente contagiado. Su
miembro estaba repleto de esas pielecillas tan peculiares y le escocía con ganas, tuvieron que medicarse los dos.
Ante aquella evidencia de infidelidad Clara quiso creer que se había infectado en un baño público y no le pidió explicaciones.
Ya cuando estaban solteros hubo rumores de
infidelidad por parte de Julián. Entre el entorno de amistades de Clara se corría la voz de que Julián le había pedido dinero a un conocido, alegando que era para hacerle un regalo a Clara. Pero un amigo se enteró que ese dinero había sido para visitar un prostíbulo.
Cuando aquella noticia llego a los oídos de Clara esta le pidió explicaciones pero él se lo negó todo, dijo que alguien les tenía envidia y se habían inventado aquella historia para perjudicarle. Clara le creyó. No volvieron hablar del tema y todo siguió su rumbo.
Llego el día del alumbramiento, Clara Y Julián estaban pasando el fin de semana en casa de unos amigos a las afueras de la ciudad. Venían de bailar en una discoteca de la zona y cuando llegaron Clara empezó a tener cólicos. Se dirigió al baño y allí comprobó que se había puesto de parto, no eran cólicos estaba sangrando, le había caído el famoso tapón y tenía pequeñas contracciones. Recogieron todo y se encaminaron hacia el hospital.
Después de cuatro horas de sufrimiento e intensos dolores a las 10 de la mañana, Clara dio a luz a una niña hermosa de ojos castaños, de piel blanquita y pelo negro. Le pusieron de nombre Luna.
Clara miraba a su niña con admiración y le caían lágrimas por las mejillas por haber tenido algo tan bonito como lo que estaba viendo. Había estado tanto tiempo en sus entrañas y por fin la podía abrazar, acariciar, besar, tenerla en su regazo.
Julián también se emocionó cuando tuvo a su niña entre sus brazos. No sabía que decir, le parecía un milagro que él hubiese contribuido hacer algo tan bonito. La familia estaba feliz con la llegada de Luna, por ambas partes. La
madre de Clara prácticamente asistió al parto, estuvo con ella en todo momento y cuando la llevaron al paritorio se quedó en la puerta contemplando el alumbramiento. Los primeros días todo fue felicidad.
Ya habían pasado tres meses y Luna desde que nació no paraba de llorar. Lloraba a todas
horas y apenas dormía ni dejaba dormir a nadie en toda la casa. La verdad que
se hizo desquiciante pero Clara intentaba tener mucha paciencia y se la llevaba de la habitación para que su marido pudiese dormir. Con todas las atenciones que Luna reclamaba, más el trabajo, ya que ella había conseguido un puesto de media jornada en un super como cajera y la casa descuido un poco a Julián y empezó a notar que Julián estaba cambiando, que se estaba distanciando de ella. El no trabajaba , de nuevo lo habían echado de otro trabajo y ya apenas hacían el amor y el buscaba pretextos para llegar tarde a casa. Clara veía como su marido se agobiaba, él quería salir de marcha pero ella lo reprendía porque veía injusto que el saliera sin ella y la dejara sola en casa con la niña. Aunque él no le hacía caso y salía igual llegando a altas horas de la noche o de madrugada. La relación iba cuesta abajo y Clara ya no sabia que mas hacer.
También estaba lo del bautizo de Luna, querían bautizarla pero el cura en aquella época se negaba porque Julián Y Clara solo
estaban casados por lo civil. Aquella situación forzaría a Clara a que se casaran
por la iglesia aun sabiendo que las cosas entre ellos ya no iban bien.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 43 Episodes
Comments